Se avecina en el movimiento regeneración
nacional un verdadero compromiso, donde deberá demostrar con hechos la capacidad,
calidad y eficiencia de su dirigencia, militancia y simpatizantes en la toma de
decisiones. Morena esta en el umbral de escribir una página histórica o
simplemente ser flor de un día.
No hay mañana para el partido maravilla,
como es morena, el cual en cuatro años se encuentra en estos momentos como la
institución política que tendrá el poder, dejando a partidos históricos como el
Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática en
la lona.
El Bono democrático expresado en las
urnas por la población, le otorga a morena la gran responsabilidad de guiar en
los próximos años el destino del país.
Sin embargo, el movimiento regeneración nacional
tiene en puerta no solo colocar a las mejores mujeres y hombres en los espacios
más representativos de la administración pública federal y de asumir con hechos
la responsabilidad a quién hoy por hoy son los representantes populares
elegidos por la población en el senado, el Congreso de la Unión, en los
congresos estatales y en las presidencias municipales; así como en las
gubernaturas que estuvieron en juego el pasado 1 de julio.
Ahora tiene ante sí, la gran
responsabilidad de renovar la dirigencia partidista y que los nuevos miembros
que sean elegidos cumplan con cabalidad el compromiso de llevar por buen puerto
el destino de un movimiento que esta haciendo historia.
Como podrá apreciarse, no es una tarea
fácil, al contrario es una tarea compleja que deberá ser considerada y tratada
con gran maestría e inteligencia. Cualquier error o mal cálculo puede
significar la debacle de una institución partidista y con ello la esperanza y
la transformación de México.
No podemos estar ajenos a los
acontecimientos actuales que se vienen suscitando en cuanto a la designación de
quienes habrán de ocupar espacios representativos en el gabinete formal y
ampliado del Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador y quienes estarán
siendo parte de los equipos de trabajo en cada dependencia, empresa paraestatal
y órganos autónomos que integral el sector público. El destino de México y de
su evolución y desarrollo dependerá de que se asuman y se tomen las mejores
decisiones que signifique generar la armonía, la unidad, el trabajo en equipo y
sobre todo la disposición de la gente idónea para ocupar los cargos de mayor importancia
del país.
Por ello, esta causando mucho ruido,
quienes ocuparán cargos de diputados y senadores electos para la LXIV
Legislatura y están en la mira para ocupar una responsabilidad en el Gobierno
Democrático de López Obrador, podemos señalar los casos de Olga Sánchez
Cordero, Tatiana Clouthier, Germán Martínez, Zoé Robledo, Horacio Duarte,
Alfonso Durazo y Rocío Nahle.
Los cuadros experimentados que Morena
tenía proyectados para integrar su bancada en la próxima Legislatura
abandonarán el Congreso para irse al gabinete de Andrés Manuel López Obrador,
dejando en su lugar a personajes con menor trayectoria legislativa. Pero en los
tres meses que durarán en el cargo, los titulares de las diputaciones y
senadurías tendrán que negociar la integración de la Mesa Directiva (que
presidirá Morena) y el reparto de comisiones.
Las asignaciones que se han venido dando
a conocer en torno al gabinete ampliado de López Obrador sigue causando polémica,
pero al final de cuentas las decisiones son cada vez más plenas y concretas.
Las tareas que se avecinan y el compromiso del Renacimiento de México, demanda
a los mejores talentos, profesionistas y gente con experiencia que coadyuven a
que la Transformación de México no se detenga, sino que avance al paso que demanda
la sociedad mexicana.
Por lo que respecta a la renovación de
la dirigencia de morena a nivel nacional, estatal, distrital y municipal, esa
será otra batalla de gran importancia que deberá tenerse muy en cuenta. No
puede haber improvisación, tampoco desdén, ni mucho menos exceso de confianza,
ya que si no se dispone de una institución política fuerte y comprometida, difícilmente
se podrá lograr arribar a puerto seguro en las próximas elecciones que se
avecinan en distintos estados en el 2019, 2020 y 2021.
Por tal motivo, la renovación de la dirigencia
debe darse con reglas claras, precisas y que no exista ni juez ni parte en la
lucha por los espacios de representación partidistas, que los padrones estén actualizados
al cien por ciento y que las reglas para determinar el buen desempeño y accionar
de las asambleas distritales, municipales, estatales y nacional se realicen con
la plena transparencia, honorabilidad y entereza que demanda el momento
histórico de morena.
El Renacimiento de México, depende de un
Ejecutivo Federal fuerte, creativo, innovador, vanguardista y con visión
social. Pero también del respaldo de una institución política que sea capaz de
generar mayor participación ciudadana y fortalecer la democracia interna y la profesionalización
de sus cuadros partidistas. No podemos caer en los errores de los partidos
políticos que en estos momentos están en la lona, al contrario debemos seguir
fortaleciendo y mejorando la estructura partidista del movimiento regeneración
nacional.
Morena debe consolidarse, engrandecerse
y ser un pilar en el Renacimiento de México.
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