jueves, 3 de mayo de 2018

Se espera que exista un total reajuste en el PRI para enfrentar el proceso electoral del 1 de Julio.

No basta con remover a Enrique Ochoa de la Presidencia Nacional del Revolucionario Institucional, si desean regresar por sus fueros y ser competitivos, es necesario un cambio total y eso lo sabe muy bien José Antonio Meade y Enrique Peña Nieto.
La Presidencia de la República, no se logra con cambios cosméticos al interior del PRI, este se logra a través de una verdadera sacudida al interior del Revolucionario Institucional, generando las condiciones para que la militancia, esa militancia dura realice su función de salir a la calle y dialogar frente a frente con la gente, convenciendo que el proyecto de nación del PRI es la mejor opción.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta algo fundamental, el PRI en estos momentos, su militancia de conciencia, se encuentra debilitada, fue ignorada, olvidada y humillada, por ese Nuevo PRI, que no solo ha destruido lo que por muchas generaciones forjo su propia militancia.
La clase empresarial, ha sido la principal causante de la debacle de un país, sus modelos económicos y empresariales, no han logrado generar riqueza, crecimiento y desarrollo, esa clase empresarial esta en decadencia y hace todo lo posible por mantener sus privilegios tratando de mantener el control con amenazas y boicots. Es una clase empresarial en decadencia, que no coadyuva a mejorar y fortalecer la nación, solo ha logrado ser parte de la generación de pobreza y desolación en un país de grandeza.
Por eso la importancia de renovar, modernizar, innovar y generar nuevas empresas y acuerdos con nuevos actos empresariales que tengan una visión social y económico acorde a las necesidades de una gran país como es México.
El nerviosismo y la desesperación son malos consejeros en las batallas electorales. Esto es lo que esta pasando en un sector de empresarios, banqueros y opinólogos que piensan que si el priista José Antonio Meade y la independiente Margarita Zavala declinan a favor de Ricardo Anaya, éste podrá enfrentar y ganar a López Obrador. La verdad de las cosas está fuera de cualquier lógica empresarial. Lo que realmente sucede es que un sector empresarial no desea perder sus privilegios y harán todo lo posible por conservarlo, buscarán presionar y tratarán de mantener su posición aunque ello signifique entrar en la batalla electoral de manera indirecta.
Los promotores del “voto útil” contra López Obrador, consideran en una lógica no razonada que automáticamente los sufragios a favor del PRI-Verde-Panal y los de Margarita Zavala pueden hacer que Anaya se convierta en un rival competitivo del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, y que los propios perredistas, estarían dispuestos a seguir apoyando una candidatura donde no existe una coincidencia ideológica y de plataforma política que pueda sostener una relación entre el PRD-PRI y PAN. Una verdadera locura, donde el verdadero rostro saldría a flote, fuera mascaras señores.

La verdad de las cosas es que el PRI, mueve sus piezas, ante una debacle que se anuncia esta por llegar, el nuevo encargado provisional del PRI, no logrará sacar al Revolucionario Institucional a las calles, si no existe una verdadera sacudida al interior del Tricolor. La militancia del PRI es clara y contundente, requiere un Candidato que haya surgida de sus propias filas, no desea improvisaciones ni mucho menos imposiciones, los altos mandos del Nuevo PRI se equivocaron desde muchos años atrás y el PRI en estos momentos esta en vías de extinción.

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