Foto de archivo
Quienes piensan que lo que
acontece en la cúpula partidista de morena es lo que prevalece en la base
militante, definitivamente, no conoce el sentimiento y el arrojo de las mujeres
y hombres que conforman la militancia de morena.
Mientras en las altas
esferas del partido la disputa por el poder ha provocado el retraso y el
surgimiento de los demonios que pretenden controlar y dominar a morena. La
militancia, leal, comprometida y surgida de las propias entrañas del movimiento
– partido del 2012, están construyendo puentes de entendimiento, participación,
trabajo en equipo y solidaridad, con la plena intensión de caminar juntos en harás
de fortalecer y consolidar la Cuarta Transformación y el proyecto de nación.
Esa base comprometida, no esta
en espera a que ningún “referente”, “líder”, “representante popular” o “cacique”
marque la línea a seguir, esos tiempos y esos modelos de movimiento partidista
no encajan en las filas morenistas, ya que en morena se nació libre y la única
línea es que no hay línea, tampoco hay iluminados, ni mucho menos personajes
excepcionales que marquen los pasos a seguir.
Los militantes, nacidos en
un proceso de trabajo arduo y comprometido, responsable y cercano a la gente,
saben a ciencia cierta cual es su labor, en materia de Revolución de
Conciencias y en cuanto a generar condiciones de organización, planificación y
acciones que permita el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Esa militancia activa y
progresista, sigue caminando por las calles dialogando, informando y
contribuyendo para que las comunidades dispongan de las herramientas necesarias
que les permita su crecimiento y desarrollo en diferentes temas de interés
ciudadano.
Hoy más que nunca, la
militancia esta empeñada en caminar bajo principios, estatutos y un programa de
acción ya establecido buscando a toda costa romper con esos esquemas caducos de
la política tradicional, impuestos por el neoliberalismo, donde la compra de
las conciencias, voluntades y corrupción fueron parte de un estilo de hacer
política.
La militancia morenista, que
cuenta con ética y valores, realiza esfuerzos al interior y exterior de la
institución política para que la Cuarta Transformación avance, se consolide y
fortalezca, ya que lo importante no es llegar sino asentarse y generar un nuevo
estilo de vida donde la fraternidad, la solidaridad, el respeto, el compromiso
y el desarrollo pueda estar presente en cada parte de la vida publica y social
de la nación.
Sin lugar a dudas, es una
militancia de primer nivel, que ha sabido mantenerse firme a pesar de las traiciones,
desoluciones y falta de cumplimiento de acuerdos; es una militancia que esta
comprometida a favor de la transformación del país y el cambio de régimen.
Es verdad que la decisión de quienes habrá de dirigir
al partido Morena, fue suspendido y habrá de retomarse el próximo año. Es verdad, que en el proceso de renovación
partidista se presentaron un cúmulo de irregularidades y eventos no acordes a
los principios y valores de la militancia morenista, pero también es verdad,
que esta nueva oportunidad de renovación partidista habré los espacios
necesarios para recuperar la esencia partidista de una militancia que buscará
seleccionar a sus consejeros y dirigentes, que demuestren un compromiso
inquebrantable por el partido y por México.
Sabemos que el proceso de renovación de la dirigencia
nacional ha traído como consecuencia duros embates entre los aspirantes más
representativos a esa posición. Los postulantes, así como sus seguidores, sobre
todo esos seguidores frenéticos han sido parte de una confrontación que influye
negativamente ante la ciudadanía y la esencia misma del movimiento regeneración
nacional, donde los intereses particulares y de grupo han prevalecido por
encima de fortalecer una institución política y de contribuir a su organización
y fortalecimiento.
Pero a pesar de ello, la militancia, una vez más entra
al quite, rompe esos esquemas de pasividad y empieza a marcar una ruta de
trabajo cercano a la gente con actos, acciones y eventos con la plena intensión
de seguir contribuyendo a que la Cuarta Transformación no se detenga, al
contrario, que avance al paso que se marca desde la administración pública
federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Quienes piensan que la militancia es pasiva y dócil, están
equivocados, ya que ahora la militancia habrá de predicar con el ejemplo avanzando
en las diversas comunidades y población marcando un camino de trabajo, respeto
y responsabilidad social.
Y es de gran valor, tener presente que cada acción que
realiza la militancia, lo efectúa aún con sus propios recursos, con el apoyo de
la ciudadanía y la participación de diversos sectores y organizaciones y
asociaciones civiles que desean avances significativos de la Cuarta
Transformación. Quienes ahora disponen de los espacios o cargos públicos en los
niveles municipal, estatal y federal, deberán preocuparse, ya que la militancia
avanzará con la plena convicción de rebasarlos por la derecha, por la izquierda
y por el centro, ya que ellos cuentan con un elemento básico y esencial la
honestidad en sus actos y proceder.
Una militancia que
combina experiencia de morenistas que han estado en diversas luchas sociales,
coadyuvando, empujando, trabajando y generando condiciones de cambio verdadero
y una juventud pujante, moderna, profesional que camina con esperanza e
ilusiones de transformar la vida pública del país. Tanto unos como los otros,
se están conjuntando, están conversando, están diseñando y organizando, con la
plena intensión de avanzar de manera conjunta a favor de la Cuarta
Transformación. Todos son valiosos y nadie están por encima de unos o de otros,
solidaridad, respeto y participación conjunta es la consigna para avanzar con
paso firme y comprometido a un objetivo común.
La mirada de los militantes esta en el 2020 y 2021,
avanzarán de manera organizada y comprometida para consolidar la Cuarta
Transformación, esperamos que quienes asuman los espacios de representación
partidista en los próximos meses surjan de estos hombres y de estas mujeres comprometidos
que han salido a la calle para generar las condiciones propicias de crecimiento
y desarrollo de las comunidades.
En política no hay nada escrito y la militancia
Predicará con el Ejemplo, avanzará en la Revolución de las Conciencias, se
capacitará y profesionalizará para estar listo y poder ocupar la
responsabilidad que la propia sociedad les confiera.
Y que nadie se sorprenda de que pueda surgir de esta
militancia, un nuevo candidato o candidata que buscará ser Dirigente Nacional o
a nivel estatal.