Una batalla de gran dimensiones se empieza a deslumbrar en el escenario
político, dos proyectos políticos, económicos y sociales, se habrán de
enfrentar de manera plena en los próximos, meses y años.
Por una parte, tenemos al PRI, el partido más longevo en la historia de
México, que cumple 90 años, el cual atraviesa en estos momentos, por un período
difícil que puede significar su desaparición en la escena política en los
próximos años, si no revierte la percepción y regresa por el camino que jamás
debió apartarse, que era el nacionalismo revolucionario.
Por otro lado, se encuentra, un partido de nueva creación que cumple cinco
años de existencia y cuenta en estos momentos con el apoyo incondicional de la
ciudadanía. Logrando en un breve tiempo, ganar la Presidencia de la República,
obtener la mayoría en el Congreso de la Unión, lograr más de la mitad de los
congresos locales y llevarse a casa un gran número de presidencias municipales
y cinco gubernaturas, en las pasadas elecciones.
El movimiento – partido aún tienen mucho camino por recorrer y muchos
espacios por conquistar, en los próximos años y ese es su reto, fortalecerse y consolidarse
como una institución política que sea capaz de trascender en la historia de
México.
Cada uno de estos dos proyectos, tiene connotaciones propias y cada uno
buscará en los próximos meses y años, generar las condiciones propicias, ya sea
para regresar y renacer de las cenizas (PRI) o consolidar las bases de un
Proyecto de Nación que pueda marcar el camino a las nuevas generaciones para su
desarrollo, modernización y crecimiento (morena).
En el caso específico de Revolucionario Institucional, existe la convicción
de que es indispensable avanzar en refundar al “tricolor”, regresando a su
esencia política y social que le dio sustento, trayectoria y permanencia por
más de 80 años de manera consecutiva.
Las voces son claras, regresar a sus orígenes; sin embargo, no podrán hacerlo
si los mismos de siempre, esos personajes que fueron pieza clave para su
declive, siguen con la necedad de sentirse “indispensables”. El Revolucionario
institucional, ya no tiene margen de error, su militancia y simpatizantes están
hartos y enojados de la pobre actuación que han tenido en las dos última
décadas. Hicieron trizas su historia y todos los avances que habían construido
a través de décadas se diluyeron por la ambición, la corrupción, el cinismo, la
violencia y la pobreza que generaron ciertos grupos de poder que solo buscaron
sus intereses particulares.
Los liderazgos del PRI en cada espacio territorial, ya no son confiables,
fueron parte integrante u omisa de toda la pobredumbre que se genero y afecto a
la población.
Hoy el PRI esta desfondado en varias entidades y
disminuido en congresos legislativos o estados, el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) llega este lunes a su 90 aniversario con el reto de
recuperar la credibilidad perdida entre los mexicanos, pero sobre todo la de
sus bases, si quiere sobrevivir como opción electoral en las elecciones
intermedias del 2021, cuando se jugará gran parte de su futuro frente a esa
aplanadora creciente en la que se ha convertido Morena.
Hay voces que pretenden resucitar al PRI, pero también existen voces, que
desean regresar por sus fueros con una imagen muy deteriorada. Los primeros
pasos del PRI será la renovación de su dirigencia y en segundo lugar vendrá la
estrategia que habrán de emprender para que la militancia y simpatizantes
vuelva a confiar una vez más por esa institución política.
Mientras tanto en el seno del movimiento regeneración nacional (Morena), existe
la exigencia de que mujeres y hombres que deseen participar y competir por un
puesto de elección tengan la preparación debida, sean parte de la esencia del
movimiento regeneración y contribuyan positivamente con su capacidad,
creatividad, innovación y deseos de servir para que la Cuarta Transformación
sea una realidad en los años futuros.
Ese es el sentir de los militantes y simpatizantes de morena, de esos
morenistas que se forjaron en las calles, en las avenidas, en los territorios
teniendo contacto de manera directa con la población, conociendo las
necesidades y requerimientos de cada colonia, fraccionamiento, ejido, pueblo,
barrio, municipio y estado. Esos morenistas que han logrado brillar con luz
propia al mostrar con plenitud su lealtad y disciplina, manteniendo en todo
momento la dignidad y la esperanza.
Hoy tienen ante sí, el gran reto de construir y constituir una institución
política que sea capaz de aglutinar a mujeres y hombres que dispongan de
elementos básicos de formación política, social, económica y sobre todo humana.
Los valores, los principios, la ética y la honestidad son las
características básicas que deberán mostrar en cada instante quienes busquen aspirar
a ser los próximos candidatos a Presidente de la República, gobernadores,
diputados, senadores, síndicos, regidores y funcionarios públicos que emanen de
este partido político.
Por ello, el Consejo Nacional dio su voto de confianza para aprobar en lo
general y particular el plan de trabajo y los lineamientos del Instituto de
Formación Política del partido que será el encargado de llevar a cabo su
gestación política.
De respaldar las estrategias que lleva a cabo el presidente, Andrés Manuel
López Obrador, en la lucha contra el robo de combustible, contra la
corrupción, por el rescate patrimonial del Estado y fortalecer y consolidar la
austeridad repúblicana.
En impulsar, con prioridad estratégica, la aprobación de las reformas
constitucionales promovidas por el presidente de la República en la Cuarta
Transformación, dentro de las que se inscriben la reforma educativa,
eliminación del fuero constitucional, revocación de mandato y consulta popular.
En respaldar a los gobiernos emanados del movimiento regeneración nacional
y señalar con plenitud cuando estos no estén cumpliendo en tiempo y forma con
la responsabilidad que les compete, no se puede dar un cheque en blanco, esos
tiempos ya quedaron atrás.
Asimismo, en seguir fortaleciendo y avanzando en la revolución de
conciencias, ya que la batalla que se avecina, los valores, principios,
formación política e ideológica nacionalista, debe mostrarse con plenitud en
cada militante y simpatizante del movimiento regeneración.
No hay tiempo para simulaciones, traiciones, mentiras y sobre todo
resultados negativos. Se requiere de mujeres y hombres comprometidos que
cumplan con cabalidad la labor que les haya sido encomendado ya sea como
funcionarios públicos, como políticos o como ciudadanía en general, cada uno debe
cumplir el papel que les corresponde y bajo ninguna circunstancia debe
permitirse que utilicen su espacio político o como servidores públicos para
pretender sorprender a la ciudadanía. Eso no puede continuar.
Es el momento para que quienes han sido parte integrante del movimiento
regeneración nacional, desde sus orígenes, asuman el espacio que con
dedicación, esfuerzo, convicción y armonía han conquistado. No es valido que
advenedizos se queden con las posiciones y se relegue a quienes han luchado por
hacer de Morena la principal fuerza política del país.
Como podrá apreciarse, la batalla que se avecina en los territorios, será
de gran magnitud entre priistas y morenistas. Veremos de que esta hecho cada “líder”
de cada institución política.
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