Los festejó de morena por el tercer año del triunfo en la elección federal de 2018, donde Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el Primer Mandatario de México emanado de la izquierda, con un amplio respaldo del electorado, mostro diversos matices que son fundamentales, no olvidar ni ignorar.
La ovación de miles de morenistas reunidos en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México y los gritos de “¡Presidenta, Presidenta, Presidenta!” con que arroparon a Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la capital del país, muestran con claridad el apoyo a quién en los hechos ha venido desarrollando una excelente labor como Jefa de Gobierno y el respeto que se le tiene como persona, militante, profesionista y camarada.
En cuanto al abucheo, prácticamente, generalizado para el actual presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, es un mensaje de la inconformidad, malestar e indignación que existe por su actuar que ha mostrado al frente del movimiento regeneración.
Y hay que señalar, que la actitud de respaldo, de solidaridad, de humildad y compañerismo ofrecida por Claudia Sheinbaum, para convertir las rechiflas en aplausos a favor de Mario Delgado, fue el sentido más propio de alguien que tiene la sensibilidad de rescatar a un compañero en momentos de tensión y presión.
Y hay que decirlo con todas sus letras, en el Auditorio Nacional no se encontraba la militancia que fue ignorada, olvidada, desplazada y relegada, que fue engañada con un proceso de selección de candidatos que no cumplió de manera fehaciente su labor. Sino, imagínese, el trato que hubiera recibido el Presidente Nacional del Partido.
Es verdad que los logros obtenidos el pasado 6 de junio, permite que morena disponga de una mayoría en la Cámara de Diputados, junto con sus aliados el PT y el Verde, y conquistaron 10 de 14 gubernaturas en juego, y una más se revalido, se logro que más de 18 congresos estatales fueran mayoría morenista, se gano en un mayor número de municipios, pero a pesar de esas cifras alegres, los militantes y simpatizantes de Morena están molestos e inconformes con los resultados y con la actuación del presidente nacional de morena, derivado a las derrotas sufridas por el partido en la capital del país y en el Estado de México, así como, por un proceso electoral desde la selección de candidaturas hasta su conclusión, donde la división, los desencuentros, la arrogancia y la soberbia, permeo al interior del partido y solo los resultados obtenidos, ha dado lugar a que la reflexión y la objetividad, empiece a generarse de manera consciente y real.
Lo anterior, se deriva a que el corazón de morena, sufrió un duro golpe el pasado 6 de junio, el corazón de morena, se encuentra en estos momentos partido a la mitad, entre la oposición y el movimiento – partido, situación grave que debe modificarse de manera clara y contundente en la próxima elección a través de trabajo, compromiso, dedicación y esfuerzo, para recuperar los espacios que se perdieron en la pasada elección.
No debemos olvidar que la Cd. de México, ha sido el bastión de López Obrador y de la izquierda mexicana desde el 5 de diciembre de 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se convirtió en el primer Jefe de Gobierno electo de la Ciudad de México y que a partir del 2018, morena logro estar en los principales municipios del Valle de México. Esa perdida cala muy hondo en el ánimo de la gente y la izquierda.
Es por lo anterior, que la fiesta de Morena, se convirtió en un respaldo a Sheinbaum Pardo, a quien compañeros de partido, incluidos gobernadores morenistas de diversos estados del país, vitorearon desde su presentación y durante su discurso. Simplemente, fue un mensaje de que no esta sola y que existe la plena voluntad de que habrá de recomponerse el camino. Quienes no estuvieron presentes y son obradoristas, morenistas o de la Cuarta Trasformación, sin lugar a dudas, darían el respaldo incondicional a la Jefa de Gobierno.
SHEINBAUM DEFIENDE AL GOBIERNO DE AMLO
Durante el discurso de Sheinbaum ante los morenistas reunidos en el Auditorio Nacional, la Jefa de Gobierno menciono que el movimiento que encabeza el Presidente López Obrador tiene como mandato popular eliminar la corrupción y los privilegios de los gobernantes, y ampliar la democracia para consolidar un México con progreso y con justicia.
Dijo que la Cuarta Transformación, “es una nueva forma de gobernar sin privilegios, sin corrupción, con transparencia y cercanía, sustentada en la austeridad republicana, la disciplina, el pago de impuestos sin indultos al que más posee, que distribuye riqueza de forma directa al pueblo sin intermediarios, que promueve la economía con inversión pública y fomenta la inversión privada sin corrupción, que planea el desarrollo con salarios dignos para los trabajadores, que cultiva el medio ambiente, que invierte donde históricamente no se ha hecho para disminuir las desigualdades.
De acuerdo a la información que se pudo obtener la Jefa de Gobierno señalo, “La Cuarta Transformación de la vida pública de México es una realidad que se consolida con el derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura, la pensión a los adultos mayores. Una realidad, porque todos los días se construye la paz como fruto de la justicia, porque atiende las causas para proveer seguridad; que enaltece los derechos humanos, la honestidad y la división clara entre delincuencia y Estado, como ejes fundamentales de la estrategia de seguridad. Una realidad donde se fomenta la democracia participativa, el derecho a la diversidad, que defiende la libertad de expresión y la manifestación. Una realidad que fomenta una forma de pensamiento crítico, que construye la igualdad entre hombres y mujeres, que condena la discriminación y sostiene que no hay progreso sin justicia”.
Sheinbaum menciono el triunfo de Morena en la elección federal, pero admitió que en la CdMx los opositores se “ensañaron” con una campaña sucia de desprestigio que fue calando en algunos sectores de la población y remarco, “que un exceso de confianza y falta de unidad fueron generando y provocando el resultado electoral. Sin embargo, vale la pena mencionar que si se contabiliza la fuerza de cada partido, Morena en la ciudad ganó el 75 por ciento de las casillas; es decir, sigue siendo indiscutiblemente la fuerza mayoritaria de la ciudad, y lo que ellos representan es la corrupción, la discriminación y el clasismo”.
Ante tales planteamientos, los morenistas arroparon a la Jefa de Gobierno, la cual concluyó: “Desde esta gran ciudad nuestra convicción de que no hay marcha atrás y que el camino está trazado, que México es hoy más grande, porque construye igualdad, construye justicia y sigue construyendo todos los días esperanza. Qué viva este gran movimiento, qué viva la Cuarta Transformación de la vida pública de México. A seguir luchando y nunca descansar en la revolución de las conciencias y esta ruta que está trazada y no tiene marcha atrás. Qué viva nuestro movimiento, qué viva México y qué viva nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Sin lugar a dudas, que hay mucho trabajo por hacer y que hay mucho por reflexionar, ya que el movimiento – partido tendrá en los próximos meses tareas que deberá realizar tomado de la mano con militantes, simpatizantes y el pueblo en general.
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