Cuando
el rió suena, es que algo trae… y todos los ojos están concentrado en la SHCP
que puede dejar de tener a José Antonio Meade, para convertirse en el Candidato
del PRI a la Presidencia de la República.
La
noticia de que José Antonio Meade, Secretario de Hacienda y Crédito Público, de
que estará presentando su renuncia este lunes, a puesto las alarmas al rojo
vivo en los pasillos políticos del PRI y en la propia SHCP. No tanto por que
Meade no sea militante priista; sino porque es el regreso de los “Chicagos Boys
mexicanos” a la arena política y financiera del país.
Se
creía que con la salida eminente de Agustín Carstens del Banco de México marcaría
el fin del ciclo mexicano de los Chicago boys o economistas forjados en la
economía neoliberal de Milton Friedman en la Universidad de Chicago o a través
de Cartas de Intención del Fondo Monetario Internacional, que dio inicio a la quiebra
de la economía estatista de finales de los 70´s e inicios de los 80’s.
Debemos
recordar, que se ha hecho mención de que los Chicago boys mexicanos, llegaron
de la mano del proyecto de mercado definido por Carlos Salinas de Gortari en
1980 con el Plan Global de Desarrollo 1980-1982.
Pero
la realidad, es que todos dan el merito a Miguel de la Madrid Hurtado, quién
fue el percusor de los grandes centros de decisión política, financiera,
electoral y gubernamental. Fue un destacado abogado egresado de la UNAM, pero
también el primer Chicago Boy que trajo la ortodoxia financiera al país.
En
su administración tuvo que enfrentar los vaivenes de una crisis económica
imparable, desastres naturales y crisis políticas con consecuencias históricas
innegables: el sismo del 85, el huracán Gilberto, la fractura del PRI en 1987
con la salida de la Corriente Democrática, el inicio frontal de la “guerra
contra las drogas” y diversos sucesos que dejaron huella en la década de los
80´s.
La
elección de MMH significó una renovación en el grupo hegemónico al interior del
PRI, pues llegaron al gabinete y al poder una serie de funcionarios con un
nuevo perfil, muy similar al del nuevo presidente. Puede mencionarse a Jesús
Silva Herzog Flores, que estudió en Yale, llegó a la SHCP; Gustavo Petriccioli
-también proveniente de Yale- lo sucedió en Hacienda; Carlos Salinas de
Gortari, de Harvard, llegó a Programación y Presupuesto (SPP); Pedro Aspe, del
MIT de Massachussetts, lo sucedió en la SPP, sin olvidar a Josep-Marie Córdoba
Montoya como el principal colaborador de Salinas desde 1979 en la Dirección de
Política Económica y Social de la Secretaría de Programación y Presupuesto y Francisco
Gil Díaz.
Miguel
de la Madrid es el primero de una serie de presidentes con una visión
orientada hacia el mercado, importada desde universidades
como Harvard o Yale, partidarias del
neoliberalismo, la globalización, la desregulación, el libre
comercio, la apertura, la liberalización, la privatización, entre otros
conceptos.
Como Margaret
Thatcher, Ronald Reagan y otros gobernantes del momento, de la Madrid era
partidario de este nuevo modelo económico, propuesto como solución a esta crisis
de deuda que se esparció por el tercer mundo, provocando que, por ejemplo, en
América Latina entre 1973 y 1990 casi todas las naciones hubieran cambiado de
rumbo después de una crisis.
Ahora
bien, la salida de Carstens del Banco de México y del equipo económico
prevaleciente que ha pretendido mantener la continuidad del sistema neoliberal
de los 80´s, puede sostenerse con la participación de José Antonio Meade; sin
embargo, todo dependerá de que exista cohesión y una visión clara de que si no
hay resultados inmediatos en los primeros meses del 2018, las condiciones para
que el PRI y su “Chicagos Boys mexicanos” regresen a escena se ve francamente difícil.
Veremos
que sucede en estos próximos días, pero los “Chicagos boys mexicanos”, pueden
regresar al ruedo y no serían mal vistos, al contrario hay que enfrentarlos con su misma lógica.
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