La madre de todas las batallas electorales,
esta a la vuelta de la esquina, los partidos tradicionales hacen esfuerzos por
mantenerse en el escenario político y no desaparecer, mientras que el partido
morena, busca afanosamente continuar su paso arrollador y romper esas
resistencias que pretenden mantener vivo a la corrupción, el contubernio y la
concertación del poder.
La transformación para unos es un simple eslogan,
pero para otros es un compromiso social que debe promoverse y empujarse con
mayor vigor y fuerza.
Nadie, absolutamente, nadie puede llegar a
buen puerto solo, es un hecho inquebrantable, pero tampoco, nadie podrá llegar
a buen puerto, con grandes conflictos y diferencias entre la propia
tripulación, ya que tarde o temprano se habrá de desatar la guerra campal,
convirtiendo el navío en un barco fantasma con sus tripulantes heridos, muertos
y por fallecer.
En el Estado de México, como en todo el país,
los partidos políticos se preparan para la madre de todas las batallas
electorales, que se librará el domingo 6 de junio de 2021.
Un proceso electoral, que representa
fortalecer y consolidar la Cuarta Transformación y el Cambio Verdadero, o
regresar a ese pasado tormentoso de saqueo, privilegios, corrupción y
contubernio que dieron al traste con el Proyecto de nación.
Pero la principal batalla, será de manera
interna, morena deberá pasar por ese trago amargo que toda institución política
debe pasar, donde su identidad, sus principios, sus programas y proyectos están
en juego entre los mismos integrantes que conforman a este partido político.
Los grupos, las corrientes y las tribus,
tienen rostro, nombre y apellido, son los mismos de siempre que a través de las
décadas se han mantenido en los espacios políticos a través de la negociación,
concertación y acuerdos cupulares, son los mismos que han sido cómplices de una
realidad mexicana de pobreza, desempleo, discriminación, odio, frustración y
decadencia.
No tienen identidad, no tienen principios, no
tienen ética, son claros ejemplos de lo que debe ser desterrado en la política
mexicana, ya que sus intereses y agendas personales distan estar a favor de la
propia población. Son tan parecidos a la propia oposición que hoy no coadyuvan,
no aportan, no apoyan y desean continuar con privilegios y concertaciones, ya
que ese ha sido su modelo de supervivencia.
Morena, esta de pie y seguirá estando de pie,
siempre y cuando mantenga una visión clara de no robar, no mentir y no
traicionar al pueblo de México. Y el pueblo somos todos, no sectores económicos
ni sociales específicos, somos todos aquellos que habitamos el suelo mexicano y
quienes se encuentran fuera de nuestras fronteras, librando su propia batalla
de supervivencia y desarrollo.
Morena, se encuentra en el ojo del huracán derivado,
no solo por su falta de oficio en materia de administración pública federal, lo
realmente relevante es la falta de una visión clara de lo que representa y
significa la Cuarta Transformación, la Revolución de las Conciencias y la
puesta en marcha de un Proyecto de Nación acorde a las necesidades de la
población mexicana.
La Pandemia, ha dejado al 2020, en la lona,
es un año complicado y desgastante que no solo ha afectado al país, sino al
mundo entero. México, no fue la excepción, al contrario esta viviendo y
padeciendo sus efectos en lo sanitario y económico. Pero a pesar de ello, se
mantiene de pie, bajo un ataque constante y permanente de aquellos que años
atrás se sentían dueños del país.
México saldrá adelante, sin lugar a dudas,
pero debe hacerlo manteniendo la confianza, el respaldo y la unidad de la
población, en estos momentos, las agendas personales y propia de diversos
sectores y organizaciones, deben estar fuera del intereses nacional. Lo más
importante es que si queremos salir avante tendrán que ser todos los sectores,
nadie es más importante que otros y eso deben tenerlo muy presente todos.
Ante lo que se avecina, lo importante esta en
generar las condiciones de unidad, entendimiento, compromiso y responsabilidad,
no hay espacios a la soberbia, ni mucho menos a las imposiciones de unos
cuantos, ni de grupos, corrientes o tribus, esas épocas de que se marca línea han
quedado atrás, hoy la militancia debe ser más consciente y decir “¡no!”, a
quienes pretenden continuar con sus tendencias de reelección, el trabajo manda
y los resultados, ya no existe esa justificación que somos minoría en la Cámara
de Diputados o en el Senado y por ello no avanzaron las iniciativas a favor de
la población. Cada representante popular debe ser calificado por su compromiso,
entrega, participación y cercanía con la ciudadanía, así como con la población.
Que nadie se equivoque, la madre de todas las
batallas se habrá de librar primero al interior de morena, es necesario renovar
el tejido político, social y comunitario del movimiento – partido, estamos a
favor de la inclusión y de trabajar de manera conjunta con propios y extraños,
pero no estamos de acuerdo de que se siga propiciando y generando, la hipocresía
y el cinismo de unos cuantos que pretenden sostenerse en el poder de manera
eterna.
Y a todos aquellos que tienen sus agendas
personales y de grupo, que muestren sus verdaderos rostros, tal como diversos
diputados han tomado la decisión de regresar a sus espacios políticos que les
brindaron la oportunidad de estar en el lugar que hoy se encuentran, hay que dejarse
de simulaciones y medias tintas, ya que es Tiempo de Definiciones…
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