Hay que hacer cambio de timón antes que el barco se hunda
Novatos
y aprendices de brujos son los actuales titulares del Gabinete de Peña Nieto
que no logran entender que la situación de México sigue debilitándose de manera
vertiginosa.
Ni las
cruzadas contra el hambre, llámese repartición de despensas oficiales a los que
menos tienen, podrá levantar al país de su verdadero problema generado por los
gobiernos panistas, que simplemente destruyeron las pocas condiciones propicias
que había dejado el PRI del ayer.
Instituciones
debilitadas, semiprivatizadas y concesionadas dan un marco de que el México de
hoy seguirá en caída libre.
En
estos momentos, el campo continúa en quiebra, la emigración se ha detenido no
por que existan fuentes de trabajo, sino por que las condiciones para emigrar a
los Estados Unidos son cada vez más complejas y no representan ya en estos momentos
una alternativa real de cambio de vida para miles y miles de compatriotas.
En
cuanto a la generación de empleos, la iniciativa privada tanto nacional como
extranjera muestran con todo su esplendor su inoperancia y falta de capacidad
para generar los espacios necesarios de ocupación para millones de
trabajadores, aunado a lo anterior, los salarios de miseria colocan a la clase
trabajadora al borde del colapso financiero.
La
inseguridad que sigue incrementándose derivado de múltiples factores, entre los
que destacan el narcotráfico, contrabando, bandas organizadas y delitos del
fuero común, todo ligado a conseguir recursos económicos a como de lugar.
En lo
relativo a la educación, la falta de una visión real de lo que requiere el país
en materia educativa, da lugar a que los legisladores copien recetas ajenas de
otros países, esperando que den resultados en nuestra nación. Tratan de
profesionalizar a los maestros, pero no se profesionalizan en ningún momento los
aspirantes a ser diputados o senadores, al contrario siguen fomentando su
incapacidad de respuesta ante las necesidades reales de la población. Son
ciegos, sordos e inoperantes.
En
cuanto a la industria, esta se encuentra debilitada y desmoronada, no hay interés
por avanzar en esta materia y se vive en una constante dependencia que da lugar
a lo que ahora se tiene, que es nada.
En los
pasados días, el Banco de México (Banxico), dio a conocer los resultados del
trimestre abril-junio de 2013, en el cual se considera un ajuste a la baja en
el crecimiento anual del PIB, al pasar de entre 3.0 y 4.0 a entre 2.0 y 3.0 por
ciento. Este hecho viene a confirmar la desaceleración de la economía mexicana.
El
gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto tiene un problema de tal dimensión,
el cual puede convertirse en la mayor preocupación de su sexenio.
Los 53
millones de mexicanos que se encuentran en el umbral de la pobreza, ya no están
dispuestos a esperar a que la iniciativa privada o el propio gobierno generen
los empleos que necesita el país.
El
horizonte de esperanza se acorta y la desesperación de millones de mexicanos se
acrecienta. El hambre es una mala consejera.
La
ineficiencia, corrupción, omisión y dilación de las autoridades federales para
generar las condiciones de crecimiento, ya no es aceptable, millones de familias
que cotidianamente se esfuerzan para medio comer y medio vivir, ya no pueden
seguir esperando, ni mucho menos se pueden conformarse con la entrega de una
despensa, la cual se agota en un santiamén.
El
salvador no es la iniciativa privada ni los capitales extranjeros, que en
muchos de los casos son golondrinos. Ahora requerimos disponer de una industria
propia cimentada en inversión gubernamental en donde el margen de ganancias se
distribuya en bienestar social.
Uno de los
principales derechos que se encuentra todavía en la carta magna de la nación que
es el derecho a una vida digna, carecen los más de 53 millones que refiere el
estudio del Coneval.
La insensibilidad
e la falta de inteligencia política del grupo en el poder está desmoronando al
país y llevándolo a un cause que puede significar un despertar violento.
Esperamos que el Gobierno de Peña Nieto reaccione, asuma el verdadero papel que
le corresponde como Presidente de la República y responsa de manera inmediata a
las necesidades y requerimientos de la población.
En
menos de un año, Peña Nieto se encuentra en caída libre y amarrados a intereses
que hoy por hoy lo colocan, en un gobierno sin imaginación y sin destreza.
Tantos años que estuvo el PRI en el poder, para dar resultados de novatos y
aprendices de brujo.
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