Después del sismo ocurrido el pasado martes,
muchos han pretendido entrar en escena buscando sacarse la foto del recuerdo y
pretendiendo mostrar su gran preocupación por los damnificados, creyendo que
las calles de la Ciudad de México son pasarelas que pueden mostrar su mejor
perfil de escena y ser aplaudido por la gente por sus actos magnánimos que
muestran en cada espacio de derrumbe que pueden encontrar.
Que tan lejanos son, parece que no sea han dado
cuenta que la ciudadanía sigue harta de los políticos y sus actitudes de
vedette, no cambian y se aferran a estar cerca de los reflectores, aunque en
estos instantes les puede causar que les llueve de todo, no solo insultos y
cualquier objeto que es enviado pro la multitud, esa multitud responsable y
seria que ha salido a la calle a solidarizarse con los que han caído en
desgracia o han perdido si patrimonio a causa del sismo.
Ese río de gente y esas mujeres y hombres que
ponen a disposición su esfuerzo y tiempo para ayudar a los damnificados y
colaborara a que se rescaten vidas humanas y que exista los productos más
necesarios para la población a través de la donación de alimentos y medicinas.
Son los verdaderos héroes anónimos que recorren no solo la Ciudad de México,
sino los Estados que en estos momentos padecen la desolación del sismo.
Pero a pesar de todo de las advertencias que se
habían dado con otros funcionarios menores de que no pretendieran robar cámara
los funcionarios o políticos, Osorio Chong, se apersonó en la fabrica textil
en la calle de Simón Bolívar y Chimalpopoca en la colonia Centro, y fue recibido
con insultos y exigencias de que se fuera del lugar y hasta un golpe recibió,
mientras era escoltado por policías y elementos de rescate.
El
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue reprendido por
un grupo de personas por querer aparecer en los reflectores mientras hacía un
recorrido por la CDMX tras el sismo de 7.1 grados del pasado martes, cayendo el
error de pretender ser entrevistado por los medios de comunicación.
Mientras, en este lugar albañiles, vecinos,
rescatistas y oficinistas trabajan en el rescate de personas atrapadas en una
fábrica de siete pisos que colapsó tras el sismo. La sensibilidad social,
humana y política no existió. Esperamos que morenistas que hayan asistido de
buena fe y con deseos de apoyar de manera plena a nuestros hermanos en
desgracia, eviten a toda costa mostrar en las redes sociales su participación
en cualquier tipo de actividad desarrollada. Deseamos contar con Héroes
Anónimos y darles su reconocimiento a miles y miles que han surgido en este 19
de Septiembre del 2017, así como ocurrió hace 32 años atrás, cuando la Ciudad
de México se vistió de luto por un sismo de mayor intensidad pero más lejano
que el recientemente.
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