El ambiente
político que se vive en el Estado de México, refleja la situación tensa que
existe en diversos partidos políticos ante la gran necesidad de detener a como
sea lugar el movimiento regeneración nacional.
En el barco
priista, muchos son los que quieren, pero nadie tiene la absoluta confianza de
que serán elegidos.
La
abundancia de aspirantes a la candidatura priísta contrasta con los pocos
nombres que al interior de los demás partidos se manejan como posibles
candidatos. Pero la gran mayoría de ellos, no tienen la altura política ni
técnica para lograr enfrentar una realidad que ahoga a los mexiquenses, muchos
de ellos han sido omisos ante la desgracia de millones de habitantes que se
encuentran de mal humor en el Estado de México.
Nombres y
apellidos hay, pero no representan un verdadero giro a las condiciones que
enfrenta la entidad mexiquense.
Los nombres
que más suenan son los de Carlos Iriarte, diputado federal, expresidente
municipal de Huixquilucan y presidente estatal del PRI; Ana Lilia Herrera,
secretaria de Educación del Estado de México; y José Manzur Quiroga, secretario
de Gobierno mexiquense; también son mencionados algunos mexiquenses que
pertenecen al gabinete de Peña Nieto, como son el secretario del Trabajo,
Alfonso Navarrete Prida; el de Educación, Aurelio Nuño; y el cada día más
desprestigiado titular de la Sedesol y exsubsecretario de Gobernación, Luis
Enrique Miranda; sin olvidar a Ernesto Nemer, procurador federal del Consumidor
y exsubsecretario de la Sedesol.
Pero la
lista no termina en estos nombres, también se encuentra Alfredo del Mazo Maza,
expresidente municipal de Huixquilucan y diputado federal; y Carolina Monroy
del Mazo, secretaria general del CEN del PRI, expresidenta municipal de
Metepec, diputada federal y exesposa de Ernesto Nemer.
Y que decir
de los llamados “tapados” como el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray; y
el exgobernador sustituto, expresidente nacional del PRI y líder de la bancada
priista en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz.
Todos ellos,
quieren estar en la línea de salida para lograr obtener la victoria en su
proceso interno de selección, pero ninguno, ha mostrado en sus cargos y puestos
de representación popular la altura suficiente de sacar de la crisis a la
entidad más poblada de México, donde la pobreza, marginación, inseguridad,
falta de empleos y servicios básicos son el talón de Aquiles.
En el caso
del PAN y el PRD, se busca afanosamente concretizar una alianza que permita
derrotar al PRI de los 90 años en el Estado de México, a pesar de la situación
que padece los mexiquenses y de la pésima actuación de sus gobernantes priistas
en las últimas tres décadas, Acción Nacional y la Revolución Democrática,
tienen la necesidad de unir esfuerzos, voluntades e intereses para pretender
derrotar a un muerto viviente como es el PRI en el Estado de México.
En el PAN hay
dos opciones que buscan la confianza de los azules, uno de ellos es José Luis
Duran Reveles, el dos veces expresidente municipal de Naucalpan, excandidato
panista a la gubernatura mexiquense y exsubsecretario de Gobernación y la otra
carta fuerte es Josefina Vázquez Mota, la excandidata presidencial panista en
2012 que fue secretaria de Desarrollo Social durante el gobierno de Vicente
Fox, de Educación Pública y diputada federal en el sexenio de Felipe Calderón.
Ambos desean resurgir de su retiro político, pero ambos no abrigan esperanza
para la población mexiquense.
Y que decir
de aquellos partidos de izquierda, que han mostrado graves inconsistencias en
su proceder y que muestran una y otra vez que lo suyo, lo suyo es estar cercano
a los placeres del poder.
El PRD, MC y
PT, siguen en picada y buscando una balsa de salvación ante su plena debacle.
En el caso del PRD, buscan seguir tras una alianza con el PAN para sobrevivir
como institución política a sabiendas que como partido político se encuentra
sin identidad ni mística.
Mientras que
la corriente ADN de los Bautistas, busca afanosamente que en Nezahualcoyotl, el
sol azteca no se eclipse ante una alianza insana que pretende la cúpula
perredista con el PAN. Su posible candidato es Juan Zepeda, pero los intereses
siniestros de los Galileos y Chuchos, siguen provocando el desastre del
perredismo en el Estado de México.
Y que decir de la propuesta de un candidato independiente encabezado por Alejandro Encinas, que no logra convencer ni a propios y extraños. Existe turbulencia en las izquierdas, derivado de las traiciones y falta de identidad, sus militantes y simpatizantes están alejándose cada día más de esas opciones políticas que han cambiado la lucha social por la comodidad de acuerdos y alianzas con el poder, la democracia es un mito para sus dirigentes que se han mantenido en el poder por largos muy largos años.
Mientras
tanto, el movimiento regeneración nacional (morena) sigue su avance en la
entidad mexiquense, aglutinando a ciudadanos que desean el cambio verdadero,
por la vía pacifica y sobre todo con la plena convicción de enfrentar a la
corrupción, la inseguridad, la pobreza y la marginación de manera unida y
organizada.
Morena no
solo provoca en los partidos políticos el temor de su decadencia, sino que
además, se han dado cuenta que esta provocando que miles de ciudadanos
convencidos por un cambio verdadero empiecen a florecer por toda la entidad,
ciudadanos que desean Transformar a México y la entidad, fortaleciendo su
soberanía, protegiendo sus recursos naturales e impulsando el desarrollo social
y económico a favor de los que menos tienen.
Morena tiene
en la mira a la diputada federal Delfina Gómez, quien fuera Presidenta
Municipal de Texcoco y actualmente diputada federal, como la posible elegida.
Son muchos
los que quieren, pero solo uno habrá de ocupar el lugar de Eruviel Avila que ha
perdido la confianza no solo de los mexiquenses, sino además, de los habitantes
de Ecatepec que han resentido el embate de la inseguridad, la violencia hacia
las mujeres y la falta de opciones de empleo y desarrollo social.
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