lunes, 27 de noviembre de 2017

El “Regreso de los Chicagos Boy mexicanos” con José Antonio Meade a la Presidencia de la República.

Cuando el rió suena, es que algo trae… y todos los ojos están concentrado en la SHCP que puede dejar de tener a José Antonio Meade, para convertirse en el Candidato del PRI a la Presidencia de la República.
La noticia de que José Antonio Meade, Secretario de Hacienda y Crédito Público, de que estará presentando su renuncia este lunes, a puesto las alarmas al rojo vivo en los pasillos políticos del PRI y en la propia SHCP. No tanto por que Meade no sea militante priista; sino porque es el regreso de los “Chicagos Boys mexicanos” a la arena política y financiera del país.
Se creía que con la salida eminente de Agustín Carstens del Banco de México marcaría el fin del ciclo mexicano de los Chicago boys o economistas forjados en la economía neoliberal de Milton Friedman en la Universidad de Chicago o a través de Cartas de Intención del Fondo Monetario Internacional, que dio inicio a la quiebra de la economía estatista de finales de los 70´s e inicios de los 80’s.
Debemos recordar, que se ha hecho mención de que los Chicago boys mexicanos, llegaron de la mano del proyecto de mercado definido por Carlos Salinas de Gortari en 1980 con el Plan Global de Desarrollo 1980-1982.
Pero la realidad, es que todos dan el merito a Miguel de la Madrid Hurtado, quién fue el percusor de los grandes centros de decisión política, financiera, electoral y gubernamental. Fue un destacado abogado egresado de la UNAM, pero también el primer Chicago Boy que trajo la ortodoxia financiera al país.
En su administración tuvo que enfrentar los vaivenes de una crisis económica imparable, desastres naturales y crisis políticas con consecuencias históricas innegables: el sismo del 85, el huracán Gilberto, la fractura del PRI en 1987 con la salida de la Corriente Democrática, el inicio frontal de la “guerra contra las drogas” y diversos sucesos que dejaron huella en la década de los 80´s.
La elección de MMH significó una renovación en el grupo hegemónico al interior del PRI, pues llegaron al gabinete y al poder una serie de funcionarios con un nuevo perfil, muy similar al del nuevo presidente. Puede mencionarse a Jesús Silva Herzog Flores, que estudió en Yale, llegó a la SHCP; Gustavo Petriccioli -también proveniente de Yale- lo sucedió en Hacienda; Carlos Salinas de Gortari, de Harvard, llegó a Programación y Presupuesto (SPP); Pedro Aspe, del MIT de Massachussetts, lo sucedió en la SPP, sin olvidar a Josep-Marie Córdoba Montoya como el principal colaborador de Salinas desde 1979 en la Dirección de Política Económica y Social de la Secretaría de Programación y Presupuesto y Francisco Gil Díaz.
Miguel de la Madrid es el primero de una serie de presidentes con una visión orientada hacia el mercado, importada desde universidades como Harvard o Yale, partidarias del neoliberalismo, la globalización, la desregulación, el libre comercio, la apertura, la liberalización, la privatización, entre otros conceptos.
Como Margaret Thatcher, Ronald Reagan y otros gobernantes del momento, de la Madrid era partidario de este nuevo modelo económico, propuesto como solución a esta crisis de deuda que se esparció por el tercer mundo, provocando que, por ejemplo, en América Latina entre 1973 y 1990 casi todas las naciones hubieran cambiado de rumbo después de una crisis.
Ahora bien, la salida de Carstens del Banco de México y del equipo económico prevaleciente que ha pretendido mantener la continuidad del sistema neoliberal de los 80´s, puede sostenerse con la participación de José Antonio Meade; sin embargo, todo dependerá de que exista cohesión y una visión clara de que si no hay resultados inmediatos en los primeros meses del 2018, las condiciones para que el PRI y su “Chicagos Boys mexicanos” regresen a escena se ve francamente difícil.

Veremos que sucede en estos próximos días, pero los “Chicagos boys mexicanos”, pueden regresar al ruedo y no serían mal vistos, al contrario hay que enfrentarlos con su misma lógica.

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