Sin lugar a dudas, Mario Delgado, esta desesperado y acostumbrado a negociar y prometer, ahora logra poner en los reflectores a Gibran Ramírez, aprovechándose de la inocencia de un politólogo que no entiende que en política cuando ya perdiste en la primera fase de la contienda lo mejor es mantenerse al margen del proceso y dejar que los militantes y simpatizantes asumen con responsabilidad su decisión en torno a los aspirantes finales.
Pero no, Gibran enseña el cobre, habla de unidad pero solo con Mario Delgado, olvidándose que la unidad en morena no es torno a un aspirante. Sin lugar a dudas, Gibran Ramírez, no alcanza a comprender los estatutos de morena, ni mucho menos alcanza a entender, que respaldar a un aspirante en la tercera encuesta, simplemente, es una canallada de un perdedor.
Hay que recordar que Gibrán Ramírez, desde la misma primera encuesta de “Reconocimiento”, fue puesto “out” en primera base, al no contar con la preferencia de la militancia y la ciudadanía en general. Simplemente, quedo fuera de todo intento al buscar la Presidencia Nacional de morena.
En la segunda encuesta, se mantuvo fuera de los reflectores, quizá solo pidiendo justicia ante lo que el denomino “fraude”. Pero para no quedar fuera de los reflectores, sale con la vacilada de buscar la unidad en morena y se adhiere a favor de Mario Delgado, mientras que deja fuera de esa unidad a Muñoz Ledo.
¿Realmente, Gibran Ramírez busca la unidad en morena?, la respuesta es clara y contundente, no… Abona en contra de la unidad, al declararse a favor de Mario Delgado. El politólogo, perdió la brújula de la política decente, resulto ser un fiasco, ya que en la política, sobre todo en morena, lo más recomendable es mantenerse al margen del proceso, sobre todo cuando ha sido eliminado en la primera encuesta como aspirante.
Si realmente, busca la unidad en torno a morena, su posicionamiento hubiera sido diferente, exhortando y conminando a los aspirantes a un proceso limpio, honesto, cordial y fraternal, donde la ciudadanía, militancia y simpatizantes decidan con plenitud.
Pero, el politólogo en vez de actuar con altura de miras, toma acciones de revanchismo político, enseño el cobre y ahora pretende dirigir y mandar línea a sus simpatizantes que el bueno es Mario Delgado, mal por Gibran y mal por quienes asuman ese mensaje de Gibran.
Muñoz Ledo, va contra viento y marea, la suma de esfuerzos y voluntades en su contra, demuestran que la contienda es desigual, solo falta que otros perdedores en las encuestas se sumen en contra de Porfirio, buscando preferencias, favoritismos y privilegios.
Cuando las batallas entra un tercero, nada bueno se puede esperar de ello.
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