Indudablemente, que la culpa no es del “Indio”,
sino quién lo hace compadre”, dice el refrán. Y ahora, el diputado federal de
Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Gerardo Fernández Noroña, no solo
hace su show a las afueras del Palacio Nacional, sino que cuestiona a los
presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Martí Batres y Porfirio
Muñoz Ledo, por negarle el acceso a Palacio Nacional.
Realmente, que buscaba Noroña, con armar un
show y confrontar a quienes llevan la representatividad del Congreso de la
Unión. Solamente, el lo sabrá, quizá continua pensando que es oposición y quizá
cree que es el paladín de la izquierda, que habrá de saldar las cuentas con el
gobierno que ya se va.
Fernández Noroña, ahora con su carácter de
Diputado Federal, buscará pleito en la Cámara de Diputados, por esa ofensa que recibió
de no poder pasar a Palacio Nacional y pedir el micrófono y expresar su
disgusto ante el hecho de que Peña Nieto, haya decidió presentar su Sexto informe
de Gobierno en palacio y no en la Cámara de Diputados. Amenazo con hacer un
fuerte reclamo en la sesión de la Cámara de Diputados, este próximo martes al
Presidente de la Cámara, Porfirio Muñoz Ledo.
Ese es el Fernández Noroña, que ahora con
fuero, se cree intocable, puede balbucear sin que nadie le diga nada, es el
personaje que con tal de estar alimentando su ego y protagonismo, es capaz de
traicionar y quemar las naves de la democracia, lo hará en nombre de la democracia,
ya que el se cree el héroe de esta película.
Así como priistas, perredistas y panistas no
alcanzan a comprender lo que es ser minoría; así, morenistas, petistas y de
encuentro social deben aprender a ser mayoría.
Fernández Noroña, debe encaminar sus esfuerzos
por generar un país de oportunidades y desarrollo, por iniciar un proceso de
reconstrucción nacional e iniciar el Renacimiento de México, pero si nada más
busca salir en la tele, en los noticiarios, en los periódicos, por su protagonismo
innecesario, de nada servirá el voto mayoritario de la ciudadanía del pasado 1
de Julio.
Hay que
saber ser oposición, pero también hay que saber ser gobierno. Que a nadie se le
olvide.
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