Primera
Parte
A
través del tiempo y en conformidad a las enseñanzas de la propia historia, el
cometer los mismos errores de siempre, da como resultado los mismos fracasos.
Esto es un ciclo que se repite una y otra vez. Se copian programas de otros
países o que difunde y determina organizaciones internacionales, sin considerar
y tener en cuenta que como México no hay
dos. Y una y otra vez se repite la misma historia, de fracasos, sin sabores
y desilusiones, algo así como no poder pasar del quinto partido en un mundial
de futbol.
Ahora,
legisladores de Morena, Lorena Villavicencio, Gabriela Cuevas y Porfirio Muñoz
Ledo, están centrando su atención en una iniciativa de Reforma a la
constitución para establecer como un derecho la entrega de un ingreso básico
ciudadano o universal, con el que se busca beneficiar a la población y así
evitar 20 millones de nuevos pobres en pobreza extrema. “!Orale”¡…
La
verdad de las cosas, programas van, programas vienen y México sigue enfrentando
niveles muy alto de pobreza y pobreza extrema.
De
acuerdo a la información que se dispone, la idea de un ingreso básico universal
no es nueva, durante el siglo pasado diversos académicos y líderes mundiales
han propuesto el establecimiento de un ingreso básico universal como medio para
combatir la pobreza y la desigualdad. Y en épocas de crisis mundial, resurge
una y otra vez la idea de retomar y echar andar tal planteamiento.
Uno
de los temas que se había considerado recientemente, que generaba la inquietud
para que este tema se pusiera en la mesa de discusión y el debate, fue el acelerado
proceso de automatización, que amenaza con desplazar los empleos a nivel mundial
en los próximos años. Sin embargo, ante lo acontecido a nivel mundial por la
pandemia, donde el empleo en diversas naciones se vio pulverizada el empleo de
millones de trabajadores, ha hecho retomar el tema con urgencia y se considera
que ingreso básico universal sería una solución potencial para amortiguar los
efectos adversos sobre los trabajadores desplazados y los efectos que trae
consigo en materia de desempleo. Sin olvidar que el proceso de automatización,
será necesario impulsar ante los acontecimientos y enseñanzas que ha dejado el
Covid 19.
Pero
¿que es el Ingreso Básico Universal (IBU)?, este se define como un pago en
efectivo o transferencia universal no condicionada, suficiente para cubrir las
necesidades básicas de subsistencia.
¿Quién
sería el responsable de su ejecución?, el Estado, quién estaría encargado de proveer
a todos los ciudadanos de un ingreso suficiente para cubrir el costo mínimo de
vida (por ejemplo el equivalente al ingreso sobre la línea de pobreza), sin
establecer requisitos, procedimientos, ni condiciones más que las de ser
ciudadano.
El
IBU sería un pago o transferencia de recursos periódico en efectivo, entregado
a todos de manera individual, sin cumplir condiciones o requerimientos de contar
con empleo.
Prácticamente,
el Gobierno, otorgaría un apoyo económico de manera regular a cada ciudadano o
residente de una comunidad política dada, el cual es universal e incondicional.
El
IBU en que se diferencia de los programas sociales tradicionales, pues que el
Ingreso Básico Universal es incondicional, universalidad e individualidad.
El
IBU se divide en dos vertientes una de ellas es que es un pago completo, el
cual, consiste en una cantidad de recursos suficiente para cubrir las
principales necesidades de una persona. Mientras que la segunda vertiente, se
refiere a un pago parcial que solo corresponde a una fracción de la categoría
anterior.
Se
pretende que el IBU sea un ingreso adicional, lo cual implica que sea en un
ingreso complementario a los ingresos laborales.
En
la década de los años 60, se inició el debate de política pública más
importante sobre el ingreso básico universal. Diverso economistas y académicos
reconocidos, algunos galardonados con el Premio Nobel de Economía, como Milton
Friedman, James Tobin, James Meade, Philippe Van Parijs y John Keneth
Gailbraith han defendido la idea de un ingreso básico garantizado, concepto que
incluye el IBU.
El
concepto básico, radica que el ingreso básico universal establecería una
plataforma de igualdad de oportunidades mínima para todos los ciudadanos. Entre
las principales visiones normativas que promueven la implementación de un
ingreso básico universal se encuentran la categórica, la igualitaria y la
libertaria. De igual manera, algunos economistas han propuesto establecer
sistemas de renta básica universal como medida de combate a la pobreza y
reducción de la desigualdad.
En
las siguientes, publicaciones seguiremos abordando este tema y daremos a
conocer la propuesta de iniciativa que los legisladores morenistas proponen en
la materia.
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