jueves, 20 de marzo de 2025

La cultura es una Inversión y no un gasto, genera bienestar y salud, brindando mejor calidad de vida a la población.

 


La cultura es una inversión, no un gasto y es uno de los principales motores de desarrollo para una comunidad, una ciudad o un país. 

Al mismo tiempo, genera bienestar y brinda mejoras sustanciales en materia de salud, fundamentalmente, emocional. 

La cultura en esta época donde la Inteligencia artificial desea abrirse paso, debe fortalecerse a través de un modelo de sociedad donde el apoyo al talento, la creatividad y las expresiones de la gente fortalecen la construcción de una sociedad inclusiva, plural, diversa, con historia y producción intelectual. 

La cultura se entiende como el conjunto de expresiones creadas o transformadas por los seres humanos. En tanto, para fines de políticas culturales y académicos, se la entiende como el conjunto de expresiones artísticas y la manera de vivir de los pueblos.  

La cultura establece que la diversidad cultural se manifiesta no sólo en las formas en las que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la humanidad, sino también a través de distintos modos de creación artística, producción, difusión, distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los medios y tecnologías utilizados. 

El concepto de que la cultura es un gasto es un grave error de aquellos que no alcanzan a entender que es una inversión. 

Las artes plásticas y visuales, la literatura, la música son espacios donde nuevos emprendedores logran florecer y compartir su trabajo creativo, su esfuerzo, su dedicación, sus creaciones a la propia sociedad. Es verdad que la cultura debe ser gratuita, pero al mismo tiempo, quienes fortalecen la cultura deben de contar con incentivos que motiven su creación, su talento, su arte y su creatividad. En pocas palabras, dar a Cesar lo que es de Cesar. 

 

La cultura produce emociones positivas y contribuye a un buen estado de ánimo, es bueno para la salud y el bienestar, produce mejoras en la calidad de vida de las personas y una mayor productividad. 

Concurrir a un evento artístico, como un concierto o ballet, o participar en una actividad cultural, incluso de forma ocasional, brinda una serie de beneficios “significativos” que pueden incluir el alivio del dolor y de la fragilidad, la depresión y una menor dependencia de medicamentos. Acercar la cultura a las comunidades genera un efecto multiplicador en materia de bienestar y salud, debe ser la gran apuesta de nuestros gobernantes y para muestra la Ciudad de México, que invierte en cultura y ha logrado mejorar la calidad de vida de su población. 

La participación en artes escénicas como obras de teatro, musicales y ballet, y en particular la participación en música, está vinculada a reducciones en la depresión y el dolor y a una mejor calidad de vida. 

Disponer de recintos culturales amigables, accesibles y adecuados genera condiciones de mayor armonía, donde infantes, jóvenes, adultos y adultos mayores están dispuestos a visitar con regularidad y de manera constante, debido a esa sensación de comodidad y empatía que encuentra.  

Podemos valorar esos impactos en términos de menores costos para el Servicio Nacional de Salud, mayor productividad en el trabajo y mejor calidad de vida. 

Las artes pueden ayudar a las personas que padecen enfermedades mentales; pueden apoyar la atención de quienes tienen afecciones agudas, con trastornos neurológicos y de desarrollo neurológico; contribuir en el manejo de enfermedades no transmisibles y apoyar la atención al final de la vida. 

La participación en cultura puede ayudar a bajar la presión innecesaria sobre los servicios de salud, al ayudar a las personas a gestionar su propia salud de manera más proactiva, por ejemplo, al mantenerse físicamente activas y socialmente comprometidas. 

Visitar museos, planetarios, galerías, Centros Culturales, Casas de Cultura y participar en coros y ver obras de teatro, enriquece nuestras vidas de innumerables maneras. Los beneficios no solo son para quienes participan en cultura, sino para aquellos que se integran y desean ser parte de un movimiento cultural, deportivo y creativo, que es la propia comunidad en su conjunto.  

Quienes participaban en actividades artísticas, musicales o teatrales organizadas se sienten más felices, más integradas y más reconocidas y como resultado, sus vidas tienen más significado y valor. 

La magia de la lectura debe ser un habito, una constante, donde la imaginación continue siendo parte de nuestro ser.  

La cultura no solo debe visualizarse en los espacios comunitarios, también es necesarios que las actividades culturales se acerquen con mayor plenitud en los Centros de Trabajo, que los trabajadores dispongan de espacios culturales que puedan disfrutar junto con sus familias, logrando motivarlos para lograr una mayor productividad en el trabajo al sentirse parte integrante de la propia empresa e institución. 

Debemos tener presente que la participación cultural puede beneficiar la salud general de los adultos, cómo las actividades artísticas pueden mejorar la autoestima de los niños y cómo cantar en coros puede mejorar la salud de los adultos mayores. 

Una mayor inversión en las actividades culturales, artísticas, deportivas y recreativas podría ser valiosa para los individuos y el servicio de salud como parte de una agenda de salud preventiva.  

También debe considerarse que cualquier recorte a la financiación o provisión de la cultura debe considerarse un riesgo para la salud pública con ramificaciones económicas individuales y sociales. 

Acercar la cultura a todos los ámbitos de la vida social, económica y política del país, dará como resultado bienestar. 

Es por todo lo anterior, que la cultura es una Inversión y no un gasto, genera bienestar y salud, brindando mejor calidad de vida a la población.

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