Las ocurrencias de un grupo politiquero,
siempre es de llamar la atención, sobre todo cuando se arriba al poder sin
identidad, sin principios y sobre todo sin moralidad.
Quien pretenda anular la clausura del estatuto
de morena, en el cual prohíbe a los miembros de este partido ser postulados
para permanecer en el cargo como diputados o alcaldes a través de la reelección,
simplemente, no es digno de portar los colores guinda del movimiento
regeneración nacional.
Hay que recordarles a los diputados y alcaldes,
que cuando se afiliaron a morena y aceptaron respetar, atender y regirse a
través de los documentos básicos de morena, lo hicieron de manera libre,
consciente y comprometida con la plena visión de transformar y avanzar con paso
firme en el cambio verdadero de nuestro país.
Sin embargo, cuando se arriba al poder, todo
cambia y quienes se encuentran en una posición de privilegio, buscan por todos
los medios seguir con los privilegios.
Podrán argumentar una y otra vez, que morena
debe adaptarse a las nuevas modalidades que establece la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos en materia de reelección, que deben tener la
misma posibilidad de reelegirse de la misma forma que los demás partidos. Pero
hacerlo, implicaría claudicar a conceptos básicos que el movimiento – partido,
esgrima con plenitud que es la honestidad, la congruencia, los principios básicos
de no mentir, no traicionar y no robar, ya que realizar cambios a los estatutos
para que cuenten con el camino libre de poder reelegirse sería un duro golpe a
la confianza que la ciudadanía deposito en quienes hoy son representantes
populares de morena.
No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni
cosas malas que parezcan buenas, dice el refrán, la ciudadanía merece respeto,
así como la militancia y nuestros documentos básicos.
El pretender preparan una reforma electoral
para que se permita contender nuevamente por el mismo puesto sin renunciar o
pedir licencia para separarse del cargo y puedan hacer campaña y atender sus
obligaciones como representantes populares, sería tanto, como traicionar al
pueblo de México.
Hay que decirlo con todas sus letras y con el
respeto que nos merece al presidente del Consejo Político de Morena, Maurilio
Hernández González, No a la Reelección en morena.
Tampoco, es correcto querer equiparar a la
Reelección con un referéndum, para nada, sería en primera instancia una
imposición partidista, lo cual significaría un retroceso a lo que realmente
representa y significa morena y la Cuarta Transformación.
Que los demás partidos lo están haciendo, ya
que es una posibilidad que permite la Constitución, quizá, pero morena respeta
a la constitución pero si vida interna se rige por sus documentos básicos y si
los estatutos establece que No a la Reelección, lo más congruente que debe
hacerse es respetar lo que se marca en los propios estatutos.
Este tema no solo va a generar una gran
deliberación y polémica al interior del partido, va a generar de igual forma,
una decepción de la ciudadanía que observaran que morena es más de lo mismo.
Que se pretende garantizar continuidad y
proyectos a mediano plazo, a través de esta medida, podríamos decir con
claridad que se equivoca, que morena cuenta con gente capaz y confiable para
mejorar los resultados que hasta el momento se han hecho, que una reelección
implicaría sostener esta paralisis que actualmente se observa en la Cámara
Local y ha incumplido con la ciudadanía.
Que el elector, será quien decida en las urnas,
efectivamente, pero cual es el motivo de pretender perder espacios en la Cámara
Local a sabiendas que los resultados que se han logrado no son los que la ciudadanía
y la militancia esperaba.
Decir que hay voces que han pedido revisar este
tema y que los morenistas tengan las mismas oportunidades que los panistas,
perredistas o de otras fuerzas políticas, donde ya han ejercido desde el
trienio pasado este derecho. Quizá sea verdad, pero esas voces son de aquellos
que pretenden mantenerse en el poder. Hay que saber escuchar a las bases, a los
militantes a la ciudadanía y no pretender escuchar las voces de unos cuantos.
Pero si consideran que han hecho un buen
trabajo, que son indispensables y que la propia gente estaría a favor de
reelegirlos, prueben suerte en otra institución política y veremos de qué lado
mastica la iguana.
No pretendan engañar a la militancia ni mucho
menos a la ciudadanía, lo más correcto es que exista renovación, regeneración y
transformación, para que buscarle tres pies al gato.
La
honorabilidad y el respeto a la ciudadanía se demuestra en los hechos y por
respeto a los electores No a la reelección.
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