El
próximo domingo 10 de Mayo, se festeja el Día de las Madres, un día especial en
donde la familia mexicana se reúne entorno a la persona más importante del
hogar, del espacio familiar.
Y es
un honor, abordar ese tema, ya que tiene un gran significado en todos los
hogares de Ecatepec y del Mundo.
Son más
de cien años que en esa fecha se celebra
el Día de la Madre, la primera vez fue el 9 de mayo de 1911 en la ciudad de
Grafton – Virginia – Estados Unidos, en mérito a la iniciativa de Anna Jarvis
quien estaba profundamente consternada por el fallecimiento de su adorable
progenitora.
A
partir de ese momento, la celebración que se tiene a la Reyna del hogar, es sin
lugar a dudas un acontecimiento de suma importancia para las familias mexicanas
y de muchos países del orbe.
Poetas,
escritores, pintores, cantantes, escultores y oradores, hacen gala de su mejor
inspiración y habilidad, para recordar, honrar y festejar al ser que nos dio
vida, esperanza, anhelos e ilusiones y a través de tiempo evocamos y recordamos
con gran amor y pasión.
La
primera persona que se graba en la mente y en los latidos de nuestro corazón al
momento de la gestación y del nacimiento es a Mamá.
Mamá
es la palabra del infante que empieza a reconocerla entre su entorno, es la
expresión de dulzura, ternura, amor y sacrificio.
Mamá
es la palabra que brota del alma, es el poema que susurra el viento, es la expresivo
que plasma el pintor en su gran obra, es el retrato entrañable que guardamos
con esmero y es la persona que honramos y amamos con toda nuestra pasión.
Mamá,
es vida, es esperanza, es anhelos y es ilusión.
Mamá,
es nuestra guerrera incansable que vela nuestro ser, que nos protege, nos
cuida, nos orienta, nos educa y nos guía en un mundo lleno de turbulencias y desafíos.
Mamá, es la riqueza más grande que cada familia posee, es el mejor tesoro que
todo hijo e hija puede tener, su valor es infinito.
Y
ante la cercanía de su conmemoración, reviste en nuestro ser mucha emotividad
que combina alegrías y tristezas, satisfacciones y remordimientos, nostalgias y
añoranzas, todo según la situación o el momento en que nos encontramos, ya sea
por el hecho de tenerla en vida o por haberla perdido, ya sea por la gratitud o
el olvido, o la presencia, o lejanía, pero en su día la evocamos con amor y
humildad.
Cualquiera
que sea el caso, debemos recordar y tener siempre presente quien nos dio el
ser, quien nos cuidó, en los días felices y aciagos de nuestra existencia, quien
se privó tal vez de alimento y vestido, por cedernos ese privilegio de sentirnos
bien, contentos, felices, quién ha estado cuidando nuestros sueños y
alimentando nuestras esperanzas, quién ha logrado brillar con luz propia en el
hogar.
Sabemos
que el no entender o comprender a nuestra madre ocurre muy a menudo. Muchas
veces creemos estar lo suficientemente maduros y disponer de experiencia y
sabiduría, que desechamos sus consejos y advertencias, que ignoramos sus sufrimientos
y desvelos, que provocamos su tristeza y dolor, por nuestras actitudes tontas, sin
embargo, tarde que temprano, la propia vida y el tiempo nos permite abrir los
ojos y comprobar que tan equivocados estábamos y que tan necios hemos sido, nos sentiremos convencidos, arrepentidos de
los errores cometidos, faltándonos casi siempre la valentía de reconocerlo y
correr a su presencia para pedirle perdón y prometerle que nunca más volverá a
ocurrir.
Si
tienes una madre joven y vigorosa nunca dejes de sentirte afortunado, lucha
junto a ella por el presente digno de todo sacrificio, digno de la superación y
la prestancia, lucha junto a ella por el futuro prometedor que a ambos
pertenece, lucha por forjar un mundo diferente que permita que la alegría y el
bienestar se extienda en todos los rincones del mundo.
Si
tienes delante de ti una madre cuyo rostro refleja los surcos profundos de los
años, posee unas manos temblorosas cansadas
de tanta labor realizada a través de los años, no te alejes de su lado, no la
desampares, no la olvides, no la ignores, porque ella en estos últimos momentos
de su ser te necesita y te requiere con gran urgencia.
Y si
tu caso fuera que ya no la puedes mirar, contemplar, porque ya se fue y vive
eternamente, será necesario que puedas abrir el libro de los recuerdos, de las anécdotas,
el libro de la historia que junto con ella se escribió, donde el recuerdo grato o pesaroso volverá a
tus ojos, derramando una lagrima al saber que no está junto a ti, pero vive en ti.
Independientemente,
cual sea tú caso, este 10 de Mayo, expresa tú amor y tú sentimiento a Mamá y
quizá dedícale alguna de estas canciones que les pongo a su consideración.
Por
cortesía de Youtube y La maquina del Tiempo, Señora, Señora:
Por
cortesía de Youtube y rociodurcalfans Marieta, Amor Eterno:
Por
cortesía de Youtube y Alberto Carlos Pecaya, Mama hoy quiero decirte te amo:
Por
cortesía de Youtube y NandoTv, Muchas Gracias Mamá:
Por
cortesía de Youtube y Stagesuxa, Gracias Mamá:
Por
cortesía de Youtube y Los tres tristes tigres, Regalo para Mamá:
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