No es tiempo de demitir, declinar, renunciar
y mucho menos abandonar un proyecto alternativo de nación ante los estragos que
la crisis sanitaria y económica está dejando a su paso en este 2020.


En el Segundo Informe de Gobierno, Andrés
Manuel López Obrador, da a conocer un panorama con logros y pendientes. Sin
lugar a dudas, se le aplaude la lucha contra la corrupción e impunidad, una
lucha donde la resistencia sigue frenando acciones a favor de México, pero se
avanza en el ámbito federal y se tendrá que proyecta en los espacios estatales
y municipales, México debe transformarse de manera integral para lograr arribar
a la Cuarta Transformación con banderas desplegadas.
Las acciones emprendidas a través de los
programas sociales, impulsados por el actual gobierno, contribuyen
positivamente para que niños, jóvenes y adultos mayores dispongan de recursos
que les permita atender de manera urgentes sus necesidades básicas. La
población más vulnerable esta en el centro del apoyo de la Cuarta
Transformación, en estos tiempos de pandemia y crisis económica.

En materia de inseguridad, la Guardia
Nacional sigue brindando resultados positivos en su corta existencia, hay
avances, pero también pendientes que no puede soslayarse de manera grotesca.

Hoy más que nunca, se requiere creatividad
para transformar nuestro presente con cambio verdadero. Transformarlo con la
plena convicción de brindarle a la población los satisfactores básicos de
bienestar, donde la familia disponga de las condiciones adecuadas de progreso
social.
Hoy más que nunca, requerimos imaginación
para que la transformación pueda avanzar con paso firme y contundente a mejorar
nuestro entorno, que exista movilidad e infraestructura básica que coadyuve a
que la población cuente con los espacios necesarios para impulsar el desarrollo
y crecimiento.
Hoy más que nunca, necesitamos unir esfuerzos
y voluntades en torno a un fin común que es el desarrollo y crecimiento de
México.
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