lunes, 18 de mayo de 2020

La Carta Magna debe contener el marco jurídico propicio que permita impulsar y desarrollar rápidamente el Estado de Bienestar en México.



La crisis sanitaria y sus efectos en materia económica, han dado lugar a que los países, reflexiones de manera abierta y concisa, los motivos que han dado lugar a todo un desastre que se percibe en la faz de la tierra.
Está claro que COVID-19, no se va erradicar con aislamientos y cuarentenas, pero tampoco, con la aplicación masivamente de pruebas epidemiológicas y protocolos de bioseguridad para que la gente pueda volver a trabajar. Para que la ciudadanía, recobre la confianza perdida y trate de llevar una vida normal, primero debe darse cuenta, que a partir de este momento, su vida pasa a tener una “nueva normalidad”. Mientras no existan las condiciones que brinden a la población la seguridad de salud y no se disponga con una vacuna o un tratamiento reconocido por los principales organismos internacionales de la salud a nivel mundial, el enemigo silencioso e invisible estará esperando el momento de volver a generar el caos.
Tampoco, podemos echar en saco roto, la urgencia que existe en reiniciar las actividades productivas y económicas de todos los sectores; estamos conscientes que la propia sociedad, sobre todo aquella más desprotegida, se encuentra en una situación altamente vulnerable y grave en materia de ingresos, no dispone de los recursos mínimos para alimentación y prolongar esta situación, representa un duro golpe.
Sin embargo, el no hacerlo de manera ordenada, programada y bajo protocolos bien definidos de seguridad sanitaria, daría lugar a un nuevo rebrote del coronavirus, lo cual es inaceptable.
Hay un sector empresarial, que esta muy nervioso, desesperado y temeroso, los cuales deben tranquilizarse y proponer soluciones innovadoras que permita un transito adecuado del confinamiento a la movilidad, de la parálisis a la actividad económica, evitando enfrentar al enemigo invisible y silencioso, ya que lo que se pretende es no causar mayores perdidas, tanto humanas como económicas.
Muchos países que sacrificaron su economía para implementar medidas de confinamiento total de sus ciudadanos, están enfrentando nuevas olas de contagios del virus, y ahora han tenido que diseñar medidas que ponga como prioridad al ser humano antes que a la propia economía. Se dieron cuenta, que no por mucho madrugar amanece más temprano…  
Que enseñanza nos esta dejando esta crisis sanitaria y los efectos económicos que se han generado, que el modelo neoliberal esta entrando en una etapa de declive total. Los principales indicadores de bienestar, han sido afectados de manera invariable y estos indicadores de bienestar deben de protegerse de manera prioritario.
A que nos referimos, pues a Salud, donde fue descuidada, ignorada, soslayada y olvidada, y el coronavirus mostro las debilidades del sector salud, en cuanto a infraestructura, recursos humano, equipamiento, capacitación y profesionalización, así como apertura organizada y planificada a nivel municipal y estatal.
Otro indicador de importancia es el Empleo, en esta ocasión, el número de empleos perdido puede llegar a un millón, se presento la solidaridad de los pequeños y medianos empresarios, así como grandes, quienes apoyaron y brindaron a sus trabajadores la oportunidad de disponer de sus sueldos en este periodo de cuarentena, mientras que otros, simplemente, cerraron sus puertas y dejaron a miles de trabajadores sin empleo.
Los primeros, han recibido el apoyo del Gobierno Federal, los segundos, pues ni pena ni gloria.
En cuanto a Vivienda, la población ha tenido la gran oportunidad de descubrir que tan gentil y calidad es su hogar, se dio cuenta que le hace falta, que tan confortable y amigable, así como su funcionabilidad, operatividad y seguridad.
La crisis sanitaria y de confinamiento, le ha dado a la gente la posibilidad de evaluar realmente su casa, su hogar. Para un gran número de ciudadanos que disponen de pequeñas casa de interés social, la Sana Distancia y quedarse en casa, resulto ser una verdadera pesadilla, una odisea y máxime cuando todos los integrantes de la familia están en confinamiento.
Otro de los indicadores de bienestar que debe tenerse en cuenta es el ingreso, un tema sensible y de gran preocupación, muchas familias pudieron disponer de recursos ya que son trabajadores de gobierno federal, estatal y municipal, el confinamiento lo pueden hacer sin la preocupación de la falta de recurso; así mismo, ocurrió con los trabajadores que disponen de peque{os y medianos empresarios solidarios, contaron con su pago correspondiente. Quienes están en los diversos programas de bienestar y sociales, de una u otra forma, lograron complementar sus pocos recursos con el adicional de los programas, un gran número de familias lograron soportar el quedateencasa.
Sin embargo, hay otros que definitivamente, la están pasando difícil, complicada y estresante. Ya que depende de recursos que se obtienen día a día, ya sea a través del comercio informal, servicio y actividad profesional. Por sus características de edad y genero, no dispone de apoyo a través de un programa de bienestar o social, no dispone de recursos vía pago de nomina y solo depende de lo que pueda obtener a través de su trabajo día a día. El problema es que al existir un confinamiento de las personas y cerrar las fuentes de empleo y disminuir la actividad productiva y empresarial, así como las restricciones de las autoridades en materia de sana distancia y quedarse en casa, da lugar a una crisis, que semana a semana se va agravando.
Que hacer con esa gente que no tiene el apoyo de estar en la lista de bienestar, crédito a la palabra, tandas del bienestar o cualquier otro programa que le permita disponer de recursos frescos para seguir subsistiendo o resistiendo la crisis sanitaria y económica.
Esperamos que los responsables de los programas sociales y de bienestar del Gobierno Federal, piensen en todos, en todos. Una alternativa, es que se diseñe un programa para gente de 45 años a 67, que aún sean productivos, creativos, innovadores y participativos, con el fin de aprovechar sus potencialidades. No solo los jóvenes tienen esas características, también los no tan jóvenes.
Otro de los indicadores que debe tenerse en cuenta es el relativo educación, que es un tema aparte y de varios matices, al igual que de comunidad, medio ambiente, seguridad y proyectos productivos de cooperativas y comunitarios dentro del marco del urbanismo.
En el caso específico de Ecatepec, el poder diseñar un Presupuesto de Bienestar, con indicadores propios en conformidad a su problemática y necesidades; así como un diagnóstico real, colonia por colonia, fraccionamiento, unidad habitacional, conjunto urbano, pueblo y barrio, daría lugar a tener una matriz y generar un tablero de control de Bienestar y Progreso Social, que es otro tema.
Por ello, la importancia, de que el Congreso de la Unión realice las reformas necesarias que permita el desarrollo de un Estado de Bienestar y esta se pueda extender a nivel Estatal, municipal, regional y hasta por colonia.
Si realmente, deseamos transformar al país e impulsar el Renacimiento de México, es importante que sociedad, empresarios y gobierno, caminemos juntos a un proyecto común, este puede ser nuevo, innovador y vanguardista, todo dependerá de la unidad, solidaridad y compromiso de todos.
Más adelante, daré a conocer los primeros esbozos sobre la  propuesta de Presupuesto de Bienestar y Progreso Social para Ecatepec y los principales indicadores de Bienestar que hay que impulsar, fortalecer y consolidar. 

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