viernes, 30 de octubre de 2015

México, es Sinónimo de Cultura.

Nuestra Cultura nos distingue a nivel Mundial
Una iniciativa que ha causado grave preocupación en el ámbito cultural, es sin lugar a dudas, la planteada por el Ejecutivo Federal en su Tercer Informe de Gobierno.
El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, da a conocer la creación de la Secretaria de Cultura, una iniciativa que ha provocado polémica y se encuentra en el banquillo de los acusados.
La iniciativa, de 40 páginas, que fue enviada por el ejecutivo el 7 de Septiembre al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, y se publicó al día siguiente en la Gaceta Parlamentaria, plantea reformar, adicionar o derogar diversas disposiciones como la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, así como, de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Turismo, Bienes Nacionales, la orgánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Las voces de alarma, entre los especialistas y trabajadores del ámbito de la cultura no se ha hecho esperar y se expande de forma inmediata, ante la posibilidad de que la actual Legislatura del Congreso de la Unión, pueda aprobar la creación de una Secretaria de Cultura, sin que exista una discusión sería con todos los actores que se encuentran inmersos en el ámbito educativo y cultural de México.
Los diversos foros de discusión, debates, planteamientos, recomendaciones, sugerencias y propuestas escritas en miles de hojas con opiniones a favor y en contra, que a través de 20 años se han elaborado por personalidades de la cultura de México y a nivel internacional, parecen haber quedado en el baúl de los recuerdos, frente a esta decisión presidencial.
Y en estos momentos, se escuchan diversos pronunciamientos de investigadores como Bolfy Cottom, Eduardo Cruz, Iván Franco y Felipe Echenique, entre muchos otros,  que manifiestan que la creación de la Secretaria de Cultura –si el Congreso de la Unión aprueba su creación– no solucionará los problemas de fondo de la cultura en México, la cual se caracteriza por su pluralidad, megadiversidad y por tener una larga tradición histórica que no está siendo considerada por el proyecto presidencial.
En pocas palabras, puede decirse que la iniciativa presidencial no valora la importancia de la Cultura de México, no considera que, México, es sinónimo de Cultura.
Existe en el ambiente cultural la percepción de que la Secretaría de Cultura rompería de manera imperdonable un binomio perfecto que a través de décadas se han entrelazado para hacer brillar con luz propia todo el potencial cultural de México, ese binomio perfecto es “educación y cultura”.
No podemos olvidar, que el sistema educativo mexicano parte de modelos pedagógicos y educativos donde la cultura era el elemento esencial en la formación, conocimiento, identidad y pertenencia.
Sin embargo, en las últimas décadas, el sistema neoliberal, pretende darle un cambio definitivo a la cultura, otorgándole una orientación más económica y mercantil. Se pretende explotar todo el potencial de la cultura para el beneficio de unos cuantos, cuando la cultura por su naturaleza misma debe ser aprovechada y debe beneficiar a todos por igual, porque México, es sinónimo de Cultura.
Quizá, el titular de la SEP, Aurelio Nuño, no alcanza a dimensionar el papel que la educación junto con la cultura han logrado generar para edificar nuestro México actual, y quizá no alcanzan a comprender los asesores y tecnócratas de la Presidencia de la República, que la cultura está a flor de piel, que la cultura no se puede concesionar ni mucho menos privatizar, porque la cultura está inmersa en el pueblo de México, sus tradiciones, sus costumbres, su hábitos, su gastronomía, sus valles, sus bosques, su esencia, su riqueza histórica y arqueológica, toda esa riqueza material e inmaterial que posee nuestra nación está impregnada en la propia gente.
Pretender separar la cultura de la educación, de nada contribuye a mejorar las condiciones de educación en nuestro país y tampoco permite fortalecer la esencia misma de la cultura.
No podemos ignorar, que la iniciativa presentada, es de carácter administrativa, lo cual se encamina en resolver un problema de organización y eficiencia; sin embargo, esta acción pondría en riesgo el funcionamiento y consolidación de los órganos que actualmente existen y tienen funciones específicas que cumplir.
La creación de la Secretaria de Cultura, no abona condiciones que permita promover e impulsar una política cultural acorde a las necesidades de México, al contrario limitaría su desarrollo y consolidación, provocaría graves consecuencias al perderse la esencia misma de un “México tradicional con rostro Moderno”.
Una iniciativa meramente administrativa, trae como consecuencia un grave impacto en la instrumentación de una política cultural. Estamos viendo escenas de una misma película como lo ha sido la Reforma Educativa, con un protagonista diferente, que es la cultura.
Y no se puede mantener en silencio y sin movimiento los diversos actores de la cultura en México.
Hay que tomar el escenario, los micrófonos y caminar por las calles y avenidas mostrando que nuestro país tiene una riqueza cultural que se expresa de manera brillante en cada uno de sus ciudadanos, obras, monumentos e historia, hay que brindarle a la población una pequeña muestra de que los especialistas en educación y cultura son capaces de crear y emprender a lo largo y ancho del territorio nacional, para que su voces, opiniones, recomendaciones y sugerencias no solo sean escuchadas en el recinto legislativo; sino además, en la conciencia misma de cada representante popular que se encuentra en estos momentos en el Congreso de la Unión.
Mostremos a propios y extraños que la cultura no puede concesionarse, privatizarse, digitalizarse o hacerse exclusiva de aquellos que tienen la capacidad económica de pagar un boleto o una admisión para poder ver y aprender lo que nuestra historia ha generado a través de los siglos y nos ha permitido brindar identidad y pertenencia.
La propuesta es clara y elocuente mostremos una pincelada de la capacidad creativa, innovadora y vanguardistas de nuestros especialistas en materia de cultura y que salgan a las calles a mostrar a todo México, que “México, es Sinónimo de Cultura” y requiere una Secretaria que realmente este encaminada a proteger, enaltecer, fortalecer e impulsar toda nuestra riqueza cultural a favor de México. Sin olvidar, la importancia que reviste que disponga de un presupuesto a la altura de su grandeza.
Hay que salir a las calles, no para cerrar y bloquear las avenidas principales de la Ciudad de México y de las principales capitales de la República Mexicana, sino para dar a conocer a la ciudadanía la riqueza cultural y educativa a través de diversos eventos que muestren una pequeña fragancia de lo que es la cultura y la educación en México, así como de su importancia y necesidad de que disponga del apoyo total de la gente para su preservación, cuidado, defensa, protección, desarrollo y consolidación; mostrar a propios y extraños de lo orgulloso que nos encontramos por tener a la mejor gente del mundo, por disponer una riqueza cultural de diferentes matices y tonos, que tiene historia y tiene monumentos que se pueden palpar y sentir, permitiéndonos poder imaginarnos de la grandeza de nuestros antepasados.

Demos a conocer con plenitud que la Cultura, requiere la atención de las autoridades federal, estatal y municipal, que la participación de cada uno de nosotros permitirá que nuestra esencia, nuestros valores, nuestros principios y nuestro ser se impregne con la esencia es importante disponer de recursos suficientes que permita su desarrollo permanente y consolidación plena, que es necesario unir esfuerzos conjuntos Ciudadanía, autoridades, especialistas, artistas, investigadores y todos aquellos que estén relacionados con este binomio perfecto que es la educación y la cultura, para que el país muestre con esplendor que “México, es Sinónimo de Cultura”.

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