Vaya que los integrantes del PRI, están en un verdadero dilema, por una parte sus representantes, lideres y exlíderes, están en una dinámica de pretender una alianza que los sigue debilitando llevándolos a un abismo, en donde, todo puede pasar, hasta su desaparición eminente.
Pero por otro lado, se encuentran ante una propuesta, donde su sobrevivencia dependerá de que la apuesta que hagan les permita mantenerse en la escena política y recuperar su espacio y la grandeza que tuvo, cuando estuvo a favor de la gente.
Quienes hoy niegan cualquier alianza con morena y manejan el seguir manteniéndose en una alianza que solo los debilita y es perdedora, da lugar a que sus propios militantes y simpatizantes piensen que es lo que verdaderamente, pretende la dirigencia.
Un caso muy claro, el PRD, que sigue diluyéndose de manera plena y para sobrevivir, tuvo que ser comparsa de una alianza, que solo le brinda migajas, al igual que al PRI, mientras que los panistas, aún se mantienen, a costa de sus aliados, pero a pesar de ello siguen perdiendo fuerza.
PRI y PRD están de rodillas y continúan diluyéndose, esta elección les ha dejado una lección que aún no quieren entender, comprender y asimilar.
Saben a ciencia cierta que estar separados, es su desaparición eminente y por ende entrarían al basurero de la historia. No comparten principios, identidad, ni ideología, solo el deseo de supervivencia, están en un estado terminal.
La confianza de la ciudadanía ante tales partidos, es prácticamente nula, los logros obtenidos, son efímeros y solo sirven para quienes lograron el triunfo, pero no para la propia alianza, ni mucho menos para cada uno de los partidos.
El caso del PRI es desalentador por donde se mire. Perdieron ocho gubernaturas, solo les queda cuatro y pueden diluirse en los próximos años. Ese colchón o soporte, que arribaron antes de la elección, esta afectado, no solo para quienes encabezaban y aspiraban a ocupar las gubernaturas, sino a la propia militancia y simpatizantes, esta perdida dará lugar a que sus recursos sean más escasos y comparado con lo que pudieron rescatar, simplemente, las cifras no cuadran.
También el PRI, cedió terreno en diputaciones locales y presidencias municipales, lo que da lugar a mayor preocupación de la militancia y simpatizantes priistas, la luz en el túnel se ve más lejano, en conformidad a los resultados obtenidos.
La estrategia de todos contra morena no funcionó, las perdidas son mayores a la ganancia.
En cuanto al PAN, nada tienen que festejar, la alianza, los recursos invertidos, el apoyo de los medios, empresariales y diversos sectores, para sacar adelante un proyecto común, dan logros mínimos. El PAN y los aliancistas del PRD y PRI, le hicieron a morena, lo que el viento a Juárez.
El único festejo que tiene el panismo es que avanzaron en la Capital de la República a través de la alianza, se mantuvieron en sus gubernaturas y distritos locales, pero en otros sucumbieron. Su saldo es negativo, pero es menor a los del PRI y PRD, sin lugar a dudas.
Donde lograron resonancia fue en la Ciudad de México, pero esto se debió no a que la ciudadanía haya depositado un voto de castigo a morena, más bien a las pugnas internas, desunión, confrontación y traición de grupos, corrientes y militantes. La falta de capacidad política para generar consenso y adhesión provoco las derrotas, los futuristas políticos metieron mano para generar caos y confusión, pero nada de que preocuparse, es cuestión de ocuparse y sacar de raíz a quienes persiguen, alientan y procuran resultados favorables con una visión personal, de grupo y corrientes a costa de hundir la Cuarta Transformación y el Proyecto de Nación.
Lo mismo aconteció en el Estado de México, y se habrá de tomar medidas, acciones y estrategias, para desactivar las ansias de poder de grupos y corrientes que se creen dueño del movimiento regeneración. Habrá una batalla sin gritos y sombrerazos, será una batalla de alto nivel estratégico que derrumbará a los oportunistas, arribistas, imposiciones y dedazos que tanto mal le hacen a la política y reeleccionistas. La transformación arribará a la entidad mexiquense de manera plena. Quienes hoy ocuparán un cargo, serán evaluados con lupa, no habrá pretexto para decir que no se pudo, que faltaron recursos o que el Congreso Local no les brindo el Presupuesto suficiente.
Es así como morena, puede decir que se lograron avances y retrocesos, aquellos avances en las gubernaturas y congresos locales, se aplauden, así como mantener la mayoría simple en la Cámara de Diputados, pero las rechiflas para todos aquellos que no fueron contundentes, que dejaron pasar la oportunidad de desaparecer al PRI, PAN y PRD. La disminución de diputados federales es condenable, las derrotas en los congresos estatales, como el estado de México, también. La perdida de municipios y la perdida de número de votos deben ser factores a considerar.
La Cuarta Transformación no iba por lo menos, iba por lo más, quienes festejan de manera hipocritica y cínica, deben tener un poco de respeto a los resultados obtenidos.
Un amigo deportista y su servidor, coincidimos en lo siguiente: morena gano, se esforzó y arribo a la meta en primer lugar, pero el tiempo obtenido en la competencia fue mayor al registrado en el 2018. No rompió su propia marca, su propio record.
Si desea continuar ganando en las próximas competencias, deberá esforzarse más, prepararse, mejorarse, organizarse, mentalizarse y ser el número uno, para ello debe hacer trizas sus propias marcas, solo así podrá alcanzar la grandeza y tener un espacio promisorio en la Historia.
Dejarse de estar con “amigos” y “amigas” que solo lo utilizan por su fama y aprovechan el momento de éxito, alejarse de personas indeseables, no vivir la vida con rapidez, divirtiéndose, festejando, embriagándose del éxito efímero, concentrarse, trabajar en equipo y estar en unión con todos aquellos que lo impulsan, lo motivan, lo encaminan a ser el mejor.
Morena debe dejar los malos hábitos, las malas costumbres, transformarse, mentalizarse y mantener la humildad, la dignidad y la honestidad.
Solo quien desea ser exitoso, debe transformarse a cuerpo y alma.
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