Hoy más que nunca, es indispensable romper
esos bloques aliancistas que los partidos políticos realizan, con el único fin
de mantenerse en el poder y repartirse cargos políticos y administrativos, sin
considerar a la población. En las últimas décadas, esos políticos sin visión
social le han arrebatado a los profesionistas, académicos, investigadores, científicos
y técnicos, así como empleados, obreros y clase trabajadora sus empleos, sus
sueños, sus oportunidades y los encaminan a la desesperanza y la desilusión, corrompiéndolos
y generando un país sin principios, valores, moralidad, dignidad y respeto.
Ha llegado el momento, de romper ese esquema
de coaliciones y alianzas partidistas que denigran la vida nacional y provocan
la violencia, inseguridad, la corrupción, el odio y el rencor entre los propios
mexicanos.
Por ello, el movimiento regeneración
nacional, tiene la responsabilidad y la obligación de evitar conformar alianzas
y coaliciones que denigren el espíritu de la democracia, la competencia leal y la
identidad ideológica.
Cuando un gobierno debilita instituciones,
corrompe a los ciudadanos y protege el dinero y no a la población, ese gobierno
no brindará los apoyos y los recursos para fortalecer a la población e impulsar
el bienestar social. Al contrario, solo buscará que los grandes intereses
económicos florezcan y dispongan de los recursos nacionales para hacer negocio,
arrebatándole a la ciudadanía la esperanza y su futuro.
Hoy más que nunca, trabajadores del sector
público están viviendo muy de cerca la pérdida de su empleo ante los errores y
la falta de visión política, económica y social de un mal gobierno. Los
sacrificados serán los trabajadores, que de nada sirvió su esfuerzo, su
dedicación, su entusiasmo y disciplina, a final de cuentas son lanzados de su
espacio laboral para ser sustituidos por otros que suelen entrar por la puerta
de atrás. No se reconoce la antigüedad y la experiencia, no se reconoce la
calidad y la eficiencia, simplemente son ignorados ante la crisis económica y
recesión que los gobernantes insisten que viene más allá de nuestras fronteras,
su falta de imaginación, de visión social y de entereza administrativa y
política, da como consecuencia la debacle de empleos formales y avance de la pobreza en México.
Militantes priistas, panistas, perredistas y
de diversos partidos políticos, ya están cansados de recibir migajas y limosnas
en cada proceso electoral. Ante la pérdida de empleo y la falta de
oportunidades de poder encontrar una nueva opción se pronuncian con mayor vigor
en torno a convertirse en verdaderos protagonistas del cambio y plasmar en la
boleta electoral sus deseos de un Cambio de Rumbo, ya no desean que siga
prevaleciendo la inseguridad, la corrupción, el desempleo, el despido masivo de
trabajadores y la falta de oportunidades, ya no desean despensas, obsequios, apoyos
condicionados y la compra de su voluntad política, porque se han dado cuenta
que su familia no puede subsistir con migajas y limosnas.
Hoy esos militantes buscan dar un giro a la
historia de México, escribir una nueva historia y conformar un futuro
prometedor a favor de todos. Hoy más que nunca, la población exige un Cambio
Verdadero, donde no solo unos cuantos salgan beneficiarios, sino que el
beneficio social sea para todos.
La inseguridad, la corrupción, la pobreza, la
falta de oportunidades no ve colores ni siglas, les pega a todos por igual.
Y esa enseñanza la están viviendo en estos
momentos miles de trabajadores al servicio del Estado que han perdido su
empleo, su fuente de ingreso y ahora tendrán que remar contra la corriente.
Miles y miles de trabajadores que están observando como sus pequeñas pensiones
ya no les alcanzan y que su vida entera de esfuerzo brindado a una institución
pública, se diluye y se devalúa ante la emergencia económica y la pérdida del
poder adquisitivo.
Solo hay promesas de un futuro mejor,
promesas que vienen desde 1990 y no existen avances significativos que permita
ver la luz. La constitución ha sufrido un gran número de reformas,
modificaciones y cambios que simplemente ya no cumple su labor en proteger y
atender a la población. Las instituciones públicas que un día fueron el orgullo
de la nación están destruidas, olvidadas, saqueadas, por los propios
gobernantes, Luz y Fuerza del Centro, CFE, Pemex, ISSSTE, IMSS y todas aquellas
empresas paraestatales que fueron orgullo de México, ya no existen y las que
quedan están tan debilitadas que son una vergüenza nacional.
Los trabajadores de Petróleos Mexicanos, del
ISSSTE, IMSS, de las Universidades, de las dependencias gubernamentales que en
estos momentos han sufrido la pérdida de su empleo, saben a ciencia cierta que
es hora de Cambiar de Rumbo. México, merece un futuro prometedor y ya no de
promesas, el 2016 y los años futuros la alianza ciudadana puede dar el paso
para hacer que el país se Transforme con Cambio Verdadero.
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