Donald Trump se mantiene en su ocurrencia al cumplir su amenaza de aplicar aranceles a sus principales socios (México y Canadá) y a su mayor adversario (China) porque dañará no sólo las relaciones de Estados Unidos con el mundo en materia comercial, además, afecta la economía de los Estados Unidos, provocando un caos al interior del país de las barras y las estrellas.
La decisión de Trump significa un verdadero golpe a su poca credibilidad, y provoca una gran frustración de la gente que emitió su voto a favor de él.
Cuando un país pierde la brújula y echa la culpa a los demás de sus problemas, tarde o temprano su caída los hará entender que sus problemas son causa y efecto de ellos mismos.
El verdadero perdedor en estas ocurrencias de Donald Trump será el consumidor de Estados Unidos, donde frutas y verduras, granos, ganado, carnes y productos azucarados que produce México y Canadá, causarán precios más altos para los consumidores, especialmente en las tiendas de comestibles y en materiales de construcción.
Los precios van a aumentar, y esto significa inflación que afectará los bolsillos de los estadounidenses.
El efecto búmeran de los aranceles, pondrá contra la pared a los consumidores en el supermercado, al mercado de valores inestable y se prevé pérdida de empleos por una decisión errónea, sin olvidar los efectos que tendrá en los diversos sectores económicos de Estados Unidos.
El pueblo estadounidense, no se quedará en casa viendo como los precios se incrementar, como pierden valor adquisitivo su moneda y como pierden sus empleos, saldrán a las calles a exigir ecuanimidad política y económica, con los socios comerciales de los Estados Unidos y respeto absoluto al T-MEC.
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