El desplome de la oposición moralmente derrotada, está llegando a un punto, donde el odio, la frustración y la perdida de privilegios provoca en sus exponentes la perdida de la realidad cotidiana.
Las mentiras, las especulaciones y la falta de veracidad y sentido común en sus palabras, argumentos y opiniones, cada día los aleja más y más del electorado.
Critican y cuestionan al súper peso, quizá por el hecho de que apostaron en su contra y hasta el momento están perdiendo esa apuesta.
Critican y cuestionan la reducción de la inflación, así como los datos de un mayor incremento de la inversión extranjera en nuestro país.
Critican y cuestionan las ganancias de inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, derivado de una economía sana, estable y que no ha recurrido al endeudamiento.
Critican y cuestionan los programas sociales que siguen favoreciendo a adultos mayores, jóvenes, personas con capacidades diferentes, madres solteras, campesinos y un gran estrato de la sociedad, que hoy disponen de recursos que les permite vivir con dignidad y afrontar momentos difíciles en materia económica.
Critican y cuestionan que exista mayor ocupación y mayores oportunidades de empleo, que los incrementos al salario mínimo permita avanzar en la recuperación del poder adquisitivo y que exista una mayor sensación de felicidad en los habitantes del país, al disponer de opciones sociales que le brinda un estado de bienestar.
Y por qué se quejan, si la oposición también reciben pensión de adultos mayores, pueden disponer de espacios en jóvenes construyendo el futuro, pueden contar de becas a jóvenes estudiantes, siempre y cuando estudien en escuelas públicas y demás programas y apoyos que brinda el estado mexicano.
Quizá su malestar, su odio, su frustración y gran desconfianza se derive a la perdida de privilegios, que en años anteriores les permitía mayores ganancias, aunque esos privilegios solo fuera para unos cuantos y no así para la inmensa mayoría de mexicanos.
Solo falta que la oposición moralmente derrotada confronte a la población de México por el deseo de que siga la 4T y se mantenga la esperanza de un país más Humano, honesto, honorable y fraternal.
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