viernes, 10 de noviembre de 2017

El Priismo muestra su verdadero rostro en la Cámara de Diputados.

Si Luis Donaldo Colosio hubiera estado en la Cámara de Diputados, el día de ayer, se avergonzaría de lo acontecido en la Cámara Baja, cuando  Diputadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante la participación de Ariel Juárez, legislador de Morena, en sesión nocturna en la Cámara le gritaron el icónico cántico pambolero, "¡heeee, puto!".
Legisladoras también lanzaron consignas como "quiere llorar, quiere llorar, quiere llorar".
Tras una serie de agresiones verbales, el presidente de la mesa directiva de la cámara, Jorge Carlos Ramírez Marín, paró la participación de Juárez para pedir respeto al diputado.
Indudablemente, que hoy los legisladores del PRI, ya no son como aquellos tiempos de oro del Revolucionario Institucional, donde personalidades políticas generaban debates de altura y defendían posiciones con argumentos y no con frases o poses futboleros.
Luis Donaldo Colosio, era un hombre de esa calidad moral y política, que ya no se encuentra en el PRI actual, como ignorar las siguientes palabras que expreso en su Discurso en la toma de protesta como Presidente del Partido Revolucionario Institucional PRI.
En ese evento mencionó con claridad lo siguiente:
“La competencia política convierte a los partidos en los grandes mediadores entre sociedad y estado. En sus convergencias y acuerdos, pero sobre todo por sus discrepancias, ellos generan la legitimidad democrática que requiere un gobierno.
Por eso, el PRI no teme a la democracia. Siempre la ha impulsado, y lo hará decididamente en estos momentos, cruciales para México. Si nuestro partido fortalece su democracia, se democratiza México.
Estará abierto a todas las tendencias y a la discusión. Hay que abrir las puertas, discutir en voz alta, dialogar permanentemente entre nosotros. No vamos por ello a romper la unidad sino a fortalecerla. Vamos a buscar una unidad fundada en consensos reales. Es tiempo de la política. La unidad nacional será uno de sus frutos.
El PRI da la bienvenida a la competencia política. La asumimos plenamente. No nos asombra la existencia de proyectos divergentes del que nosotros postulamos. Convocamos al debate. Es una exigencia de la democracia y de la pluralidad. Respetaremos a nuestros contendientes. También, nos haremos respetar.
El PRI enfrentará sin temor los retos de la competencia y de la pluralidad. Como partido mayoritario asumimos nuestra responsabilidad en la transformación de México. Daremos sentido a la lucha por el poder y fortaleceremos la democracia electoral. Nuestro partido se pondrá a la vanguardia de la práctica política que reclaman los tiempos actuales.
Así, contribuiremos a la construcción de un orden en el cual la disidencia no se convierta en fractura social y los consensos plurales fortalezcan la unidad de la nación”.
Como podrá apreciarse, eran otros tiempos, en estos momentos no existe al interior del PRI, no hay debate, no hay análisis y reflexión en la Cámara de Diputados, los diputados del PRI solamente levantan la mano como muestra de rechazo a propuestas y modificaciones en el pleno, ya tienen línea marcada y ante eso, nada puede hacerse.
Durante la sesión maratónica que se realizó en la Cámara baja, para la aprobación del presupuesto de 2018, se suscitaron algunos altercados, que no pasaron a mayores.
En lo general se aprobó el Presupuesto de Egresos con 413 votos a favor y sólo 49 en contra (Morena), después de una larga discusión de 346 “reservas”, o propuestas de modificación que fueron desechadas, quedó avalado también en lo particular con una apretada votación de apenas 253 votos a favor (PRI, PVEM, Nueva Alianza y PES), y 205 en contra (PAN, PRD, Morena y MC).

El PRI esta en crisis, ha perdido la brújula en cuanto a su forma y fondo, lo que hace predecible que en los meses de competencia estarán listos para no debatir, sino confrontar, sin argumentos, sin análisis, sin fundamentos. Esperamos un PRI desesperado y violento.

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