martes, 1 de diciembre de 2015

Peña Nieto y el PRI ya es pasado, López Obrador y Morena es presente y Futuro Rumbo al 2018.

A tres años de distancia en que Enrique Peña Nieto asumiera la Presidencia de la Republica y firmará el Pacto por México con Acción Nacional y la Revolución Democrática, todos supondrían que fue un inicio espectacular y que las riendas y el control eran plenas en torno al inquilino de los Pinos.
Aunado a lo anterior, la salida de Andrés Manuel López Obrador y el inicio del Movimiento Regeneración Nacional para decidir si buscaba ser partido político o movimiento social, presagiaba un camino de enormes retos para los morenistas que habían determinado seguir un camino Transformar a México con Cambio Verdadero.
A tres años de distancia, Enrique Peña Nieto, a pesar de que logro imponer las Reformas Estructurales en el país, los resultados que ha obtenido son verdaderamente, desalentadores. Tienen en sus manos una Reforma Estructural que simplemente no funciona y el tiempo de las promesas y de los beneficios están llegando a su final, provocando que los niveles de aceptación y aprobación sea muy bajos en comparación a los ex – presidentes, de acuerdo a lo que publica el Periódico Reforma.
Mientras que los partidos políticos, que participaron en torno al Pacto por México, cada uno de ellos siguen padeciendo graves consecuencias de esa decisión y los resultados que esperaban por esa acción patriótica, los tiene el abismo de su desaparición.
En cuanto al PRD, las elecciones del 7 de Junio, fueron para el Sol Azteca la primera oleada de lo que sembraron sus altos dirigentes, principalmente los “chuchos”, jamás el nivel de preferencia electoral de este partido político se había diluido de manera dramática y sus expectativas  Rumbo al 2018 muestran que será un camino difícil de recorrer. Su adhesión al Pacto por México, así como sus graves errores políticos y de contubernio con la actual administración le están costando un enorme costo político.
Mientras que el PAN, que había sustentado el poder por dos períodos consecutivos, arribaba a finales del 2012 con una derrota presidencial que lo colocaban como un partido perdedor, sus gobiernos deficientes y de terror, provocaron que México les diera la espalda, prácticamente colocándolos en el tercer lugar en las preferencias electorales de ese año.  Su única oportunidad de poder levantar, era la firma del Pacto por México y mantener una cercanía con el nuevo Gobierno pretendiendo recibir un trato justo y buscando que aquello que no pudieron lograr sacar adelante en los sexenios de Fox y Calderón, se cristalizarán con Peña Nieto para poder presumir, que fueron propuestas del PAN. Y así lo hicieron, varias propuestas dentro del pacto eran de corte panista, pero los resultados no se ven, ni percibe la ciudadanía, lo que determino su caída de la escena política el pasado 7 de Junio, sobre todo en el Distrito Federal y el Valle de México.
Por lo que se refiere, al partido en el poder, el PRI creyó que la mesa estaba servida, que la salida de Obrador del PRD sería su desaparición de la escena política y que Morena, no tendría la capacidad de crecer y florecer ante la inexperiencia de miles de simpatizantes que en torno de ese movimiento social pretendían generar un nuevo partido político. La cúpula del PRI supuso que la firma del Pacto por México y la adhesión del PAN y PRD, permitiría avanzar sin problemas.  Sin embargo, el incremento de la violencia, la falta de un acercamiento real con la gente y el desprecio de la consulta ciudadana para que los ciudadanos pudieran avalar o no las reformas de gran interés estratégico para la Nación, así como los excesos de los líderes del PRI, principalmente en el Distrito Federal, como el caso de Ayozinapan, Tlatlaya, la Casa Blanca; sin olvidar el incremento de la pobreza, la desigualdad, la falta de empleo y la inestabilidad de los principales indicadores económicos y financieros, como el incremento de los impuestos, colocaron al Revolucionario Institucional en una crisis que se reflejó en los resultados del 7 de Junio. Es cierto que el PRI logro mantener posiciones importantes en las pasadas elecciones, pero también es cierto que mostró debilidad y desgaste político, el Revolucionario Institucional sigue fuerte y mantiene el liderazgo entre los tres partidos que firmaron el Pacto, pero el costo de que se siga prolongando los beneficios concretos que se espera de la Reforma Estructural, le pueden significar al PRI un derrumbe sin precedentes en los próximos tres años.
Por ello, el PRI junto con el Gobierno de la Republica han procurado que la imagen presidencial salga de escena para poder detener el deterioro en que Enrique Peña Nieto alcanzo a mediados del 2015 y que Secretarios de Estado y líderes del partido entren al quite, para proteger a su icono máximo que es la figura presidencial. Pero aguas, muchos de ellos estarán pagando a corto plazo su exposición exagerada por los medios de comunicación y los endebles resultados que están obteniendo, pudiendo quedar fuera de la carrera presidencial, son los casos de Videgaray, Beltrones, Nuño, Chong y Meade, Ruiz Massieu, Rosario Robles, que en estos momentos muestran niveles de aprobación negativos.
Y en estos tres años, quién regreso por sus fueros, fue Morena y López Obrador, que mostraron en las elecciones del 7 de junio un pequeño botón de muestra de lo que se espera que hagan en el 2016, 2017 y 2018.
Por una parte, lograron obtener resultados favorables en la Capital de la República, ganando cinco delegaciones y quedando en tres más cerca del triunfo, donde la votación fue abundante para el Movimiento Regeneración Nacional, lograron la mayoría en la Asamblea Legislativa y es el epicentro del Movimiento Regeneración Nacional.
En cuanto al Estado de México, los partidos ven con preocupación que un partido de nueva creación entra de lleno en la lucha electoral y consigue posicionarse de manera rápida en la consciencia ciudadana. Logra obtener un Municipio, Texcoco, pero en Ecatepec, en la tierra del actual Gobernador, logra arrebatarle al PRI, PAN y PRD más de 60 mil votos, la gran mayoría votos auténticos, puros de conciencia ciudadana quedando en el tercer lugar y disputando de tú a tú el segundo espacio con el PRD. Las alarmas de Atlacomulco y en Ecatepec están encendidas, Texcoco, no es el problema, es Ecatepec y saben que es en ese espacio territorial donde Morena puede alcanzar grandes expectativas de crecimiento político y social.
Asimismo, en otros estados, Morena logro mejores resultados que el propio PRD o cualquier partido de izquierdo sobre todo al norte de la República Mexicana, donde el PRD en más de 26 años no logró atraer la atención de la ciudadanía.
La primera experiencia electoral de Morena, simplemente resulto ser de gran importancia y en estos momentos se prepara para las elecciones que se avecinan y su crecimiento preocupa y ocupa a los partidos políticos.

Es así que a tres años de distancia en que Peña Nieto asumió el cargo de Presidente de la República su nivel de aprobación en bajo, mientras que Morena ha logrado brillar con luz propia y tiene amplias posibilidades de sobresalir en las próximas elecciones electorales que se avecinan en el 2016, y que decir para una de las batallas que se espera saque chispa que será en el estado de México en el 2017, donde estará en juego más que una simple elección de Gobernador.

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