La relación laboral de
Carmen Aristegui y MVS llega a su fin, la censura el principal problema entre
las partes. Y ahora le toca a la audición dar la primera batalla a favor de la
libertad de expresión, romper todo vinculo con la emisión de MVS y sus diversas
plataformas.
El inicio del conflicto
entre MVS surgió a raíz de que la “empresa” tapizó los principales diarios del
país e inundó sus espacios comerciales con un comunicado en el que advertía,
que no permitiría “abuso de confianza” por parte de ninguno de sus
colaboradores. El mensaje era claro, las amenazas vertidas por MVS aludían
directamente a la periodista Carmen Aristegui, quien horas antes había firmado,
a título personal, pero presentándose como parte de la empresa para la cual
trabaja, un convenio para echar a andar un portal para recibir denuncias
ciudadanas anónimas denominado “Mexicoleaks”.
Como resultado de esta
acción emprendida por Aristegui, MVS anuncia el despido “por pérdida de
confianza” de dos integrantes del equipo de Aristegui: el reportero Irving
Huerta y el jefe de información Daniel Lizárraga. Y ante tal hecho, anormal, la
periodista hizo un llamado para que se reinstale inmediatamente a sus
colaboradores. MVS respondió publicando los “nuevos lineamientos para sus
noticieros”, entre los que figura de manera destacada la creación de un comité
editorial que deberá dar su aprobación previa a todo trabajo de investigación
realizado por los periodistas de esta empresa. Con esta acción la empresa
enseño las uñas y los principales motivos de la guerra interna desatada por
administración de la empresa.
¿Y cual es el motivo
real que MVS sacrifique a su máxima estrella, al noticiario de radio más
escuchado del país y su “producto” más exitoso?.
Toda apunta a que MVS ha
recibido la orden de impedir más publicaciones o reportajes con la
independencia editorial plena que caracteriza a Aristegui. No más “casas
blancas”, parece ser el mensaje.
Lo anterior se deriva a
que tanto Huerta como Lizárraga estuvieron directamente involucrados en la
investigación que reveló la existencia y los pormenores de la “casa blanca” de
Enrique Peña Nieto. Muchos temas de enorme trascendencia para la vida nacional,
que la falta de espacio no permite enlistar, han sido dados a conocer
originalmente o abordados con una profundidad sin paralelo en este programa.
Los nuevos
“lineamientos” de MVS están claramente encaminados a censurar a coartar la
libertad de expresión, aunque ello le cueste su hundimiento como Empresa.
Si se ha cerrado la
puerta a Carmen Aristegui, a cualquiera se le puede cerrar y entonces salvese
el que pueda. La defensa de Carmen Aristegui contra la censura es la defensa de
los muchos que queremos un país diferente contra los pocos que se esmeran en
preservar lo actualmente existente por sus intereses personales o de grupo; debemos
defender el interés colectivo contra los poderes fácticos; de los que sueñan
con libertad e igualdad contra los que buscan resucitar, a cómo dé lugar,
nuestra extinta “esclavitud informativa”.
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