El Movimiento Regeneración Nacional (Morena), realizó su VII Congreso Nacional extraordinario en el WTC de la Ciudad de México, para elegir a su nueva dirigencia, que entrará en funciones el próximo martes 1 de octubre.
Más de tres mil consejeros de Morena, estuvieron presentes con la finalidad de elegir a la próxima dirigencia del movimiento - partido, donde lo fundamental no solo fue la elección democrática de los nuevos dirigentes, lo realmente importante es que la nueva dirigencia presento su Relevo Generacional, un relevo generacional que tendrá la gran responsabilidad de consolidar el desarrollo y crecimiento de morena como institución política.
Debe señalarse, que el Relevo Generacional se realiza sin sobresaltos, sin dimes ni diretes, con la plena convicción de que esta generación de políticos habrá de continuar con paso firme, las acciones y los avances, así como cambios que requiere el movimiento para seguir siendo exitoso y se proyecte a nivel internacional como un ejemplo a seguir por su lucha a favor del pueblo y de los que menos tienen.
La aprobación de la Mesa Directiva de Morena, encabezada por Luisa María Alcalde Luján, fue asumida con beneplácito, desde muy chica fue un miembro importante del movimiento, participando desde el 2006 en las protestas en contra del fraude electoral, fue fundadora como representante de las juventudes de morena, fue el rostro del movimiento en sus primeros pasos, ha sido Diputada Federal y Secretaria del Trabajo y Previsión Social, es la Secretaria de Gobernación y a partir del 1 de octubre, será la dirigente más joven de la breve historia del movimiento – partido, dando inicio al Relevo Generacional, que estará siendo observado por la vieja guardia de políticos que estarán muy a pendientes del trabajo, dedicación, esfuerzo y resultados de quienes hoy habrán de dirigir al movimiento – partido más exitoso de México.
El Relevo Generacional de morena, inicia en su dirigencia, pero no es un cheque en blanco, ya que en morena no se permitirá que ocurra lo que aconteció con el PRI y PAN, que sus nuevas generaciones de políticos y dirigentes, fueron peores que el viejo PRI y PAN.
El viejo morena, el cual da un paso al costado, cede los espacios para el Relevo Generacional, quienes habrán de asumir las riendas a nivel nacional, tienen la gran responsabilidad de que el movimiento continue por una senda de valores, principios y ética política, permitiendo con ello la consolidación de esta institución política.
La nueva dirigencia nacional, no la tienen fácil, los resultados obtenidos hasta el momento son contundentes y cualquier desvío o disminución de lo que se ha alcanzado será una dura crítica para los que ahora participan al frente del movimiento – partido.
No habrá oportunidad para que la nueva dirigencia morenista caiga en banalidades, ni se permitirá que su inexperiencia o visión equivocada puede provocar que la población perciba falta de empatía, donde la exclusión, la violencia y la agresión política se convierta en una acción imperceptible, pudiendo desestabilizar los grandes avances logrados y provocar el debilitamiento de morena.
La banalización de la vida cotidiana como un ejercicio diario carente de conciencia, puede llevar a una sociedad indiferente. La indiferencia sería la antesala de la deshumanización, del egoísmo en su máximo esplendor, por ello la importancia de que el humanismo mexicano sea una bandera de lucha, acción y estrategia.
Se tiene ejemplos muy contundentes, cuando el relevo generacional se realiza de manera impropia, las consecuencias pueden ser aterradores, el Nuevo PRI que surgió después de su derrota en el 2000, fueron peores a sus antecesores.
En el caso del PAN, su juventud que se autodenominaban “rebeldes”, llamados a ocupar el poder que lograron ante la concertación y el hartazgo de la población del PRI en el 2000, lograron mantener las riendas del país por dos períodos, uno de esos períodos a través del fraude electoral, provocaron que el Nuevo PAN cayeran en la corrupción, influyentísmo, amiguismo, nepotismo y compadrazgo, buscando a toda costa que sus privilegios adquiridos no sean “tocados” y esa fue su bandera de lucha, después de dejar el poder.
Esos ejemplos claros, brindados por los jóvenes prianistas, no deben repetirse en morena, la Revolución de las Consciencias, es un pilar que habrá de corregir cualquier desvió u omisión en la dirigencia nacional, su militancia con pensamiento diverso y simpatizantes que ingresan a esta institución política por convicción, así como los fundadores de morena y obradoristas estarán pendiente a que no se olviden los principios básicos del movimiento – partido, que es no robar, no mentir y no traicionar, los “viejos morenistas”, estarán atentos a que la formación política, la capacitación y profesionalización de los integrantes del movimiento y ciudadanía en general se realice de manera permanente, brindando las herramientas necesarias de conocimiento e información.