Como lo ha dicho AMLO en reiteradas ocasiones: “El pueblo no es tonto, es tonto el que lo cree”.
Sin lugar a dudas, la unidad del partido es posible, siempre y cuando, y solo sí, se cumplan con cabalidad lo que establece los estatutos de morena y se tenga presente los siete puntos más uno de piso parejo que promueven los consejeros estatales del Estado de México. Los cuales se encaminan a evitar que las candidaturas hacia las elecciones de 2021 sean por dedazo, reelección automática o mediante acuerdos cupulares.
La militancia, esta molesta, al ser desplazada en su derecho en la determinación de su dirigencia nacional y que grupos y alianzas internas se configuren solo por el deseo de poder, este hecho es inaceptable al interior de morena.
Que nadie se equivoque y que nadie pretenda hacer política ficción, un requisito básico para promover, fomentar e impulsar la reorganización y reestructuración de morena es que exista piso parejo y el verdadero reconocimiento a quienes por años se han esforzado de manera plena en hacer realidad al movimiento regeneración nacional.
No más simulaciones, ni practicas partidistas de estructuras falsas, morena no debe repetir momentos como aconteció en Hidalgo y Coahuila, sino han aprendido la lección, será un duro golpe para la Cuarta Transformación que esa lección de derrota y falta de apoyo de la militancia se repita, al no haberse realizado un trabajo consciente, comprometido y honesto con las bases mismas del partido.
La ciudadanía espera de morena, alturas de miras, principalmente de su dirigencia nacional y sus órganos de decisión, no podemos fallarles y no podemos postergar por más tiempo el fortalecimiento y consolidación del Proyecto Alternativo de Nación.
Hoy más que nunca, se hace necesario, tener mucha capacidad de poner por encima de nuestras diferencias los intereses del proyecto de nación, la batalla electoral que se avecina en 2021, demanda estar preparados en términos organizativos, fortalecer las estructuras y abrir el horizonte a los nuevos valores del movimiento, sin olvidar a todos aquellos que a través de los años han mostrado lealtad, compromiso y trabajo a favor del movimiento – partido. Es indispensable, sentar las bases necesarias que permita generar un consenso en torno a cómo decidir los procesos y quienes habrán de encabezar al movimiento en toda la República.
El conflicto, que hoy prevalece, se podrá minimizar y erradicar en la medida en que se construyan acuerdos mínimos, en cuanto al proceso de las candidaturas a través de encuestas y que hayan candados que permitan que los aspirantes no sean personajes alejados a los intereses del partido, ni que el dinero y la imagen, este por encima del proceso mismo.
Es verdad, que aún falta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratifique los resultados de la encuesta, el Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá que registrarlos como dirigentes del partido, tendrán la validez jurídica y el reconocimiento legal.
Esperamos que la nueva dirigencia de morena, cuando esta sea ratificada por el TEPJF, exista la disposición de avanzar en unidad y certidumbre con la militancia, que nadie sea excluido, que todos participen y sobre todo que existan los apoyos necesarios que permita fortalecer y estructurar los comités de base en conformidad a los objetivos y metas que requiere morena.
No podemos ni debemos seguir en un conflicto interno hacia 2021, no podemos mantener la soberbia y la insolencia, como forma de ignorar y desdeñar a la militancia, necesitamos resolver de manera honesta y sincera, las diferencias que existen, debe existir la certeza de que no se tomarán decisiones ajenas a los intereses de movimiento - partido.
Que nadie se equivoque, Rumbo al 2021, que nadie trate de ignorar y olvidar a la militancia, porque en cada momento y cada instante habrá una base partidista que participará activamente para que a la militancia se le respete sus intereses, necesidades, exigencias, preocupaciones, anhelos y esperanzas.
Y hay que recordar una y otra vez a quienes han perdido la memoria, que “El pueblo no es tonto, es tonto el que lo cree”.