jueves, 22 de octubre de 2020

En la mira los Consejeros Estatales y Dirigencia Nacional de morena, Rumbo al 2021.


Sin lugar a dudas, la presión de militantes, simpatizantes y ciudadanía en general, ahora se cierne en torno a los Consejeros estatales y Dirigencia Nacional, los cuales tendrán la gran responsabilidad de no cometer los mismos errores de selección de candidatos a puestos de representación y generar condiciones de piso parejo para que nadie, absolutamente nadie, pretenda imponer a sus prospectos para abanderar a morena Rumbo al 2021.

En cuanto a las coaliciones y alianzas con partidos de izquierda y de la propia oposición, las cosas no pintan nada bien. Morena tendrá que buscar competir solo y demostrar a la ciudadanía, que existe identidad, principios, ética y congruencia al interior del movimiento regeneración nacional.

Los resultados de las elecciones en Hidalgo y Coahuila fueron un preámbulo de lo que puede acontecer, si se mantiene las mismas tendencias erráticas que el movimiento – partido ha llevado a cabo, la ciudadanía será impecable en cuanto a su decisión sobre cualquier candidato, ya sea priista, panista, perredista, morenista, petista o de los propios partidos nacientes, ya que el electorado, tiene la última palabra.

Y lo que en verdad resalta, es que la ciudadanía, emitirá su inconformidad en las urnas electorales, no en procesos de encuestas, ya sea a través del voto en contra o la abstención, si consideran que el candidato no cumple con las expectativas reales de transformación y cambio verdadero.

Es así como los resultados que se presentaron en Coahuila e Hidalgo, han prendido los focos rojos de cada uno de los partidos políticos contendientes Rumbo a las elecciones de 2021, que son las más importantes a mitad de este sexenio, por volumen e intensidad.

El PRI puede sentirse contento, de que logro carro completo en Coahuila y mejoro sus números en Hidalgo, pero la realidad, es que hay victorias que pueden ser flor de un día y derrotas que son mensajes claros que indican que deben bajarse de la hamaca y ponerse a trabajar.   

Ya quedó claro, que sin la figura de López Obrador, los candidatos de Morena no las tienen nada fácil y pueden ser derrotados, representa un golpe duro políticamente para quienes fueron candidatos, ya que perdieron estando en las mejores condiciones posibles para ganar.

Pero la responsabilidad, no solo recae en los candidatos perdedores, sino de aquellos que dieron luz verde para su designación, los consejeros estatales y la propia dirigencia nacional, están en el ojo del huracán.

Los primeros, quienes son el primer filtro, fallaron una vez más, en esta ocasión la falla represento la derrota. Es indispensable que los consejeros cuenten con la información de cada uno de los aspirantes y de manera honesta, clara y objetiva determinen al mejor prospecto para encabezar la propuesta de la mejor opción entre los participantes, pero además, debe existir espacios que cada aspirante pueda disponer no solo para dar a conocer su posicionamiento y programa de trabajo, sino los compromisos que podría adquirir con la sociedad misma.

Los Consejeros estatales, deben actuar con responsabilidad, decencia, sentido del deber, en la selección de precandidatos.   

En cuanto a los segundos, las condiciones actuales del partido han causado graves distorsiones sobre la situación del movimiento – partido, lo que provoca recelo y frustración del electorado, en esa materia, nada se hizo para corregir la problemática. En cuanto a las coaliciones y alianzas, el mal sabor de boca que se tiene sobre este tema, da lugar a que la ciudadanía muestre su descontento, no apoyando a quienes abanderan la coalición.

Y que decir de los candidatos externos, mejor no hablar del tema, solo la dirigencia sabe los motivos de  su designación.

Mientras tanto, ante las deficientes situaciones que rodean a morena, los partidos de la oposición ya probaron que pueden ganar elecciones en base al descontento social. Y en esto, lamentablemente, la abstención corre a su favor, ya que el voto duro, se genera por dos vías, el primero disponiendo de una estructura base real partidista y otra a través de la compra del voto y las consciencias.

Aunado a lo anterior, otro factor que se presenta es que morenistas o Amloistas decepcionados prefieran no acudir a las urnas a falta de opciones o las traiciones que se dan entre los precandidatos que no fueron tomados en cuenta, los cuales se vuelven una carga en contra de la propia institución política.

A pesar de la tormenta política que actualmente vive morena, la realidad de las cosas, no es tan dramática como parece, es verdad que la soberbia, la insolencia y el exceso de confianza fueron vencidos en Hidalgo y Coahuila. Pero tan bien es verdad, que la respuesta para regresar por la senda del triunfo, esta al alcance de la mano, de los aspirantes, consejeros estatales, dirigencia nacional y la propia ciudadanía, que es cumplir con cabalidad la responsabilidad que les toca en un proceso electoral.

Veremos que acontece en las próximas semanas, pero si es preciso señalar que los consejeros estatales y la propia dirigencia nacional esta en la mira de la militancia y simpatizantes, se espera que su actuar y proceder lo realicen de manera transparente, clara y eficiente, que no exista línea, compromiso o amarres fuera de toda legalidad democrática y que los estatutos de morena se cumplan a cabalidad. Quienes así no lo hagan, la respuesta la tendrán en las propias urnas electorales, el pueblo solo puede salvar al pueblo, que no se les olvide.

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