Sin lugar a dudas morena a nivel nacional, marcha
con paso firme y contundente y sigue siendo la oferta política individual
más sólida. La coalición PAN-PRI-PRD, ni cosquillas le están haciendo y no
cuenta con el punch suficiente que le permita doblegar al movimiento regeneración
y sus aliados en el control mayoritario de la Cámara de Diputados, pero a nivel
local, ese es otro cantar, “los mariachis callaron”, como bien decía José
Alfredo Jiménez.
Las encuestas colocan a morena en la antesala del triunfo,
aunque con algunos altibajos en ciertos distritos electorales federales,
derivado a que la reelección no gusta a la población y causa recelo entre los
electores, pero existe la firme intensión de que mantendrán su respaldo a pesar
de ese “pero” que provoca malestar e indignación.
Lo que si es posible comentar es que los resultados arrojará datos
que tendrán que ser analizados de manera consciente y plena, ya que nuevos
errores o nuevas equivocaciones en próximos procesos electorales, puede dar al
traste con la Cuarta Transformación en los años venideros, no estando Obrador, sálvese
el que pueda, por eso la importancia de regenerar a morena al momento en que
termine el proceso electoral, limpiarlo de arriba hacia a bajo como las
escaleras y sobre todo, impregnar en cada militante, simpatizante y ciudadano
el sello característico del movimiento – partido, no mentir, no robar y no
traicionar, predicando con el ejemplo.
La competencia por las
gubernaturas inciertas para morena
En cuanto a las gubernaturas, pues las cosas no pintan de color
de rosa, las encuestas dan como factibles diez entidades, donde el movimiento
regeneración podría imponerse, mientras que en cinco, la situación esta de
color de hormiga.
Los principales factores que han colocado un escenario incierto
se encuentra: las críticas por la designación de candidatas o candidatos que no
tienen el perfil morenista que deseaba la militancia y la propia ciudadanía.
No puede ignorarse que la gran mayoría de candidatas y
candidatos provenientes de añejos grupos políticos de diferentes partidos, que
tienen costumbres, hábitos y modos de hacer política, choca con la nueva
modalidad que el movimiento regeneración pretende en conformidad a sus
estatutos. No hay empatía derivado de su historial político y la forma de hacer
política.
La falta de confianza en los lideres morenistas y la estructura endeble
que disponen, fue un elemento que se tomo en consideración en la cúpula directiva
de morena, para no dejarlos pasar, competir y asignar para representar al
partido en estas elecciones, error garrafal, sin lugar a dudas y error en defraudar
a su propia militancia.
En esta ocasión, como en el 2018 se valoro quién podía aportar
capital político y económico para ganar los cargos, no quién representa mejor
los valores de un partido aún en consolidación. Esa es la percepción que
se tiene ante las designaciones presentadas en cada estado y en cada distrito
electoral, tanto federal como local. A la militancia no se les dio la confianza
y por ello, la militancia se encuentra ausente, lo que deriva a la falta de
estructura electoral que actualmente padece morena.
Debe recordarse, que en la elección presidencial de 2018, el
partido de Andrés Manuel López Obrador, salió adelante con la mano en la
cintura en mil 857 municipios, algo así como el 75.4% del total en que se
divide el país.
Pero las cifras alcanzadas para Presidencia de la República, no
fue la misma para los candidatos o candidatas a nivel municipal, hubo voto diferenciado. Ya
que en la misma jornada se eligieron ayuntamientos en mil 605 municipios:
Morena sólo pudo ganar en el 17.45%, mientras que el PRI, obtuvo el 32.02% de
esos territorios. Como podrá apreciarse no hubo un tsunami total o como se dijo
en esos momentos no hubo 5 de 5.
El
talón de Aquiles, es sin duda los liderazgos a nivel local, no convencen, no
generan optimismo, no hay confianza; al contrario, existe grandes dudas de su
honorabilidad, lealtad y rectitud. Lo que provoca la notoria debilidad que
presenta Morena cuando compite para encabezar algún gobierno estatal. Como dato
duro, podemos mencionar que desde que el movimiento regeneración participo ya
como partido político, ha estado presente en la disputa por 35 gubernaturas, de
las cuales ha ganado sólo siete, lo que representa el 20 por ciento.
En 2015, en su primera participación como partido político, compitió
en nueve gubernaturas y no gano en ninguna, quedo cerca y mostró resultados
positivos, ya que participaba de manera individual, sin coalición ni alianzas.
En 2016, de 12 participaciones, una vez más quedo en cero. Ya se
acercaba con mayor vehemencia y pasaba a ser un partido que estaba generando
expectativas a pesar de su poca edad, ese dato no lo podemos olvidar.
En el 2016 y 2017, se hicieron grandes esfuerzos por fortalecer
su estructura partidista, se redoblaron las acciones y de tres participaciones
se logro una vez más el cero gubernaturas ganadas, pero en el Estado de México,
el fraude se percibió en el electorado de dicha entidad.
Llegaría el año, en donde, AMLO encabezaba con plenitud a la
institución política, estaba en juego la presidencia de la república y nueve
gubernaturas, morena conquistaría la Presidencia de la República, cinco
gubernaturas, la Cámara de Diputados y un numeró importante de Congresos
Locales y Presidencia Municipales, como ya se mencionó, fue el año del Tsunami
y el surgimiento de morena.
En 2019, dos gubernaturas estarían en juego y se ganaron las dos.
Era el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Para este 2021 están en disputa 15 y se tenia contemplado seguir
con la racha triunfadora, avasalladora, pero a unos cuantos días de la
elección, el panorama no es prometedor, quizá se logre entre ocho a diez
entidades, pero las 15 gubernaturas, se ven difícil para el partido hegemónico.
Debe
mencionarse, que López Obrador es el presidente con menos gobernadores de su
partido apoyándolo en la historia de México, heredó la mayor pluralidad
política en las gubernaturas: 12 del PRI, nueve del PAN, seis de Morena, dos
del PRD, una de Movimiento Ciudadano, una encabezada por un independiente y una
más por un exfutbolista que fue postulado por un partido que no logró mantener
su registro a nivel nacional y llego en alianza con morena, es el caso de
Cuauhtémoc Blanco, en Morelos, afiliado al Partido Encuentro Social.
Por lo
anterior, es importante contar con la mayoría absoluta en la Cámara de
Diputados, disponer de un número importantes de gubernaturas que coadyuven con
Andrés Manuel en la consolidación de la cuarta transformación y el Proyecto
Alternativo de Nación y poder tener el mayor número de congresos locales y
Presidencias Municipales a favor, que permita un trabajo en conjunto e integral
en torno a un fin común, México.
Pero los
errores, las alianzas insanas e inadecuadas, la reelección, así como las
imposiciones, dedazos y demás linduras que se pusieron en marcha en la
selección de los candidatos a nivel gubernatura, diputados federales y locales,
así como presidencias municipales, están provocando el resquebrajamiento de la
hegemonía de morena.
No podemos olvidar lo acontecido en el 2020, donde morena a
nivel local fue barrido por el PRI, en Hidalgo y Coahuila, el dinosaurio no
estaba muerto, seguía vivo y con deseos de fortalecerse y levantarse en el 2021,
es su oportunidad de regresar por sus fueros de manera coaligada con el PAN el
cual se encuentra a la deriva y el PRD que desea volver a brillar, pero no le
alcanza para responder a los retos de esta elección.
A nivel local, los liderazgos del PRI, PAN y PRD que ya no están
en su partido de origen, se lograron colocar encabezando candidaturas, buscan
aprovechar la oportunidad que les brinda morena en diferentes frentes a nivel
Gubernatura y Local, pero la militancia y simpatizantes, no están de acuerdo
con ofrecer voto masivo y estarán plasmando su voto razonado y diferenciado. No
solo contra los arribistas, trapecistas y chapulines, sino además, contra los
propios morenistas que desean eternizarse y se sienten las “mujeres y hombres
necesarios” como diría Porfirio Díaz en sus tiempos de reelección, quizá todos
ellos piensen como lo hizo en su momento Díaz, que aún no estamos en
condiciones para asumir responsabilidades y por ello, continuarán en el poder.
Que se espera el próximo 6 de Junio, un triunfo a secas de
morena, con resultados no esperados pero si ganados a pulso, nada comparables a
lo obtenido en el 2018, lo cual reflejará que a pesar de los triunfos, hay retroceso,
a pesar de mantener mayoría, dependen de alfileres.
Si la situación de morena no se corrige después del 6 de junio,
en tiempo y forma, 2022, 2023 y 2024 serán años de incertidumbre política y
falta de confianza y credibilidad que puede impactar en la consolidación de la
Cuarta Transformación.