La nueva administración y la Transformación por el Cambio Verdadero, una vez más logra hacer historia, no solo por enfrentar una vez más las tácticas dilatorias y argumentos sin sentido que se presentaron en el pleno de la Cámara de Diputados, donde los partidos de la oposición PRI, PAN, PRD, entre otros, buscaron afanosamente, llevar agua a su molino, sin éxito.
Con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2021 en lo general y particular, el PEF sigue su marcha y tendrá que aplicarse en conformidad a sus términos.
¿Quién gana?, pues la respuesta es contundente, la población; ¿Quién pierde?, pues, aquellos que en años anteriores contaron con privilegios y promovieron la corrupción en todos los ámbitos del gobierno.
La verdad de las cosas, es que ahora los recursos limitados que dispone el Gobierno Federal, no solo debe transparentarse de manera plena; además, debe existir un seguimiento claro y elocuente en la aplicación de los recursos para no tolerar más la corrupción y los apoyos, las ayudas, los subsidios y las transferencias programadas deben llegar a quienes más lo necesitan.
El presupuesto aprobado en lo general y particular, beneficiará a los sectores como la salud, la seguridad, la educación y el campo, a pesar de las condiciones difíciles que actualmente se padece por la crisis económica derivado del Covid 19. Es de vital importancia, que cada peso que se aplique contribuya de manera efectiva a la recuperación económica del país, a la generación de empleo y a que las familias mexicanas vivan en mejores condiciones de vida.
Las mil y un reservas, fue algo histórico, pero también fue histórico el hecho de que la aprobación del presupuesto se haya dado de manera plena y contundente.
Durante la sesión en que se dirimieron cientos de reservas al decreto de gasto para el 2021, se rechazó una propuesta de la oposición -definida como la reserva madre, que pretendía recortar las obligaciones de pago de deuda pública y del instrumento conocido como Adefas, lo cual conduciría a un escenario de impago y obligaría a contratar nuevos empréstitos. Todo con objeto de destinar 109 mil millones a gasto en las entidades federativas.
Prácticamente, la oposición pretendía que el Gobierno Federal cayera en un escenario de moratoria, lo cual refleja que su interés no estriba en apoyar a la población y al país, al contrario, buscaron afanosamente mayores recursos proponiendo incumplir con los compromisos de la deuda.
Sin embargo, la bancada de Morena, rechazo la propuesta y ratificó el Presupuesto aprobado en todos sus términos.
El desahogo de propuestas integradas en el cuerpo de reservas, fueron rechazadas. Un total de 251 participantes presentaron mil 30 propuestas de modificación al texto.
Sin lugar a dudas, la oposición mantuvo hasta el último momento su táctica dilatoria y dio a conocer la Reserva Madre, pero los morenistas junto con sus aliados rechazaron las propuestas.
En la sesión semipresencial, se rechazaron propuestas para rescatar fondos de seguridad, de ciencia y tecnología, a migrantes, mujeres, educación media superior para personas con discapacidad y se desecharon las peticiones para etiquetar fondos para el campo y recursos adicionales a la población afectada por las inundaciones en Tabasco. Un gran número de las propuestas pretendían en primera instancia que las obras como el Nuevo Aeropuerto de Santa Lucia, Tren Maya, la Nueva Refinería, entre otras obras insignia del Gobierno Federal se pararan y dirigieran los recursos a sus diversas propuestas que presentaban.
De esta manera, la Cámara Baja aprobó un gasto total de gobierno por 6 billones 295,736 millones de pesos, lo que resulta en 0.3% menos que lo que se aprobó en el PEF del 2020. De este monto, 73% se irá al gasto programable, es decir, aquel que se destina a proveer bienes y servicios públicos a la población. Mientras que el restante 27% de los recursos serán para el gasto no programable, el cual se destina al cumplimiento de obligaciones que tiene el gobierno como pagos pendientes, gastos relacionados con la deuda y los recursos que se transfieren a las entidades federativas.
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