Es Tiempo de transparencia y la rendición de cuentas
total, y más aún, cuando los recursos públicos se destinan para hacer frente a la emergencia sanitaria y
económica de covid-19, que actualmente, enfrenta el Estado de México.
No debe haber ningún margen, ninguna posibilidad que
los recursos puedan desviarse de manera irresponsable y se siga fomentando la
corrupción. Hay que demostrar en los hechos, de que los tiempos de las malas
practicas en el ejercicio del presupuesto, están siendo enfrentados con un
manejo eficiente del gasto público.
Y debe mencionarse, que con base en los principios de
transparencia y rendición de cuentas, la 60 Legislatura del Congreso
mexiquense, tiene la obligación y responsabilidad de supervisar y dar
seguimiento al origen y destino de los recursos públicos y que estos se
apliquen de forma eficiente y oportuna, para atender la pandemia de covid-19 en
la entidad. Y es aquí donde debe entra en escena el Órgano Superior de
Fiscalización del Estado de México (OSFEM), quién debe llevar a cabo una
auditoría especial respecto a dichos gastos que se han ejercido en torno a la
emergencia sanitaria y económica derivado del Covid 19.
Hoy más que nunca, la ciudadanía mexiquense desea
conocer de manera plena el origen y destino de los recursos que la Federación
ha otorgado a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud
(FASSA) para brindar atención de servicios de salud a la población mexiquense, ya
que en conformidad a diversa información que aparece en los medios impresos, se
estima que poco más de 4 mil 300 millones de pesos la entidad mexiquense ha
recibido del Gobierno Federal.
Asimismo, es necesario que la propia población tenga
presente, que tipo de insumos, medicamentos y equipamiento se han adquirido y a
que hospitales y clínicas, se canalizo y que población se ha beneficiado.
No podemos ignorar, que en estos momentos, los niveles
de contagios, casos sospechosos y fallecimientos, son altos en la entidad y por
ello, se mantiene el Semáforo Rojo. Tampoco, debe olvidarse, que la emergencia
económica esta afectando a la población más vulnerable del Estado de México y
aún no se presentan medidas adecuadas por parte del Gobierno estatal y de los
propios gobiernos municipales, que permita atender con oportunidad a los más
afectados.
La falta de solidaridad y respuesta inmediata, esta
ausente, hay una parálisis de los diversos ordenes de gobierno, que tal parece
se están #quedandoencasa, cuando ellos deben estar recorriendo la entidad,
atendiendo a la población y orientando a la ciudadanía en momentos de
dificultad sanitaria y económica.
Debe tenerse en cuenta, que atender toda esta
problemática debe realizarse sin que ello signifique solicitar deuda, sería un
grave error, pretender solucionar una problemática y cargarle la mano a las futuras
generaciones de mexiquenses. La austeridad y la eficiencia del gasto público,
deben ser el camino a seguir para que los recursos rindan y se canalicen a
quienes más lo necesitan.
Es Tiempo de Transparencia
y Rendición de Cuentas.
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