viernes, 22 de septiembre de 2017

Osorio Chong sale de prisa ante insultos de los voluntarios por querer salir en la foto en la Fábrica Textil derrumbada en la colonia Centro.

Después del sismo ocurrido el pasado martes, muchos han pretendido entrar en escena buscando sacarse la foto del recuerdo y pretendiendo mostrar su gran preocupación por los damnificados, creyendo que las calles de la Ciudad de México son pasarelas que pueden mostrar su mejor perfil de escena y ser aplaudido por la gente por sus actos magnánimos que muestran en cada espacio de derrumbe que pueden encontrar.
Que tan lejanos son, parece que no sea han dado cuenta que la ciudadanía sigue harta de los políticos y sus actitudes de vedette, no cambian y se aferran a estar cerca de los reflectores, aunque en estos instantes les puede causar que les llueve de todo, no solo insultos y cualquier objeto que es enviado pro la multitud, esa multitud responsable y seria que ha salido a la calle a solidarizarse con los que han caído en desgracia o han perdido si patrimonio a causa del sismo.
Ese río de gente y esas mujeres y hombres que ponen a disposición su esfuerzo y tiempo para ayudar a los damnificados y colaborara a que se rescaten vidas humanas y que exista los productos más necesarios para la población a través de la donación de alimentos y medicinas. Son los verdaderos héroes anónimos que recorren no solo la Ciudad de México, sino los Estados que en estos momentos padecen la desolación del sismo.
Pero a pesar de todo de las advertencias que se habían dado con otros funcionarios menores de que no pretendieran robar cámara los funcionarios o políticos, Osorio Chong, se aper­sonó en la fabrica textil en la calle de Simón Bolí­var y Chimalpopoca en la colo­nia Centro, y fue reci­bido con insultos y exigencias de que se fuera del lugar y has­ta un golpe recibió, mientras era escoltado por policías y ele­mentos de rescate.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue reprendido por un grupo de personas por querer aparecer en los reflectores mientras hacía un recorrido por la CDMX tras el sismo de 7.1 grados del pasado martes, cayendo el error de pretender ser entrevistado por los medios de comunicación.

Mientras, en este lugar alba­ñiles, vecinos, rescatistas y ofi­cinistas trabajan en el rescate de personas atrapadas en una fábrica de siete pisos que colap­só tras el sismo. La sensibilidad social, humana y política no existió. Esperamos que morenistas que hayan asistido de buena fe y con deseos de apoyar de manera plena a nuestros hermanos en desgracia, eviten a toda costa mostrar en las redes sociales su participación en cualquier tipo de actividad desarrollada. Deseamos contar con Héroes Anónimos y darles su reconocimiento a miles y miles que han surgido en este 19 de Septiembre del 2017, así como ocurrió hace 32 años atrás, cuando la Ciudad de México se vistió de luto por un sismo de mayor intensidad pero más lejano que el recientemente. 

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