sábado, 30 de mayo de 2020

Morena no debe repetir los errores del PAN en la alternancia del poder, es necesaria la aniquilación del viejo régimen.

Hay que tener presente, las recientes declaraciones que expreso Ricardo Monreal, “Morena debe actuar con altura de miras, sin odios, sin mezquindades y sin pretender “aniquilar” a los opositores”, quien recordó que la transformación de México requiere de conciliación y de sumar a todos, incluidos o los cuatro sectores que se rebelan a la Cuarta Transformación.
En su mensaje, en redes sociales, Ricardo Monreal afirmó que hay cuatro grupos de rebeldes: “la rebelión del capital, la rebelión justa o injusta de gobernadores en los estados, la rebelión de partidos políticos y sus dirigentes, y la rebelión de a quienes se les ha suprimido el caudal de privilegios que en el pasado les había sido concedido de manera permanente e ilegal”.
Pero pidió a Morena no pretender aniquilar a sus opositores.
Asimismo, señalo, “la sociedad está polarizada, quienes simpatizamos con el movimiento y tenemos que actuar con firmeza y autenticidad, debemos de cuidar que no sea la aniquilación del adversario; que respetemos la posición que se advierte desde la trinchera opuesta, que vamos a lograr salir adelante con medidas de conciliación y también con medidas que ayuden a todos”.
Sin embargo, hablar de reconciliación, de respeto, de cordialidad y de apertura política con esos cuatro sectores que están en rebelión, día a día muestran en su actitud y proceder como oposición, que oyen y no escuchan, que miran y no ven, que comprenden y no entienden, que simplemente están en rebeldía.
Buscan concesiones, privilegios, ganancias de pescadores, no pretenden ni desean caminar juntos por México.
Y debemos recordar, los más recientes acontecimientos de nuestra vida democrática.
El talón de Aquiles de las alternancias, en los recientes procesos electorales, ha estado en la imposibilidad de armar una propuesta de liquidación del viejo régimen y de construcción de una democracia real y palpable.
Recordemos que Fox tuvo el bono político para diseñar una agenda de cambios, de transformaciones, pero prefirió quedarse con el cambio y entenderse con el PRI para conseguir la estabilidad y gobernar con comodidad.
Dos intentos hizo Fox para lograr un acuerdo con el PRD, pero ambos fracasaron: cuando al final de la campaña le pidió a Cuauhtémoc Cárdenas, declinación a su favor, a cambio de firmar un programa bipartidista contra el PRI, y después de las elecciones el acuerdo para un gobierno de coalición a cambio de dos secretarías de gabinete y una paraestatal al PRD. La negativa del PRD frustró la relación transición–instauración democrática.
Otro error estratégico del PAN en la Presidencia de la República, con Fox y con Calderón, fue la decisión de aprovechar en su beneficio el sistema político priísta erigido sobre la fuerza institucional del presidente de la República y el dominio político del partido–Estado. Un error grave que permitió que una institución política como el PRI se levantara de la lona.
Creyeron que el poder absoluto era el presidencialismo, grave error, el presidencialismo ya había sido debilitado por la alternancia del poder y los niveles de descomposición de la figura presidencial estaban causando graves estragos en la conciencia ciudadana.
Pero el grave error de cálculo del panismo, fue pensar que la verdadera fuerza del priismo descansaba sólo en la dependencia del presidente de la República y la estructura de las dependencias del gobierno federal, error, el PRI conservaba aún gran presencia en su dominio orgánico y territorial: la república priísta.
La vigencia del sistema político priísta, se mantuvo, porque en los estados aliancistas el PRI sobrevivió por su estructura corporativa, articulada a los gobiernos estatales o a las estructuras vigentes como el Poder Legislativo, los cacicazgos, los sectores corporativos productivos y hasta los medios de comunicación.
La sobrevivencia del PRI como estructura de poder en el 2012 fue responsabilidad del PAN y del PRD al plantear las reformas políticas y electorales. Por ello, el PRI regreso al poder con Enrique Peña Nieto y el error del tricolor fue el constituir al “Nuevo PRI”, de jóvenes, sin identidad, sin experiencia y sobre todo sin principios,  y valores, ya que ni respetaron la historia de la institución política que les brindo la oportunidad de estar en el poder, y aniquilaron al Viejo PRI y su historia, pretendiendo desaparecer a las instituciones que el propio PRI construyo a través de su historia, debilitando al IMSS, PEMEX, CFE y corrompiendo las dependencias federales, junto con sus aliados del Pacto por México.
En esos momentos, se escribió la debacle del PRI, su voracidad y el saqueo indiscriminado de los bienes nacionales, a nivel federal como estatal, fue tan dantesco que la propia población dijo ¡Basta!, el 1 de Julio de 2018.....
Morena, no puede repetir la misma historia, que el PAN, PRD, ni el PRI, así como, demás partidos comparsas. Es necesaria la aniquilación de esos reductos de rebeldes, que no dan señales de querer solidarizarse y trabajar de manera conjunta a favor de México.
La mano ha estado extendida, desde el 1 de Julio; sin embargo, no dan muestra de querer claudicar a sus pretensiones, el 2021 morena debe ser contundente contando con el apoyo del electorado.
Hay que ir por todo y demostrar a propios y extraños, que no hay vuelta atrás, el 1 de Julio de 2018, el pueblo de México, le brindo a morena un bono político casi total para Transformar a México y que la Cuarta Transformación se convierta en una realidad. El 2021, será el año de ir por la gran mayoría de los estados y a través de ese bono político, responder con cabalidad al pueblo de México.

La mano sigue extendida y se espera que la oposición, asuma el papel que le corresponde a favor del país.  

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