Ven el
temblor y no se hincan, dice el refrán, y el Gobierno Federal por conducto de
la Secretaria de Hacienda y Crédito Público dio a conocer las acciones que
emprenderá en este 2015 como MEDIDAS DE RESPONSABILIDAD FISCAL PARA MANTENER LA
ESTABILIDAD.
Cabe
mencionar, que el entorno económico internacional desde finales del 2014,
presentó un deterioro significativo debido a los siguientes factores: la
drástica caída en el precio del petróleo; la volatilidad financiera asociada al
inminente incremento en las tasas de interés en Estados Unidos, y la
desaceleración de la economía global.
En
cuanto a la caída de los precios del petróleo, México a través de la compra de
coberturas ante caídas en los precios del petróleo y la renovación de la línea
de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional, permiten mantener una
estabilidad con alfileres para este ejercicio 2015.
Sin
embargo, ante la perspectiva de que los precios del petróleo se mantengan bajos
y se incrementen las tasas de interés durante los siguientes años, así como la
desaceleración de la economía mundial, el Gobierno Federal podrá en marcha
diversas acciones, con el fin de contener los efectos negativos que se esperan
en este 2015 y 2016.
Una de
las primeras acciones será revisar la estructura del gasto público de tal forma
que permita una reingeniería al interior de la Administración Pública Federal
para la elaboración del Presupuesto de Egresos para el ejercicio 2016.
El
Gobierno Federal propone, abandonar la práctica de elaborar el presupuesto sobre
una base inercial; es decir, tomar el presupuesto del año anterior y
simplemente agregar o quitar programas. En su lugar, se llevará a cabo un
ejercicio de fondo para mejorar los procesos administrativos, optimizar las
estructuras, y, en su caso, eliminar programas o unidades administrativas del
gobierno que presenten duplicidad, y a la vez privilegiar los proyectos de inversión
cuyos beneficios lleguen a un mayor número de mexicanos.
Entre
las medidas de la reingeniería al interior de la APF se contempla la
instrumentación del Presupuesto Base Cero, Optimizar los procesos y priorizar
proyectos de inversión con el mayor impacto social y económico.
Debe
decirse, que la partica del Presupuesto Base Cero tiene su origen en el mundo de la empresa,
específicamente en 1970, cuando Peter Pyhrr, su creador, lo introdujo en la
empresa americana Texas Instruments. El caso fue exitoso, y poco a poco se
extrapoló a otras empresas, hasta que en 1971, Jimmy Carter contrató a su
creador para aplicar la herramienta a la administración estatal. Primero como
gobernador del Estado de Georgia, luego como Presidente de los Estados Unidos,
Carter utilizó esta herramienta para enfrentar el proceso inflacionario de los
años 1970.
Con el
tiempo la práctica se extendió al Reino Unido, Singapur, Nueva Zelanda y
algunos otros estados de Norteamérica.
La
mayor ventaja de este sistema, es que ignora la práctica habitual de considerar
el gasto del año anterior y sumar algo más de dinero a cada partida. En este
caso, se ignora la historia presupuestaria del gobierno municipal, provincial o
nacional, y se reconsidera, o reevalúa, la necesidad de cada partida, tanto
histórica como nueva. En otras palabras, se busca que se vuelva a justificar
cada una de las partidas del nuevo presupuesto.
Aunque
hay que decirlo bien claro, es una propuesta que tiene sus grandes
inconvenientes y desventajas y requiere de mucho tiempo, puesto que se debe
reelaborar todo el presupuesto, o volver a discutir cada función del Estado,
que en el caso del Gobierno Federal serán los programas o proyectos.
Por sus
características, del Presupuesto Base Cero y las condiciones de la economía
mexicana, así como la problemática de la corrupción existente, esta medida
puede ser contraproducente. Lo cual deberá de ser discutida en la Cámara de
Diputados de manera plena y clara.
Aunado a
la mejora en torno al presupuesto, el Gobierno Federal ha determinado, de
conformidad con lo establecido en la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), ajustar el gasto público a partir de este
mismo ejercicio, previendo un entorno adverso en los siguientes años.
Por tal
motivo, se prevé un ajuste al gasto público de las dependencias y entidades de
la Administración Pública Federal (APF) de 124.3 mil millones de pesos, monto
que representa el 0.7% por ciento del PIB. Este monto incluye ajustes de 62 mil
millones pesos en Pemex y de 10 mil millones en CFE de acuerdo a lo que estos
organismos han informado a esta Secretaría, el resto del ajuste de gasto vendrá
de las dependencias.
Las
entidades del Gobierno disminuirán su gasto en 57.9 por ciento, mientras que
las dependencias sólo el 42.1 por ciento.
En este
aspecto, será importante valorar que medidas de restricción el Gobierno Federal
implementará en las dos paraestatales que aún dispone. Cabe recordar, que con
las medidas en torno a la Reforma Energética, Pemex y CFE, deberán competir con
grandes monstruos internacionales y si se continua debilitando la capacidad
productiva de Pemex y CFE, sus condiciones para competir y elevar su calidad
como empresas paraestatales se vendría abajo, lo cual representaría para México
un duro, durísimo golpe.
Ante
tal escenario, será de vital importancia que la población este enterada de esta
decisión del Gobierno Federal que no sólo ha puesto a competir a Pemex y CFE
con grandes compañías trasnacionales, sino que ahora los debilita de manera drástica,
colocando a las empresas paraestatales en una situación de debilidad.
Y será
de gran importancia que partidas y acciones de manera específica se
implementarán por parte de la administración pública, con el fin de poder
valorar el impacto que estas dos empresas del país podrá recibir de nuestras
propias autoridades de Gobierno, ya que debilitan a dos empresas estratégicas del
país.
Una de
las premisas que tiene la propuesta de ajuste se dirige al gasto corriente. En
el caso de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal,
el ajuste asciende a 52.3 mil millones de pesos, de los cuales el 65% se
aplicará al gasto corriente y el restante 35% a gasto de inversión. El ajuste
al gasto corriente asciende a 34.1 mil millones de pesos, para lo cual se reducirá
el gasto en servicios personales, el gasto de operación, así como programas de subsidios.
En ese
sentido, se implementarán medidas de austeridad y disciplina presupuestaria,
destacando: reducción de 10% en la partida de servicios personales para mandos
medios y superiores, disminución de 10% del gasto en plazas de carácter
eventual y por honorarios; restricción a la creación de plazas, salvo aquellas
que tengan como propósito dar cumplimiento a reformas de disposiciones
jurídicas y fortalecer programas prioritarios, y se llevará a cabo una
reducción del 10% en el gasto destinado a comunicación social.
Con
esta medida, el Gobierno Federal pretende que la generación de empleo y oportunidades
surja del sector privado, el cual no da muestras de querer realmente participar
en la conformación de una política productiva y desarrollo pleno.
En
materia de inversión, se incluye una reducción por 18.1 mil millones de pesos.
Ello incluye: la cancelación definitiva del tren de pasajeros Transpeninsular y
la suspensión indefinida del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro. Sin
embargo, se sigue con el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la
Ciudad de México y los programas de Conservación orientados a Carreteras Federales
y Caminos Rurales, así como la construcción de Caminos Rurales y Carreteras
Alimentadoras.
Es aquí
donde debe evaluarse la conveniencia de llevar a cabo el Nuevo Aeropuerto de la
Ciudad de México, las condiciones actuales y futuras, indican que sería
conveniente su suspensión temporal hasta que las condiciones económicas sean
más favorables para el país.
Asimismo,
será necesario que exista una revisión de los programas y proyectos que en
verdad no son prioritarios por parte del Gobierno Federal y que exista una
política de Austeridad Republicana que vaya dirigida hacia los altos mandos de
la administración pública federal.
Las medidas
específicas de austeridad que emitirá el Gobierno Federal, próximamente, en
materia de racionalización del gasto en asesorías, telefonía celular, viáticos,
pasajes aéreos, entre otros, ha mostrado ser ineficiente y en poco ayuda a
reducir el gasto, no hay que olvidar lo emprendido en la década de los 80`s y
90`s.
En
cuanto al recorte en el Programa de Desarrollo de Zonas Prioritarias, este
afectaría a un sector de la sociedad más necesitada y que decir en torno al programa
Pensión para Adultos Mayores, donde se habrá de afectar al sector de la
población más necesitada que ha contribuido con la economía del país. Es
injusto que la gente más pobre y vulnerable del país cargue con el costo del
ajuste.
Va ser
necesario que los futuros legisladores de Morena, tengan presente la
importancia de de impulsar reformas constitucionales en materia de
endeudamiento de entidades y municipios durante las primeras sesiones de la
Cámara de Diputados; así como, promover fuertes inversiones en la
infraestructura pública que este focalizada en las zonas de menos desarrollo
humano.
Y
determinar una agenda legislativa que se encamine no sólo a impulsar una
política de Austeridad Republicana, lucha contra la corrupción, sino además,
que se implemente un programa de desarrollo interno que permita fortalecer a la
industria y tecnología nacional, para mejorar las condiciones económicas del
país.
México,
necesita con urgencia de legisladores sensibles ante la problemática real que
existe en estos momentos. México, requiere de legisladores que encaminen el
gasto en promover y desarrollar las empresas paraestatales estratégicas del
país e impulsar el empleo y el desarrollo de oportunidades sectorial.
Con
mayor precisión hablaremos de estos temas en las próximas entregas.
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