Como no recordar, aquellas palabras, cuando el entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, decía con plenitud al inicio del 2003: “a mí que me den por muerto para las elecciones presidenciales del 2006, porque este tema causa mucha polémica y pone nerviosos a mis adversarios”.
“Yo ya dije claramente que no estoy pensando en el 2006, pero es en serio porque tengo una responsabilidad como jefe de gobierno, además he dicho varias veces que ese no es el objetivo principal, lo que estamos buscando es que se gobierne bien la ciudad y eso es lo que hacemos todos los días”, afirmaba López Obrador en aquellos instantes.
Sin embargo, años más adelante, llegaría un momento especial, el 26 de julio de 2005, fecha que López Obrador, presentaba su renuncia al cargo de Jefe de Gobierno mediante una carta enviada a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y en ella pide que ésta se hiciera efectiva a partir del 29 de julio de ese mismo año, ya que a partir de ese instante, entraría en escena Rumbo al 2006 por la Presidencia de la República.
En su clásica mañanera, daba a conocer algunas reflexiones y expreso: “hay que poner a trabajar a la gente, hay que invertir mucho en la construcción de viviendas, en obras públicas”.
Señalaba que para reactivar al país, era necesario un programa emergente que fortalezca el mercado interno mediante la generación de políticas públicas orientadas a la construcción de obras, pues precisamente con esta actividad se pueden generar empleos.
En aquellos días, Andrés Manuel mencionaba: “En el caso del gobierno capitalino, la política debe mantenerse al margen de la crisis económica y la economía local, es el enfocar la construcción de obras públicas, tanto en el ramo de vivienda como en vialidades”.
Fue precisamente en su mandato como Jefe de Gobierno del Distrito Federal que la Capital de la República, conto con obras y vialidades que le brindaron un nuevo rostro, vialidades que no significaron ningún costo de peaje para sus usuarios, los segundos pisos.
No puede olvidarse, que cuando AMLO fue jefe de Gobierno lo que hizo es impulsar los programas sociales, es decir, dio pensión para los adultos mayores, becas a madres solteras y discapacitados, se construyó la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, llevó cabo, todo los días, reuniones de seguridad para saber cómo era la inseguridad en el DF.
Hay que recordar que las famosas "mañaneras", conferencias de prensa convocadas todos los días al amanecer, fueron ideadas para cumplir la promesa de mejorar la coordinación en materia de seguridad pública. Pero muy pronto se convirtieron en una forma de comunicación que sirvió a AMLO para dictar diariamente la agenda política en el Distrito Federal y nacional.
Las acciones emprendidas por López Obrador en su administración en el Distrito Federal, se tradujeron en beneficios concretos para los más pobres y vulnerables de la Capital de la República, tales como: pensiones y asistencia médica-social domiciliaria a los adultos mayores; becas para hijos de madres solteras y para personas con discapacidad; útiles escolares; atención y ayuda a jóvenes en situación de riesgo; créditos a microempresarios; apoyo a la producción rural; apoyo al autoempleo, así como ampliación y rehabilitación de vivienda.
Otros programas que fueron significativos fue lo relativo a la construcción y remodelación de unidades habitacionales y se aprobó la construcción de 16 preparatorias y la Universidad de la ciudad de México. En forma paralela, la administración de López Obrador tuvo un acercamiento con los empresarios. La industria de la construcción tuvo un auge sin precedente en la ciudad. Se desarrollaron importantes vialidades tales como puentes, ciclopistas, corredores turísticos, distribuidores viales y segundos pisos.
Pero lo más fundamental fue la propuesta de reducir el sueldo de los funcionarios capitalinos, incluido el propio como jefe de gobierno, la "honestidad valiente", la "austeridad republicana" se tradujo en un inmediato ataque a la corrupción y al desvío de fondos públicos.
Avances significativos en la transparencia y rendición de cuentas fueron parte del éxito de López Obrador como Jefe de Gobierno.
Predicar con el ejemplo, apoyar y brindar el respaldo a las necesidades más sentidas de la población, fue el sello que caracterizo a la administración de López Obrador en la capital de la República, apoyando a los que menos tienen, fueron bases esenciales de su éxito y el respaldo ciudadano. “Primero los Pobres”, no fue un slogan, sino una necesidad urgente que se atendió en la Capital de la República.
Es así como, retomamos esa frase de Andrés Manuel, “denos por muertos” en estos momentos, ya que nuestra labor que realizamos como Colectivo Carlos Montemayor con diferentes Frentes y Colectivos a favor de la Cuarta Transformación, son tareas que exigen nuestra plena atención.
Hay tiempos y momentos de definiciones, que se darán y llevaran a cabo de manera oportuna, ni descartamos ni aceptamos estar en busca de un cargo político o público, simplemente, podemos decir que estamos preparándonos para asumir nuevas responsabilidades.
Que nadie se equivoque, si habremos de participar, sabemos que empezaremos de cero en las encuestas, deberán preocuparse cuando en dichas encuestas empiece arrojar datos a favor y que estas muestren incrementos en las preferencias, que conocen y han visto nuestro trabajo y quehacer cotidiano en las comunidades, barrios, pueblos, colonias, fraccionamientos y conjuntos urbanos; será en ese mismo instante que sabremos que nuestra ardua labor comprometida con las causas justas y sociales nos brinda los frutos del respaldo ciudadano.
Por lo anterior, “que nos den por muertos”, ya que pone nerviosos a nuestros adversarios”. Nuestro proyecto es a largo plazo y contempla los años 2023 y 2024, para ello nos esforzamos en coadyuvar a que la Cuarta Transformación se consolide en todo el territorio mexiquense y a nivel nacional, pero si el 2021 nos brinda la oportunidad, la habremos de asumir con responsabilidad, honestidad y respeto.
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