Finlandia sigue siendo el país más feliz del mundo por octavo año consecutivo, según el informe anual sobre la felicidad elaborado bajo el respaldo de la ONU y publicado este jueves, que sitúa a Costa Rica y México entre los 10 primeros puestos.
En dicho informe, el país que dio el salto del Tigre fue México, que avanzo de la posición 25 del año anterior, al lugar 10 en el 2025.
Según el Informe Mundial de la Felicidad 2025, México escaló 15 posiciones en el comparativo internacional y se posicionó dentro de las naciones más felices a nivel global. El apoyo social y la estructura familiar fueron clave en este repunte.
La familia y el apoyo social son los elementos clave que generan felicidad en México y el mundo.
De acuerdo con el documento, los hogares conformados por cuatro o cinco personas –en particular aquellos integrados por parejas con hijos o con miembros de la familia extendida– reportan consistentemente mayores niveles de bienestar emocional.
México fue uno de los casos para este análisis en particular y este caso debe analizarse con lupa, ya que, a simple vista, una familia amplia en momentos de crisis es un verdadero problema, pero una familia amplia en momentos de bienestar y apoyo social es una familia modelo, ya que todos sus integrantes reciben alicientes que permite mejorar su calidad de vida, establecer mejores condiciones de bienestar familiar y sobre todo, las aportaciones conjuntas entre los diferentes miembros que integran la familia generan bienestar plena y por ende felicidad conjunta.
La cohesión familiar mexicana ofrece valiosas lecciones para otras sociedades que buscan aumentar su bienestar, ya que fomenta redes sólidas de apoyo emocional y seguridad interpersonal.
En contraste, los investigadores alertan sobre un fenómeno global opuesto: el incremento de personas viviendo solas, particularmente entre jóvenes adultos. Esta tendencia hacia la soledad residencial, más notoria en países desarrollados, se asocia directamente con una disminución en la satisfacción personal y un aumento de sentimientos de aislamiento y ansiedad.
El individualismo, es un mal consejero, no es lo mismo vivir solo y aislado sin tener contacto con la familia, a vivir solo y mantener un contacto familiar sano, pleno y adecuado que permite que la familia siga siendo factor de cohesión.
Otro aspecto clave es la interacción social en torno a las comidas. El reporte revela que quienes acostumbran a comer o cenar acompañados muestran niveles de satisfacción y bienestar significativamente mayores en comparación con quienes lo hacen en solitario.
La soledad es una mala compañera, pero la soledad en armonía con la gente, con la ciudadanía, con participación constante e interactuando con las personas es más que un aliciente, es una soledad feliz, cuando arriba en su ámbito vital llega con una plena satisfacción a pesar de vivir solo.
Por ejemplo, en Estados Unidos, el número de personas que comen solas aumentó 53% en dos décadas. A decir de los especialistas, esta práctica se relaciona estrechamente con sentimientos de soledad, desconexión social y menor felicidad en general.
Ante este contexto, el reporte recomienda a gobiernos y comunidades fomentar políticas y prácticas sociales que promuevan la convivencia, la confianza comunitaria y el fortalecimiento de vínculos familiares, como una estrategia probada para elevar los niveles generales de felicidad y bienestar en sus poblaciones.
Es aquí donde la cultura, el deporte, el entretenimiento, toman un papel fundamental, para generar mayores condiciones de felicidad.
Que la familia disponga de apoyo social y ejerza su libertad con plenitud, es el secreto para avanzar en el ranking del Informe Mundial de la Felicidad y México lo ha hecho excelente en los años recientes.
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