Diversas
voces hacen el llamado a la militancia de morena para que se lleven a cabo encuestas abiertas para la renovación de la dirigencia nacional, como lo
sugirió el presidente Andrés
Manuel López Obrador.
Sin
lugar a dudas, es tiempo de definiciones, la primera definición es saber si se
tiene confianza a la militancia y las bases de una institución política que se
vino generando a través de ciudadanos comunes y honestos, que han sabido
mantenerse al margen de la politiquería y están listos para respaldar la mejor
opción que brinde certidumbre, fortaleza, armonía y solidaridad al interior de
este movimiento – partido.
Hablar
de que las encuestas sean abiertas, es apostar a la concertación, a la
negociación y al manejo político de intereses particulares y de grupo.
No se
equivoquen, quién teme a la militancia, a los protagonistas del cambio
verdadero, temen a lo más esencial del propio partido, su propia gente.
Hay
momentos, en donde la participación abierta debe ser plena y sin condiciones,
es una decisión que solo el pueblo y nada más que el pueblo debe tomar. Pero en
estos momentos, la responsabilidad de tomar decisiones al interior de un
partido político es exclusiva de la propia militancia, quienes tienen el
derecho inquebrantable de decidir su propio futuro.
La
militancia ha sido clara en sus puntos de vista, desea que sean ellos quienes
tengan que decidir la dirigencia que habrá de encabezar el movimiento –
partido, que nadie pretenda cancelar la oportunidad de que ellos sean los que determinen
quienes los encabezan.
La
gente, la ciudadanía sabe a ciencia cierta que solo la militancia tiene esa
gran responsabilidad de decidir el camino a seguir en los próximos años, donde
lo fundamental radica en avanzar en la consolidación del Proyecto Alternativo
de Nación y la Cuarta Transformación. Generar una institución política fuerte,
organizada, estructurada y con vocación de servicio y que sus órganos o comités
de base operen de manera armónica y plena en beneficio de la propia militancia
y la ciudadanía es un asunto de gran importancia y por ende de gran
responsabilidad.
¿Por que
temer a la militancia?, ¿Por qué negarle a los constructores de esta
institución política la posibilidad de elegir su propia dirigencia?, ¿Por qué
desear convocar a la ciudadanía en general para que decida quienes ocuparían la
dirigencia nacional?.
Sin
lugar a dudas, la ciudadanía merece todo nuestro respeto y una forma de
respetarlo es no comprometerlo a que asuma una decisión donde la percepción y
la desinformación puede ser causa de que una institución política caiga en
desgracia, por la intervención de podría darse de militantes de otras
instituciones política, nada garantiza que la oposición se quede al margen a un
proceso de elección de la dirigencia de morena, al contrario existe la
posibilidad de que lo hagan y traten de colocar aquellos que les permita
sobrevivir en la arena política, a través de la negociación, acuerdos y/o
concertación de candidatos que estén fuera de toda legalidad.
Es por lo anterior, que en estos momentos, sería
inadecuado ir por una encuesta abierta, en estos instantes es importante que se
le brinde a la militancia la confianza, de que se detenga todo intento de
compra de conciencias y que aquellos que utilizan modelos tradicionales de
acarreo y corrupción partidista sean denunciados y expuestos, con el fin de transformar
la política, morena debe predicar con el ejemplo y la única forma es asumir con
responsabilidad y firmeza esta gran decisión de vigilar y supervisar que la
militancia vote por su dirigencia nacional.
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