Diez años y aún no se alcanza el 1 por ciento del PIB que marca el artículo 9 Bis de la Ley General de Educación
El artículo 25 de
la Ley General de Educación con relación al artículo 9 BIS de la Ley de Ciencia
y Tecnología establecen que el Gobierno Federal debe destinar al menos el 1%
del PIB al gasto en Ciencia y Tecnología. Este planteamiento data del 2005 y
después de casi 10 años en que se estableció en el marco legal de la Ley General
de Educación, este hecho aún no se logra cristalizar y más aún, ni siquiera
estamos cerca de alcanzarlo. Una verdadera tragedia para diversas generaciones
de estudiantes y profesionistas de México. Y se prevé que el Presupuesto de la
Federación 2015, México seguirá muy por debajo del 1 por ciento del PIB.
La teoría económica
establece una relación directa entre el crecimiento de la actividad económica
de un país con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, ya que los factores
tradicionales (tierra, trabajo y capital) incrementan su productividad ante la presencia
de un mayor gasto en Investigación y Desarrollo (I+D), complementado con el
desarrollo de infraestructura, la gestión empresarial y las características
relacionadas con la cultura laboral y los pautas axiológicas de la población.
En el actual
contexto de globalización e integración de los mercados a nivel internacional, las
empresas que aumenten su productividad con la incorporación de mejoras
tecnológicas y capital humano de la más alta calificación, serán aquellas que
podrán subsistir en un mundo de constante competitividad.
Por esta razón, los
países más desarrollados le asignan recursos crecientes al gasto en Ciencia,
Tecnología e Innovación sobre todo en el rubro de gasto de inversión.
Mientras que en
México, el gasto en Ciencia, Tecnología e Innovación en México no sólo es menor
al 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto, incumpliendo con la Ley General
de Educación que mandata que sea el 1 % del PIB, además, el 78 % se destina
para gasto corriente, necesario para cubrir los rubros de servicios personales
(sueldos y prestaciones de seguridad social), gasto de operación para que las
organizaciones operen adecuadamente (papelería y equipos de cómputo); subsidios
(ayudas de carácter social); y únicamente el 22 % se asigna para el gasto de
inversión, necesario para la modernización y ampliación de las actividades que
conforman esta función.
Por lo anterior, es
importante que los recursos que se asignen a Ciencia, Tecnología e Innovación el
PEF 2015 deben la asignación de mayor
recursos que permita la generación de nuevos proyectos viables que científicos desarrollen
en beneficio del país my se sostenga el gasto en aquellos proyectos que se encuentran
en proceso.
Por lo tanto, es
facultad de los señores Diputados asignar o reasignar el presupuesto propuesto
por el Ejecutivo para las áreas que lo necesiten y determinen un mayor monto
que permita alcanzar una mayor cifra que se acerque al 1 por ciento del PIB.
Desde hace 10 años
lo mandata la Ley General de Educación en su artículo 9 bis y desde hace diez
años, ni el gobierno de Vicente Fox, Felipe Calderón y ahora Enrique Peña Nieto
han logrado alcanzar esa mínima meta, ya que en la actualidad los países en
desarrollo invierten en Ciencia y Tecnología cifras mayores al 2.5 por ciento
de su PIB.
En esta materia
Morena Ecatepec debe hacer un exhorto para que los recursos que se destinan a
Ciencia, Tecnólogia e Innovación superen sustancialmente la barrera del 0.5 por
ciento del PIB en el 2015 y a partir de este momento se hagan las acciones
necesarias para que en el 2016, esta cifra alcance mejores niveles de inversión
por parte del Ejecutivo Federal.
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