Después de la maratónica sección en la Cámara de Senadores y el intento de Golpe de Estado del Poder Judicial para impedir la aprobación de la Reforma, la cual se logró con 86 votos a favor, 41 en contra y, 0 abstenciones, dando lugar a que la Reforma del Poder Judicial avanzará y ahora los congresos estatales seccionarán para aprobar o rechazar dicha Reforma.
Fueron 13 horas que duró la sección en el Senado de la República, tanto en su sede oficial como en la alterna, la madrugada de este miércoles 11 de septiembre fue aprobada en lo general y lo particular la Reforma al Poder Judicial de la Federación, por lo que el dictamen sin modificaciones ya fue enviado a los estados.
Al tratarse de una iniciativa emanada desde la Presidencia, se requiere -además del aval de la Cámara de Diputados y del Senado- la aprobación de 2/3 partes de los congresos estatales, es decir, 17 legislaturas. Una vez que eso ocurra, la reforma será regresada al Ejecutivo para su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
A pesar de la toma de las instalaciones del Senado, la violencia y los destrozos realizados por manifestantes de trabajadores del poder judicial y la breve suspensión de la sección, las actividades se retomaron en sede alterna en el primer cuadro de la ciudad de México.
Cabe recordar, que la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido aprobada por el Senado, después de avanzar en la Cámara de Diputados —en donde la mayoría calificada de Morena y sus aliados ratificaron la enmienda sin mayores contratiempos— el proyecto de ley enfrentó las mayores resistencias en la Cámara alta, a pesar de la resistencia de la oposición, tanto al interior de la Cámara como afuera.
La reforma, plantea la elección por voto popular de ministros, jueces y magistrados, la reducción de la Suprema Corte, así como la creación de un órgano de administración judicial y un Tribunal de Disciplina, se mantuvo hasta que fue aprobada en lo general, a partir de ese momento, la aprobación en lo particular fue menos tensa.
Entre los aspectos sobresalientes de la Reforma del Poder Judicial, destaca la elección popular de más de 1 600 cargos judiciales, entre ministros de la Suprema Corte, consejeros del Consejo de la Judicatura Federal, magistrados del Tribunal Electoral Federal, magistrados de circuito y jueces de distrito. Las elecciones se llevarían a cabo de forma escalonada en dos fases: mientras en 2025 se elegirían tanto a los ministros de la Suprema Corte, como los magistrados del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, del nuevo Órgano de Administración y a la mitad de los jueces de distrito y magistrados de circuito; en 2027 se culminaría con la mitad restante. Las elecciones serían organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE).
La reforma también pretende reducir a nueve los ministros que integran la Suprema Corte, hoy compuesta por 11 integrantes. La presidencia, será renovada cada dos años de forma rotatoria, determinada por el número de votos obtenidos por cada candidatura. Además, los ministros electos permanecerán en su cargo ocho, 11 y 14 años, en función del número de votos obtenidos por cada uno: los más votados se mantendrán en el cargo durante un periodo mayor.
Los ministros en funciones que no resulten electos en 2025 no serán beneficiarios del haber por retiro, una pensión vitalicia que incluye aguinaldo, seguro de vida, prima vacacional y bono por riesgo. Además, la reforma plantea que ningún ministro, magistrado o juez podrá ganar un salario mayor al del presidente.
En lo que respecta a los jueces y magistrados, la reforma plantea un periodo de nueve años en el cargo, con la opción de presentarse a una reelección consecutiva. Los requisitos para aspirar a estos cargos judiciales incluyen tener un título profesional en Derecho y un promedio de ocho a nueve en las materias afines, tener experiencia de al menos cinco años en la actividad jurídica, además de entregar ensayos y cinco cartas de referencia entre vecinos y colegas, que respalden su idoneidad para el cargo.
Ahora, es importante señalar que la Reforma aprobada tendrá que ser avalada por 17 Congresos estatales.
La Resistencia Opositora, no logro detener la Reforma y sucumbieron a pesar de las diversas acciones instrumentadas para detener la aprobación.
Lo fundamental radica, que 86 votos avalaron la Reforma y 41 fueron en contra, lográndose los 2/3 de votos que se requería.
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