jueves, 5 de julio de 2012

Los judas electorales entraron en acción el 1 de julio y han dado un duro golpe a la Democracia de México, todo por unas cuantas monedas.

Efectivamente, después de la jornada electoral realizado el pasado domingo 1 de Julio, en donde el IFE dio como virtual ganador a Enrique Peña Nieto, surgen innumerables irregularidades que ponen en tela de juicio su victoria y colocan en la lona a la Democracia en México.
La compra de voto y la utilización de la pobreza que vive México, pone en tela de juicio la Democracia en México, en donde el Partido Revolucionario Institucional, insólitamente obtiene el doble de votación que obtuvo en comparación al 2006.
En el 2006, el PRI logro alcanzar un nivel de votación de 9 millones 300 mil votos, aproximadamente, mientras que en la jornada electoral de 2012, obtuvo 18 millones 800 mil votos; lo que representa el doble de lo que había alcanzado hace seis años.
Sin embargo, las denuncias en torno a que el PRI regreso a sus practicas de antaño para lograr ese regreso espectacular, ponen en tela de juicio su victoria por más de siete puntos en contra de Andrés Manuel López Obrador, que a pesar de haber incrementado en 750 mil votos, lo obtenido en el 2006, fue insuficiente para lograr la victoria.
Y en la mira se encuentra las tiendas departamentales de SORIANA, ya que se ha detectado que miles y miles de tarjetas fueron distribuidos a la población con el afán de obtener de ellas el voto a favor del PRI y lograr con ello la victoria.
Y es responsabilidad de las autoridades correspondientes realizar las investigaciones necesarias que permita invariablemente transparentar de manera clara y contunde los comicios del 1 de julio.
Es inaceptable que la Democracia de México, en el cual se ha invertido miles y miles de millones de pesos, siga padeciendo dificultades para poder ser una realidad. Y es inaceptable, que instituciones partidistas con el afán de obtener la victoria se aprovechen de las condiciones precarias de la población y corrompan a los ciudadanos para conseguir que el voto sea a su favor.
Asimismo, es reprochable que se presenten actos en donde el voto corporativo de Sindicatos, Confederaciones y asociaciones obrero – patronales, presionen a sus agremiados o los chantajeen para que sufraguen a favor de cualquier partido político.
La democracia en México, nuevamente, es trastocada, el juego limpio no fue respetado y la frase de que “haiga sido como haiga sido”, vuelve a aparecer en el escenario de la política mexicana.
México, por segunda vez consecutiva se encuentra dividido, por una parte, aquellos que pretenden más de lo mismo y por la otra, aquellos que buscan un cambio verdadero.
Los primeros, nuevamente, han utilizado las viejas mañas de un partido que estaba camino a la extinción; sin embargo, esta devuelta y con el pleno deseo de recuperar lo que han dejado de obtener después de 12 años.
Mientras, lo que representan, el cambio verdadero, nuevamente, ven frustrados sus intentos de alcanzar la Presidencia de la República al toparse con practicas fraudulentas y corruptas de sus competidores, en donde lo que menos les interesa es la democratización del país, sino conservar sus privilegios e intereses.
El caso Soriana, debe ser investigado a fondo y las instituciones públicas responsables de velar por la Democracia en México, deben limpiar a toda luces la elección.
Los judas electorales entraron en acción el 1 de julio y han dado un duro golpe a la Democracia de México, todo por unas cuantas monedas.