Es tiempo de decisiones y las aguas se mueven rápidamente en
contra de los partidos que impulsaron y promovieron el Pacto por México, el
cuál ha puesto de rodillas a México y a la población entera. La inseguridad, la
violencia, los femincidios, la falta de empleos, los despidos masivos, la
intolerancia, la pobreza y la marginación son los efectos que deja las Reformas
estructurales, que no despegan… pero si han provocado la desolación.
Desde 2012 se han aprobado 12 reformas estructurales en
México, casi todas con modificaciones directas de la Constitución: es decir, en
menos de 36 meses, se propusieron, discutieron, modificaron y aprobaron cientos o
miles de cambios al andamiaje institucional del Estado mexicano teniendo
consigo profundas repercusiones para el futuro económico del país, que hoy en
día lo siente y percibe la población.
La Reforma Energética
que según el gobierno iba a ser “la madre de todas las reformas”, no ha
cumplido ninguno de los objetivos: la producción de hidrocarburos y sus
derivados sigue en picada; la dependencia energética de las importaciones es
cada vez mayor; las empresas productivas, Pemex y CFE en vez de haberse
fortalecido están en franco deterioro.
Se han presentado despidos de trabajadores petroleros y de CFE,
entrando nuevos competidores que de nada contribuyen a mejorar los precios y el
servicio.
No se cumplieron las promesas de que los precios de las
gasolinas y la electricidad iban a bajar derivado de la reforma energética; la
ciudadanía recibió el duro golpe al inicio de este 2017, el “gasolinazo” fue el
fiel reflejo de que México a perdido su capacidad para competir en el mercado
internacional y debe de depender de los ingresos de las personas, quienes
tienen que cubrir un alto impuesto a las gasolinas.
La liberación de los precios de la gasolina, ha generado el
deterioro económico de los trabajadores y a provocado que la clase media tenga
serios problemas.
En el caso de la Reforma
Educativa, no fue una modificación de fondo de los planes de estudio de las
escuelas públicas para mejorar el pésimo resultado académico nacional, sino una
reforma laboral para los profesores, afectando a miles y miles de maestros
tanto del CNTE como del SNTE, nadie se salva. La evaluación resultó un
verdadero fracaso. No ha tenido ningún efecto sobre la calidad y las
condiciones laborales de los maestros.
El cuanto a la Reforma en Telecomunicaciones, la
Política y la de competencia económica introdujeron modificaciones largamente
discutidas en México sobre la necesidad de incentivar la competencia y reducir
la concentración del poder en la esfera política y económica en manos de unas
pocas familias; sin embargo, no hay avances concretos, sigue persistiendo los
monopolios y no existe una real apertura, todo es simulación.
En materia de Reforma Laboral, se promovió la flexibilización
del mercado de trabajo regulando el Outsourcing o externalización, provocando
grandes distorsiones en la generación de empleos y dejando en el abandono a
millones de trabajadores que no cuentan con Seguridad Social.
Las Reformas Estructurales han provocado el masivo despido de los
trabajadores de los tres niveles de gobierno, principalmente, educación, Pemex,
Luz y Fuerza, CFE, Hacienda, Sedesol, STC y demás dependencias del gobierno
federal; así como, el gran descontento de organizaciones sindicales y
Confederaciones de trabajadores, quienes no logran convencer a sus trabajadores
de las “bondades” de las Reformas Estructurales ya que los trabajadores sienten
a carne propia la crisis económica y la perdida del poder adquisitivo, el alza
de precios de manera silenciosa y por ello habrán de dar su voto de castigo en
contra del PRI, PAN y PRD en las elecciones del Estado de México.
La Transformación del país
inicia en las elecciones del Estado de México, donde se hará de manera
democrática y en plena libertad de los trabajadores a elegir su próximo
gobernador o gobernadora. Nada de violencia, nada de confrontación.
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