Morena hace temblar al Congreso de la Unión
En una
acción de primer nivel, la Diputada Federal del Partido de Movimiento
Regeneración Nacional, Norma Nahle Garcia, presenta la primera iniciativa de
Ley en la Cámara de Diputados y establece las características básicas que
tendrá dicha ley, al mismo tiempo informa de manera clara y elocuente la
posición que el grupo parlamentario tendrá en torno a temas básicos en materia de
la privatización del agua, en cuanto al IVA en alimentos y medicinas, sobre la
realización del proyecto de Nuevo Aeropuerto y pone en debate la actitud de servilismo
de las diferentes fracciones partidistas.
Morena,
asume el liderazgo de la izquierda y da a conocer la primera iniciativa de la
LXIII Legislatura.
Discurso
de Posicionamiento de la Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena.
Honorable Congreso de la Unión; ciudadanos,
por mandato constitucional una vez más el Congreso de la Unión se reúne el
primer día de sesiones ordinarias para dar inicio a los trabajos del Poder
Legislativo federal, además, para recibir el informe de labores del Ejecutivo
federal, sobre el estado que guarda la administración pública.
En esta
LXIII Legislatura los 35 diputados de Morena, que por primera vez tenemos
presencia en este recinto, vinimos a hacer un trabajo serio, responsable y
progresista.
Es por ello
que como primer acto le entrego a usted –señor presidente de la Mesa Directiva–
la primera iniciativa del Grupo Parlamentario de Morena, referente a la Ley de
Austeridad Gubernamental.
Esta
iniciativa de ley debe de ser contemplada, analizada y aplicada en forma
inmediata para llevar a cabo un plan de austeridad ante la crisis económica de
las finanzas públicas, que no son sanas, pese a las diferentes reformas
aplicadas.
La
política que ha venido manejando esta y las pasadas administraciones, se han caracterizado
por el dispendio y el derroche, causando una indignación general y llevando a
la mayoría de la población a la situación de una pobreza extrema. Morena actúa
con responsabilidad ante la grave situación financiera que vivimos.
Con la
iniciativa que presentamos se propone una redistribución del gasto donde se dé
prioridad a servicios básicos como: salud, educación, desarrollo social, y se
incentive la productividad interna del campo y de la industria, en la cual
también proponemos se aplique un programa de recorte en el gasto corriente de
la actividad gubernamental.
Tenemos
claro que en esta crisis se buscará contratar más deuda en lo que ya es
evidente, un déficit presupuestal. Justamente esa práctica continua es la que
nos tiene en esta lamentable situación.
Desde hoy
decimos que no estamos de acuerdo en contratar más deuda. En los últimos tres
años es cuando se ha incrementado considerablemente este pasivo y no se ha
reflejado en proyectos con alto impacto. Tan solo el costo financiero de la
deuda de 2015 creció un 32 por ciento en términos reales con el del 2014. Una
acción responsable sería reestructurar la que se tiene y aplicar un gasto
puntual. Hoy, una parte importante de los ingresos nacionales se destinan al
pago de los intereses de la deuda existente y no podemos seguir con ese
derroche.
Ante la
crisis que asola a nuestro país, Morena se pronuncia “no a más impuestos”,
porque con ello se sacrifica el crecimiento y el desarrollo. Las familias
mexicanas, así como los medianos y pequeños empresarios, son los que más
resienten estos apremios.
No vamos
a apoyar el aumento al IVA en medicinas y alimentos, impuesto que desde hace
tiempo la Secretaría de Hacienda lo tiene en su agenda recaudatoria esperando
el momento adecuado.
Rechazamos
el recorte presupuestal en educación y salud. Al contrario, debemos hacer un
mayor esfuerzo y dotarlo de los recursos necesarios para elevar la calidad de
vida de la población. No queremos que por esta crisis se afecte el presupuesto
en el desarrollo social, que es justamente el que garantice el bienestar de la
familia.
Ante
ello, en esta iniciativa presentamos un plan de austeridad y combate a la
corrupción que abarca los siguientes ejes:
Primero.
Reducir a la mitad los salarios del presidente, ministros, legisladores,
gobernadores, presidentes municipales y todos los altos funcionarios, así como
eliminar las pensiones vitalicias de los expresidentes. Las legisladoras y los
legisladores de Morena iniciamos con ello reduciendo la dieta al 50 por ciento.
Segundo.
Cancelar obras untuosas, como el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de
México. La propuesta es que se habiliten otros aeropuertos alternos, como el de
Santa Lucía. No se debe cerrar el actual aeropuerto porque hay una crisis
financiera en el país y este tipo de obras consume una gran cantidad de
recursos que son indispensables para sectores con mayores necesidades.
Tercero.
Cancelar el llamado Proyecto Monterrey VI, que contempla el trasvase del Río
Pánuco a Monterrey, para llevar agua –al estado de Veracruz– a Nuevo León. Un
proyecto costoso e insustentable que afecta y deteriora de modo irreversible
los ecosistemas, entre otras cosas.
Tan solo
con la cancelación de estos dos proyectos ahorraríamos más de 200 mil millones
de pesos, que bien pueden ser aplicados a la construcción de hospitales e
infraestructura educativa.
Cuatro.
Vender la flotilla de aviones y helicópteros de uso oficial, incluyendo el
costoso avión presidencial, para obtener recursos extras y bajar los gastos de
mantenimiento y operación.
Con la
iniciativa presentada se garantiza un ahorro de hasta 450 mil millones de
pesos.
Hoy
vivimos la afectación de la paridad del peso frente al dólar, que significa una
devaluación silenciosa de casi 33 por cierto ya reconocida por la Secretaría de
Hacienda como ajuste a la baja en las expectativas económicas.
Aunado a
lo anterior el precio del barril del petróleo se encuentra en su valor más bajo
en lo que va de la presente administración, derivado de políticas
internacionales de oferta y demanda. En ello México tiene una
corresponsabilidad, y más aún, ya que implica la entrega del territorio
nacional que se hizo por medio de la reforma energética, donde las reservas
petroleras van a ser contabilizadas como activos a los concesionarios privados,
y estas serán colocadas en las bolsas de valores en diferentes partes del mundo
por extraños y especuladores.
Pese a
las funestas circunstancias que atraviesa el país hoy vamos a escuchar en esta
glosa que todo está bien, que lo que vemos, vivimos y sentimos en la casa, en
la escuela, en el trabajo y en nuestro entorno inmediato no es real, no sucede,
que la verdad parecería ser la que nos repiten una y otra vez quienes defienden
un modelo económico iniciado en 1982, que por donde se le vea hacen mucho
tiempo entró en crisis por inviable, por la mala conducción de quienes han
desarrollado una política económica agresiva, lastimando a la clase productiva
nacional, al empleado, al campesino, al sector obrero y a los estudiantes que
al egresar de las universidades no encuentran empleo, estremeciendo los
cimientos de la base familiar mexicana.
El tejido
social, hoy como nunca está desarticulado. La violencia sistemática que vivimos
cada día nos convierte en un país de los más inseguros del mundo. Hoy, honrando
su memoria decimos que nos siguen faltando 43 en Ayotzinapa.
Los casos
de Tlatlaya y Ostula, aunados a una creciente militarización del territorio
nacional, al hostigamiento y persecución a los comunicadores independientes,
nos obligan a replantear la sociedad en que nos hemos convertido, producto de
este modelo económico.
Ante el
innegable fracaso del modelo aplicado, nosotros nos proponemos incidir en la
transformación de este modelo económico inoperante por uno que frene la
decadencia y garantice el bienestar.
Hoy les
decimos a las diferentes fuerzas políticas que Morena va a defender el agua
como propiedad de la nación para garantizar el derecho humano de todos los
mexicanos a tener acceso al vital líquido, y no permitiremos su privatización
en ninguna de las modalidades reformistas que se tienen preparadas.
Buscaremos
generar leyes que impulsen el desarrollo económico del país a través de
capitales honestos y el capital social, promoviendo la competitividad, pero
ejerciendo la responsabilidad del Estado en las actividades estratégicas sin
injerencia de intereses externos.
Las y los
diputados de Morena tenemos la responsabilidad de mostrar a la ciudadanía que
sabremos ser diferentes, que presentaremos propuestas viables y alternativas,
que se puede actuar con transparencia y rectitud ante la pérdida de valores y
de moral política de aquellos que han abusado del poder y nos han arrastrado a
la vergüenza y al descrédito mundial en el que hoy se encuentra México.
Buscaremos
rescatar nuestra industria eléctrica, que en forma sigilosa se ha entregado a
extranjeros –yo respeto la ley– generando otra forma de pobreza social. También
vamos a centrarnos en atender y honrar dignamente a nuestros pueblos indígenas,
a velar por el cumplimiento a los derechos humanos y, sobre todo, pugnar porque
en este país se aplique la justicia real a quien de manera cotidiana pasa por
encima de ella, exhibiendo actos escandalosos de corrupción y tráfico de
influencias que llevan a la decadencia moral.
Nos
indigna ver una política que se instala con el uso de la fuerza, con violencia
y choque para imponer una ley que no ayuda al sistema educativo, una ley que se
implementa para desarticular un gremio, que es una de las bases sociales de
cualquier país. Pero nos indigna más que se elimine paulatinamente de los
textos básicos nuestra cultura, que se pretenda desterrar el orgullo nacional,
nuestros orígenes y con ello desaparecer nuestro sentido de pertenencia a un
México rico, a un México histórico, a un México pluricultural.
Desde hoy
–concluyo– la fracción parlamentaria que me honro coordinar trabajará en
iniciativas que rescaten las instituciones para ponerlas al servicio del
pueblo. Iremos creando y despertando conciencias para ser una oposición seria y
con principios éticos. Con ello preparamos el preámbulo de la construcción de
un gobierno honesto, austero y democrático que dé inicio en el 2018.
Este es
el clamor del pueblo, de los necesitados que gritan en las calles, frente al
cual han mostrado oídos sordos los gobiernos soberbios y arrogantes. Nosotros
sí los escuchamos, sí los sentimos y sí los atenderemos. Es cuanto.
El
Presidente diputado José de Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, diputada
Nahle. Le informo que en su momento, en sesión ordinaria de la Cámara de
Diputados, se dará el turno correspondiente en la misma Cámara a la iniciativa
que usted ha hecho llegar a esta Presidencia.
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