sábado, 11 de abril de 2020

Cinismo e hipocresía empresarial de aquellos que alientan una rebelión fiscal.

¿Estamos listos para transformar al mundo?.
¿Las empresas mexicanas están listas para mirar a la sociedad de frente y caminar juntos a la 4T?.
La verdad de las cosas, es que un sector empresarial, sigue deteniendo y generando un ambiente tenso en territorio mexicano, un sector que había estado acostumbrado a los privilegios, a las atenciones gubernamentales y a la corrupción. Ese sector empresarial, desea continuar caminando por un sendero que representa siempre lo mismo, falta de innovación, estrategia, compromiso, responsabilidad, solidaridad y conciencia;  sus deseos de ganancias, utilidades y de poder, son sus únicos objetivos y metas que los mueven.
En el sector empresarial, lamentablemente hay barbajanes, que no representan ni disponen de la alta calidad moral de muchos, ese sector que hoy trata a toda costa de poner de rodillas al gobierno, es el mismo que pretende poner de rodillas a la población.
Aquellos empresarios de poco pelo, surgidos de las filas políticas y de corporativismo sindical o gremial, creen que sus desplantes y amenazas podrán doblegar a un gobierno surgido de la voluntad popular.
Que equivocados están, esos pregoneros del desastre, para doblegar la voluntad popular, se requiere mucho más que cerrar las empresas y cancelar los puestos de trabajo, amenazar a los trabajadores o pretender declararse en quiebra para evadir sus responsabilidades.
Hay que recordar que la barbarie empresarial, ha sido aquella que ha contribuido a formar generaciones de mujeres y hombres viviendo en la desigualdad y la pobreza.
Hoy los retos son enormes y el futuro que se vislumbra en el horizonte, requiere de emprendedores y empresarios sensibles, humanos, honestos, incorruptibles que puedan generar ganancias e impulsar el bienestar social en el ámbito donde se desarrollen.
Hoy requerimos de empresas vanguardistas e innovadoras que tengan la calidad humana y empresarial para brindar a sus consumidores, proveedores, accionistas y trabajadores, un producto y una marca que tenga el sello distintivo de generar bienestar social.
Sin lugar a dudas, un empresario con conciencia social es aquel que va más allá de ser filántropo, caritativo, benefactor  o generoso, necesitamos emprendedores y empresarios que cambien el mercado y transformen la realidad existente.  
¿Será posible que pueda nacer de la pandemia y la crisis económica, una nueva clase empresarial con conciencia social y solidaria?.
¿Será posible, que pueda existir un cambio en la mentalidad de quienes arriesgan su capital en las actividades empresariales?.
Es verdad que la conciencia social de los empresarios ha venido creciendo en las últimas décadas y se vislumbra que dicha tendencia se incremente en los próximos años, pero en estos momentos de cambio verdadero y transformación, aún existen y persisten empresarios que tratan a toda costa de que las cosas continúen de la misma forma que en décadas pasadas y sigan prevaleciendo privilegios y estos estén a su favor.

México, ya no puede endeudarse; México, necesita consolidarse para avanzar con paso firme a la Cuarta Transformación y solo caminando juntos todos los sectores productivos, las autoridades y la población, será posible un México de grandeza.

No hay comentarios: