domingo, 3 de abril de 2016

El Programa “Hoy No Circula”, no resuelve la problemática real de movilidad y de contaminación en el Valle de México.

Hoy No Circula una forma de administrar el caos 
 
El problema de la contaminación y la movilidad que sufre en estos momentos la Ciudad de México, es un MEGAPROBLEMA, que deberá atenderse de manera integral, programada y sobre todo creativa.
Las acciones emprendidas en los últimos años, en materia de movilidad y transporte público, ha sido insuficiente, derivado a que su implementación se realizó como una medida para administrar el caos o como comúnmente se dice una medida “emergente”.
Debemos recordar que las medidas impuestas en décadas anteriores que dieron lugar al nacimiento del Programa de Hoy No Circula, también fue una acción que era para contener la problemática, pero no para solucionar la problemática realidad que en esos entonces se dejaba ver con crudeza; la creciente contaminación y la falta de vialidades inteligentes para comunicar a la población a su lugar de origen o destino estaba generando los principales factores de los altos índices de contaminación, así como, la falta de control y verificación de los automotores, la industria y los diversos contaminantes que se generan en la gran ciudad y el Valle de México.
El programa Hoy No Circula,  ya tiene 27 años de haber sido implementado por primera vez. Fue en 1989, cuando la Zona Metropolitana del Valle de México decidió realizar restricciones a la circulación vehicular. Esto con el fin de prevenir, minimizar y controlar la emisión de contaminantes provenientes de fuentes móviles circulantes. Cabe señalar que fue hasta el año de 1991 cuando el programa adquiere el carácter de permanente, ya que antes de esa fecha era solo temporal.
El Programa a través de los años y administraciones, ha endurecido su papel afectando a la población, ya sea de forma directa (propietarios de vehículos particulares o públicos), así como, en forma indirecta (usuarios del transporte público).
En 1991, el Hoy No Circula  dirigió sus acciones de restricción de circulación al transporte público de pasajeros, generando un verdadero caos, ya que la medida impacto a los ciudadanos que no disponían de autos particulares, posteriormente se llevó a cabo el Doble Hoy No Circula, la integración de hologramas (0, 1, 2, 00), el Hoy No Circula Sabatino, que daba lugar a pensar que el Programa se instrumentaba, porque representaba un buen negocio a favor del Gobierno del Distrito Federal en materia de recaudación y de los concesionarios de los Centros de Verificación, sin olvidar a todos aquellos que de una u otra forma participan de manera legal o ilegal en el proceso de otorgar la calcomanía y su verificación, naciendo negocios de pre-verificación, que son parte de la problemática real. Asimismo, el Programa Hoy No Circula provoco que el parque vehicular se incrementará, ya que las familias que disponían de un vehículo, optaban por adquirir otro para poder circular y eran vehículos de años anteriores, provocando el aumento de vehículos.
Además, debe recordarse, que ante la problemática existente diversas armadoras de autos buscaban afanosamente que los compradores pusieran los ojos en sus vehículos, dando a conocer diversos avances tecnológicos en cuanto a disminuir los niveles de contaminantes.
Sin embargo, las medidas gubernamentales y de la industria automotriz, de nada han contribuido a que se solucione el problema de la contaminación, el Programa Hoy No Circula, sigue y sigue, sin que realmente se obtenga resultados favorables.
La corrupción y la ilegalidad, han sido parte de la historia del desarrollo del Hoy No Circula, lo cual deriva a su rechazo e inconformidad.
Las más recientes disposiciones, las cuales señalan que los vehículos con 15 años de antigüedad en adelante no podrán transitar un día a la semana y todos los sábados, simplemente, impactaron en la consciencia ciudadana. Aquellos que tengan de 9 a 15 años tienen una restricción de un día a la semana más dos sábados al mes. La legislación elaborada en la materia, señala además, que estarán exentos de la nueva norma los vehículos híbridos, eléctricos y con calcomanía 00 y 0.
Las protestas no se hicieron esperar en diferentes puntos de la ciudad. Ciudadanos, comerciantes, taxistas, políticos, entre otros participaron en marchas que exigían echar atrás la legislación.
El Programa Hoy No Circula, simplemente  a través del tiempo ha mostrado que no es una solución para combatir la contaminación, ni una forma para generar mejores condiciones de movilidad en la Ciudad de México y el Valle de México.
Hay factores más allá que los propios vehículos que impactan en la creciente contaminación, desde factores humanos (corrupción) hasta medidas de mejores condiciones de movilidad en la Ciudad de México y Valle de México.
Las medidas que recientemente se han instrumentado en la capital de la Republica y el valle de México, son insuficientes, las reducciones de carriles, las macetitas, las jardineras, los carriles para ciclistas, las obras innecesarias que tienen por objeto hacer más lenta la circulación, el exceso de topes, el Reglamento de Tránsito y los ridículos límites de velocidad, todo ello contribuye a que la problemática se agrave ante un deficiente Transporte Público que no provoca que la ciudadanía opte por dejar sus vehículos en casa. Y más aún, cuando no existen medidas de seguridad en el transporte público y en las principales terminales como son Indios Verdes, Toreo, Pantitlan, Taxqueña, Observatorio, entre otros..
Si realmente deseamos romper con la dependencia de los automóviles, es indispensable disponer de un transporte público a la altura de la Ciudad de México y el Valle de México. Si realmente deseamos Transformar la Megalopolis, primero debemos resolver las necesidades y requerimientos de la población en materia de movilidad.
Hoy más que nunca, deben existir mejores alternativas que permita disponer de transporte público eficiente y a bajo costo, que sean seguros y que permita un viaje placentero.
Hoy más que nunca, necesitamos generar mejores expectativas de movilidad ciudadana, donde los medios de transporte público sean acordes al nivel de demanda y a los requerimientos de eficiencia y calidad de la población.

Un Transporte caro y deficiente, lo único que provoca es descontento social e incremento de la utilización de vehículos propios, la meta que debe fijarse es que el Programa de Hoy No Circula debe desaparecer, siempre y cuando se logre los avances de movilidad y desarrollo urbano que requiere la Ciudad de México y el Valle de México. Si el Programa de Hoy No Circula se mantiene y endurece sus medidas es que es un fiel indicador que nos encontramos en una verdadera crisis de movilidad que no se ha logrado resolver ante las deficientes y débiles medidas de los gobiernos que se encuentran inmersos en el Valle de México.    

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