martes, 10 de abril de 2018

Los morenistas de corazón no claudican ante las tempestades. Los errores de morena los convertimos en éxito.

No podemos olvidar, que el éxito se logra a través de años de trabajo, de fallos y decepciones silenciosas y lo podemos encontrar justo después del último fracaso.
El hombre no es perfecto y en muchas ocasiones en vez de alcanzar las metas y los objetivos de manera clara y contundente, generamos y plasmamos en nuestro actuar y proceder graves errores, omisiones y fallas que nos impide alcanzar el éxito en los momentos en que surge la oportunidad.
Hay situaciones que de manera individual se puede controlar y hay otros factores que no depende de nosotros mismos. Aquello que podemos controlar, debemos hacerlo de manera eficiente evitando a toda costa cometer errores que nos lleve al fracaso. Pero aquellos factores, donde existen las decisiones de otras personas y otros intereses, puede dar lugar a imprevistos, errores y fallas. Ante ese panorama, lo único que podemos hacer es seguir remando contra la corriente y no desfallecer, porque en el momento en que tomemos una decisión errónea, difícilmente tendremos la capacidad de levantarnos ante un desastre.
En estos momentos, el movimiento regeneración nacional, a los ojos de miles de protagonistas del cambio verdadero, se esta cometiendo graves y enormes errores de cálculo que han lastimando la confianza y la esperanza de quienes a través de trabajo, decisión, pasión, emotividad y compromiso fueron parte esencial de que morena se encuentre en los primeros planos de la preferencia electoral.
Los agravios que los protagonistas del cambio verdadero esta recibiendo por parte de los dirigentes de esta institución partidista, con lleva a pensar a que no existe pleno reconocimiento y respaldo a la labor de construcción y crecimiento de quienes fueron los principales actores del posicionamiento de morena. Han sido olvidos o quizá son menospreciados por una dirigencia que no logra medir el valor importante de la militancia de corazón. Algunos dirán sacrificamos a unos para lograr obtener la victoria. Pero la realidad de todo, no están sacrificando algunos, están poniendo en tela de juicio conceptos básicos que han dado identidad a una institución política como es la honestidad, la ética y los principios.
Es como decir, quítate tú por que primero va él. El recomendado, el elegido, el que cuenta con los recursos y el que ha logrado una candidatura no por su trabajo y trayectoria, sino por lo que ha construido de manera inmoral e irregular y hoy se necesita para ganar. Ante una realidad de ese tipo, es un salto al vacio, podrán obtener el triunfo, pero detrás de ello, se avecina una derrota.
La soberbia y la falta de sensibilidad y tacto político, esta pegando en el punto más afectivo de los morenistas. Pero a pesar de ese vendaval de agravios, los morenistas siguen caminando, siguen movilizándose y siguen siendo parte esencial para transformar a México con Cambio Verdadero.
Hoy vemos a nuestro alrededor diversos personajes que en el ayer abanderaban otros colores partidistas, son amarrillos, azules y rojos, quienes pretenden emular las hazañas de los morenistas tocando casa por casa y sección por sección, pero no encuentran eco con la ciudadanía, los cuales saben a ciencia cierta, que hoy están aquí, pidiendo su voto, pero mañana estarán muy cómodos olvidándose de la ciudadanía, una y otra vez lo han hecho y esos personajes no se transforman de la noche a la mañana.
A pesar de este hecho, sabemos que las mujeres y los hombres que son morenas de corazón, jamás claudicarán ante los hierros de una dirigencia, al contrario responderemos con inteligencia, con visión de cambio y transformación, sobre todo con rectitud y honestidad, que permita consolidar lo que se ha construido en años recientes.
Los que integran a morena y lo hacen de corazón  son personas excepcionales saben enfrentar los momentos en que la tempestad esta a punto de destruir lo que se ha construido, sabremos enfrentar el temporal y estaremos de pie en el momento en que aparezca entre el horizonte la luz de la esperanza una vez más.
Thomas Edison dijo una vez cuando se le preguntó acerca de sus numerosos intentos fallidos para crear la bombilla eléctrica “no he fracasado, he encontrado 10.000 maneras que no funcionan”. Esos números intentos que realizó una y otra vez, brindaron a Edison el lograr la obtención de las estupendas bombillas.
Para lograr el éxito, debemos estar consiente que este no llega de la noche a la mañana. Asimismo, este puede tardar toda una vida y quizá jamás llegará. Pero quien se rinde y claudica y toma caminos diferentes, por la pesadez de la incertidumbre y la desconfianza, esta condenado al fracaso.
Los morenistas de corazón sabremos mantener la calma ante los desastres políticos o estampidas políticas que hoy se presentan, sabemos que muchos llegaron y que tarde o temprano se irán con su botín. Estaremos listos para su reconstrucción y tendremos la capacidad política y social para escoger mejores liderazgos y dirigentes, le cerraremos el paso a quienes no tienen identidad, principios ni ética.
Rectificar es de sabios, según dicen, y fracasar puede que también. ¿Quién no ha cometido algún error en su vida? Puede que los errores y las circunstancias que se alían para fraguar un fracaso no sean nuestro peor enemigo, sino las claves para el éxito, generando algo nuevo y emocionante. De los errores se acumulan experiencias para no volver a caer.
La mayoría de los seres humanos no sabemos enfrentar el fracaso en medio de una sociedad que concede poco o ningún margen para el mismo. Esto nos priva de probarnos a nosotros mismo y sobre todo de poder conseguir lo que deseamos. Una persona que ha llegado más allá de éxito nos da la clave de este; “he fallado una y otra y otra vez en mi vida. Y es por eso que tengo éxito” dijo Michael Jordan. Así es, nadie esta exento de cometer errores. El éxito no debe ser solo la punta del iceberg; de hecho, hay muchos fracasos que son más meritorios y merecen un reconocimiento mayor que algunos éxitos. Por otro lado, en el curriculum de todos los éxitos importantes siempre hay una colección de fracasos y obstáculos que fueron los suficientemente valiosos para que el proyecto siguiera adelante.
La única tragedia consiste en no aprender de los errores: esta la única manera de que el esfuerzo invertido termine en el contenedor de la basura. El primer tropezón sirvió para que aprendieras a andar, la primera vez que te caíste de la bici sirvió para que aprendieras a montar sobre dos ruedas y la primera vez que confiaste en un amigo y te traicionó sirvió para que fueras más inteligente antes de entregar tu confianza.
Tras una decepción, es positivo sentarnos y reflexionar sobre tres simples preguntas: ¿qué hicimos para que sucediera?, ¿qué hemos aprendido de lo que ha pasado? y ¿cómo haremos para que no vuelva a repetirse?

Aprender de nuestros errores es la clave. Por eso la importancia de Formar lideres que tengan las cualidades y características necesarias para transformar nuestro país. Los morenistas de corazón, sabremos responder a este sabor amargo de la derrota, la imposición y la negociación mal habida de los espacios de representación popular. Haremos de esta derrota, el camino adecuado que nos lleve a la victoria. 

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