Se hace un exhorto a los
Diputados Federales de Morena para que tomen carta en el asunto y atiendan a
los trabajadores hacendarios, así como de diversas dependencias del Gobierno
que en estos momentos están siendo sacrificados por la alta burocracia, al
arrebatarles su fuente de empleo, en vez de disminuir sus altos sueldos y
prestaciones. Es hora de ir Casa por casa, con el fin de conocer el impacto que
esta medida ocasiona a los trabajadores al servicio del Estado y obligar al
Gobierno Federal que predique con ejemplo, para que disminuyan los altos
funcionarios sus salarios y prestaciones y se defienda la permanencia del
trabajador en su ámbito laboral.
Ni agua va, les dijeron a cientos de trabajadores de la Secretaria de
Hacienda y Crédito Público, los cuales recibieron la terrible noticia de que su
área de trabajo desaparecía como consecuencia de que existe duplicidad de
funciones y que no existe los recursos ante la baja de los precios del
petróleo.
Desde personal operativo hasta mandos medios, fueron notificados de que
su fuente de empleo dejaba de existir y en consecuencia se jubilaban o eran
liquidados. Situación que generó un gran malestar en los trabajadores de
hacienda, que vieron como de la noche a la mañana sus servicios como servidores
públicos ya no era indispensable.
Profesionistas de diversas carreras hasta técnicos y trabajadores
operativos, se toparon con una realidad que se ha venido acrecentando en
nuestro país, el despido y la perdida de la fuente de empleo y esto no solo
ocurre en la SHCP, también, se presenta en diversas secretarias y empresas
paraestatales, lo cual nos indica, que el verdadero peligro para México no era
Andrés Manuel López Obrador, sino que el Gobierno de Enrique Peña Nieto, que prefiere
mantener los altos sueldos a los funcionarios de primer nivel y despedir a
miles de trabajadores al servicio del estado, que han brindado su esfuerzo,
dedicación, constancia, responsabilidad y desempeño en la institución en que
laboran.
Y hay que recordar, que López Obrador lo ha dicho fuerte y claro, que
disminuir a la mitad el sueldo de los altos funcionarios del Gobierno Federal
provocaría grandes ahorros al erario público para que estos sean encaminados a
programas que apoyen a la población, pero jamás argumento que se despidiera a los trabajadores y que los
altos funcionarios continuarán cobrando sus sueldos que ofende a la opinión
pública.
Si existe crisis económica al interior del Poder Ejecutivo, los
primeros que deben predicar con el ejemplo deben ser el Presidente de la
República, los integrantes de su gabinete y los altos funcionarios de la
administración pública federal, así como el gran número de “asesores” que han
colocado a la administración pública al borde de su desarticulación.
Sin embargo, se opta por lo más fácil, desaparecer áreas y despedir a
trabajadores, provocando un verdadero problema en cuanto al aumento de
desempleo, falta de oportunidades, impacto en las familias de los trabajadores
y deserción escolar de los hijos de los trabajadores, ya que estos tendrán que
tomar un nuevo sendero a causa de no ser trabajadores activos.
La decisión tomada del despido masivo nos indica que prefieren
sacrificar a los trabajadores operativos y mandos medios que disminuir los sueldos
y prestaciones de la alta burocracia donde se puede apreciar un alto número de
jóvenes juniors sin experiencia ni responsabilidad laboral, ética y profesional.
Lo que está ocurriendo en nuestro querido México, es la descomposición
de un Gobierno, que está al servicio de intereses particulares de empresarios e
inversionistas nacionales y extranjeros, que lo único que les preocupa es
seguir llevándose los recursos del erario público, aunque ello signifique, el
despido de los trabajadores del Gobierno Federal.
El Ejecutivo Federal no sabe qué hacer para enfrentar la crisis que se
avecina en el 2016, ante la debilidad de los principales indicadores y recurre
a acciones que pone en un predicamento a quienes hoy han dejado de ser parte integrante
de los servidores públicos para ingresarlos al rubro de los desempleados.
Cabe recordar, que en el mes de Julio la Federación de Sindicatos de
Trabajadores al Servicio del Estado (Fstse), había asegurado que había
compromiso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de que aun con los
recortes presupuestales no habría despido de trabajadores de base en ninguna
dependencia.
El presupuesto base cero para 2016 no significaba despido de
servidores públicos, dado el acuerdo que hay con el gobierno federal de
mantener la estabilidad en el empleo en este sector.
Sin embargo, ante las evidencias que se presenta en torno a que
trabajadores operativos y mandos medios de confianza han sido despedidos
masivamente, los trabajadores de base tienen en estos momentos dudas, ya que existen
presiones para que “voluntariamente” opten por su jubilación o liquidación.
Un gran número de trabajadores que han sido despedidos contaban con más
de 10 a 25 años de servicio, cumplían con lo establecido en torno al Servicio
Profesional de Carrera y sus evaluaciones mostraban ser servidores públicos
capacitados y reconocidos por su labor en la institución; sin embargo, nada de
ello tiene valor cuando se toman decisiones sin considerar la trayectoria y el
desempeño de los trabajadores, ya que al eliminar áreas completas, ese pequeño
detalle, no es tomado en cuenta.
Asimismo, muchos de ellos, votaron por el Nuevo PRI y ahora ante esa
puñalada por la espalda, se arrepienten de haber puesto su confianza y voto por
esa nueva camada de priistas que han traicionado la confianza de cientos de
trabajadores, aunque hay otros que su voto fue por un Cambio Verdadero, que no
llega y urge que se cristalice de manera inmediata.
Los trabajadores de Hacienda que han sido despedidos, liquidados o
jubilados “voluntariamente” se unen al número de casos que se presentan en
Pemex, Sedesol, Comunicaciones y Transportes y otras dependencias del Gobierno
Federal que están padeciendo los estragos del fantasma del despido masivo,
impactando a los trabajadores y sus familias.
Mientras que en las altas esferas continúan los altos salarios a
funcionarios que simplemente no responden ante las necesidades y requerimientos
de transparencia, creatividad, innovación y desarrollo que la sociedad demanda
de las dependencias del Gobierno Federal.
Es aquí, donde los Diputados Federales y asambleístas del Distrito Federal del Movimiento
Regeneración Nacional deben de realizar su función de escuchar y atender a los trabajadores que han perdido se empleo derivado de los errores, las deficiencias y omisiones de quienes hoy dirigen el país, actuando de manera deshonesta al afectar la dignidad de los trabajadores al servicio del
Estado, hay que levantar la voz, para que los funcionarios de alto nivel se aprieten
el cinturón y disminuyan sus altos sueldos y prestaciones, antes que tomar una
medida en donde le arrebatan la fuente de empleo a los trabajadores operativos
y mandos medios que su único delito es haber trabajado de manera constante y
comprometida por la institución.
No podemos estar de acuerdo a que servidores públicos pierdan su empleo
ante las deficiencias de los altos funcionarios del Gobierno Federal que no han
tenido la capacidad suficiente para revertir la problemática que sufre nuestro
país. Hace falta un cambio verdadero, donde no se atente contra los
trabajadores queriendo beneficiar al sector privado, que poco a poco está
asumiendo el control del Gobierno Federal.
Es aquí, donde debe existir un pronunciamiento claro por parte de los
militantes y simpatizantes de Morena, en cuanto a que un país no podrá salir
adelante, si existe mayor desempleo, generando con ello mayores problemáticas a
los ciudadanos, no queremos pasar lo mismo que España, ni Grecia, ni Portugal,
México es grandioso y requiere un Gobierno Federal que sea capaz de atender a
su población, generar empleos e impulsar el desarrollo de instituciones y
empresas confiables, transparentes y competitivas.
Sin embargo, el actual Gobierno, sigue debilitando la estructura
gubernamental transfiriendo sus responsabilidades y obligaciones hacia empresas
privadas que sólo buscan los recursos del erario público y de nada benefician
el desarrollo y modernización de las dependencias gubernamentales.
Se sabe que en Febrero, continuará las acciones de adelgazamiento de la
plantilla laboral gubernamental, que el Gobierno no tiene los recursos, que la
caída de los precios del petróleo está dejando un hueco en las finanzas
públicas federales y que la puesta en marcha del Presupuesto Base Cero, ha
identificado las áreas que no son necesarias y realizan doble función en las
actividades sustantivas de cada dependencia y por ello de su desaparición.
Aunque para decir verdad, era más fácil bajar los sueldos de la alta burocracia
del Gobierno Federal, empezando por el Presidente Enrique Peña Nieto, que
promover el desempleo y llevar a cientos de familias hacia un sendero de
incertidumbre laboral.
El Nuevo PRI destruye instituciones, privatiza los bienes nacionales y
expulsa a los trabajadores al servicio del estado que han brindado su esfuerzo,
dedicación y entusiasmo a favor de la institución que representan.
Hoy más que nunca ese Viejo PRI de antaño recorre la memoria de los
trabajadores al servicio del estado, cuando se generaban instituciones a favor
de la población y se fortalecían, con el afán de brindar un servicio de calidad
a todos, caso IMSS e ISSSTE, cuando se disponía de empresas paraestatales que
contribuían al desarrollo del país en diferentes sectores y eran el orgullo de
millones de Mexicanos como lo fue PEMEX, Luz y Fuerza del Centro, Ferronales, PIPSA,
ASA, Siderurgia Lázaro Cárdenas, Banrural, Conasupo, Fertimex, Altos Hornos,
entre otros. El proceso de desincorporación llevado a cabo en 1982 impacto en
las 1155 entidades que se disponían, privatizándose, liquidándose, extinguiéndose,
fusionándose o transfiriendo a dichas entidades a manos de empresarios que no
lograron generar empresas fuertes y sólidas en beneficio de la población.
El Gobierno Federal, ha mantenido una política de adelgazamiento de su
plantilla laboral a través del Programa de Retiro Voluntario, el cual tomo
mayor fuerza en el 2003 hasta la fecha. Pero ahora con el pretexto del
Presupuesto Base Cero, la situación se complica e impacta a la clase
trabajadora, más no a la alta burocracia.
El Pacto por México, ha impactado en los trabajadores al servicio del
Estado, el Nuevo PRI está al servicio de intereses privados, más no a favor de
la población en su conjunto.
Por ello, las palabras de Luis Donaldo Colosio, siguen siendo tan
actuales.
Esperamos una respuesta por parte de los
Diputados Federales de Morena y Asambleístas del Distrito Federal, no al
despido de los trabajadores al servicio del Estado y sí a la disminución de los
altos sueldos y prestaciones de los altos funcionarios gubernamentales. Que Prediquen
con el ejemplo.
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