miércoles, 7 de julio de 2021

Ni juntos ni separados logra la oposición levantar, solo les queda utilizar el Caballo de Troya.

 


Ni juntos ni separados, la oposición al Gobierno de López Obrador carece de la representatividad y la fuerza electoral suficiente para recuperar el poder político. Ni rojos, ni azules, ni amarrillos, ni verdes, ni naranjas y de cualquier otro color, logran detener al guinda que sigue pintando la República Mexicana. Y para revertir esta situación de poco le ha servido el griterío mediático que sólo convence a los ya convencidos, quizá solo genere algún tipo de inestabilidad y zona turbulenta, tal como acontece en la cdmx y edomex, pero al final de cuentas, el paso firme de la Cuarta Transformación habrá de imponerse en la urna electoral. Lo significativo que se visualiza es que a corto plazo ante la eminente reapertura de las actividades comerciales y económicas, así como el turismo y el consumo se prevé una rápida recuperación económica, que brindará la tranquilidad a quienes hoy están intranquilos. La clase media tendrá una vez más la posibilidad de levantar el vuelo, tiene la capacidad para hacerlo, es vanguardista, innovadora, creativa y sobre todo participativa, lo que le permitirá responder positivamente a los retos de llevar a buen puerto el Proyecto Alternativo de Nación.

Es así como, sea quien sea el candidato o candidata del obradorismo para la elección presidencial de 2024, la oposición seguirá perdiendo fuerza, tanto económica, política como social, derivado a su falta de proyecto y a su individualismo, esa actitud de no perder sus privilegios logrados y obtenidos a través de la inmoralidad, la corrupción y la falta de ética.

Quien no este dispuesto al cambio y la transformación, tarde o temprano, tendrán que avanzar por ese sendero, so pena de quedarse a la retaguardia y diluirse inexorablemente.

Para muestra un botón, el PRD como el PRI, no entendieron el mensaje que la ciudadanía coloco en las urnas el pasado 1 de julio del 2018, prefirieron juntar esfuerzos y voluntades para detener, bloquear y condenar las acciones de la nueva administración. En ningun momento, tuvieron la capacidad de reacción a su realidad y trabajar en ello, simplemente, buscaron las medidas necesarias para subsistir y era unir fuerzas contra el partido en el poder y el proyecto de Nación.

Lastima por la falta de reflexión y análisis de su dirigencia que ha colocado a la militancia tricolor y del sol azteca al borde de su desaparición. En cuanto al PAN, aún busca mantener el poder que lograron arrebatar al PRI en el 2016, las plazas que conservan, tarde o temprano habrán de caer ante la fuerza de la Cuarta Transformación, su desaparición, también se ve eminente. Las victorias pírricas que en este 6 de junio lograron, no fue por su fortaleza partidista, más bien por la alianza puesta en marcha, donde el PRI tuvo más que perder que el propio panismo. El partido azul, esta en decadencia, su leve recuperación es síntoma de que volverá a recaer para no levantarse más. Su soberbia y arrogancia, serán el signo que habrán de escribir en la historia.

En estos momentos, la oposición carece de figuras y partidos prestigiados y carismáticos con posibilidades de triunfo. Ni los medios podrán generar figuras, ya que su discurso, sus acciones y postulados son los mismos que ya no convencen ni a propios ni a extraños.

De modo, que la verdadera lucha por la Presidencia de la República se dará (y ya se está dando) al interior de Morena. Y ya se vislumbran, algunos rostros que la militancia, los simpatizantes y la ciudadanía común, ven como alternativa para continuar un proyecto alternativo de nación. Son visibles cuatro que ha mencionado López Obrador, recientemente. Sin embargo, pueden presentarse a escena por lo menos otros tres, de la primera esfera del Presidente de la República y otros tres que por su labor en las entidades que gobiernan, no son descartables.

De manera inicial se puede tomar en cuenta dos hombres y una mujer, dos personalidades que vienen de las filas del viejo PRI y una luchadora social que ha estado siempre en la izquierda y que cuenta con una visión diferente a esa vieja guardia.

En Morena hay muchos cuadros susceptibles de convertirse en candidatos presidenciales, gobernadores, diputados federales, estatales, presidentes municipales y diversos espacios representativos no solo político, sino también administrativo y técnico. Existe un amplio abanico, que poco a poco se van capacitando, adiestrando, desarrollando y surgiendo por su esfuerzo, dedicación y lealtad como futuros aspirantes. Quizá la izquierda, aún no ha entendido que la lucha social debe estar acompañada cuando ya se es gobierno en una lucha de beneficio social donde todos merecen respeto y atención, sin distingos.

La oposición de derecha entiende bien esta situación y, sin posibilidades propias, sin duda optará por el candidato o candidata al que le vea capacidades y posibilidades para regresra más a lo mismo.

La continuidad de la Cuarta Transformación dependerá en buena medida del candidato que escoja Morena. Eso está muy claro. Y, como siempre en la lucha política, la solución dependerá de la correlación de fuerzas. Y una de esas fuerzas, sin duda, es y será el Presidente López Obrador.

Indudablemente el actor político mas interesado en la continuidad de la Cuarta Transformación es el fundador y líder del movimiento Transformador. Su voz y sus señales serán muy orientadoras. El pueblo confía en el Presidente. Y bien haría Morena en seguir ese mismo camino.

Solo le queda a la oposición apostar por infiltrarse a través de un caballo de troya político, que le permita agarrar a los morenistas dormidos y borrachos de triunfalismos y abrir las puertas de par en par, para que sus huestes entren al interior de morena y arrollen a los confiados políticos que buscan instalarese en la silla presidencial pretendiendo alianzas y acuerdos en lo oscurito... Pero veremos que ocurre y que acciones toman los morenistas en sus futuras asambleas, congresos y designaciones de nueva dirigencia.

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