domingo, 4 de diciembre de 2016

La batalla por el Estado de México y la Presidencia de la República será entre las estructuras electorales de morena y el PRI, todo se decide casa por casa.

Peña Nieto tiene razón, la gran batalla en las elecciones del 2017 y 2018 se habrá de dar en las calles, en los retornos, en las avenidas, en las colonias, en las regiones entre las estructuras partidistas de morena y el Revolucionario Institucional.
Peña Nieto, apuesta a la gallardía de sus militantes y miembros de la estructura que dispone, sabe a ciencia cierta que el PRI ha sabido regresar por sus fueros una y otra vez en los momentos difíciles, el inquilino de los Pinos considera que en estos momentos la situación que atraviesa el Revolucionario Institucional es pasajero, que volverán a retomar el rumbo y mantenerse en las preferencias electorales por otros, quizá 100 años.
Peña Nieto apuesta una vez en su maquinaria electoral que ha logrado mantener al PRI por más de 80 años gobernado la entidad mexiquense. Las condiciones serán diferentes en el 2017, ya que la batalla que habrá de emprenderse por el Gobierno del Estado de México será total.
Morena, ha logrado brillar con luz propia fortaleciendo de manera importante la Revolución de las Conciencias, una revolución que se encamina en fortalecer los valores, la honestidad y la dignidad.
La Revolución de las Conciencias esta creciendo a pasos agigantados en uno de los principales estados que mantiene el PRI el control absoluto; sin embargo, este hecho podría cambiar en los próximos meses.
El Revolucionario Institucional ha iniciado un fuerte operativo electorero, con la plena intensión de hacer sucumbir a la población con los encantos de apoyos, despensas y dinero, corrompiendo las consciencias de miles de mexiquenses que por sus necesidades económicas o falta de valores, acuden a recibir lo poco que les ofrecen.
Pero hay otro dato que debe tenerse en cuenta, los operadores políticos del PRI han iniciado un proceso de detectar e identificar aquellas personas que por sus características pueden ser convencidas para recibir apoyos de diferentes programas sociales que implementa el Gobierno Federal o aquellos programas que son propiamente del Estado. La promesa de apoyo que ponen a consideración de la ciudadanía, cada día se intensifica en diferentes zonas y regiones del Estado de México. La operación “frijol con gorgojo” esta en marcha pretendiendo comprar consciencias y voluntades. Pero cometen un grave error, lo hacen sin tocar casa por casa, ya que si lo hicieran de esa manera, los recursos que disponen y cuenta el PRI Gobierno, no les alcanzaría para cubrir por lo menos a la mitad de la población. Su labor es selectiva buscando disminuir las posibilidades de organización y mayor participación de ciudadanos conscientes para morena.
Por otra parte, los priistas se reagrupan y tratan de conformar sus comités de base por sección, la orden es clara y contundente, conformar comités de manera urgente.
Mientras tanto, morena, que ha logrado casi concluir su labor de disponer de una estructura electoral mínima por cada sección, no solo ha avanzado en esta materia de organización; además, se dispone de ciudadanos conscientes, comprometidos, honestos e incorruptibles, los cuales marcaran la gran diferencia entre la estructura del PRI con relación a morena.
Las calles, serán tomadas por los morenistas y priistas en los primeros meses del 2017, los primeros casa por casa, generando acciones que permita recorrer el estado con vigor y armonía; además, de una eficiente organización de informar y concientizar; mientras que los segundos en la clandestinidad, temerosos que la propia sociedad muestre con plenitud su “mal humor” ante las diversas problemáticas que padecen de inseguridad, pobreza, marginación, desempleo y deficientes servicios municipales y estatales, alzas indiscriminadas de los pagos de luz, aumento del combustible y el incremento de los homicidios, robo a casa habitación y feminicidios. Los priistas están asustados ante los posibles reclamos de la población.
Por lo que se refiere, a los huestes del PRD, la situación es confusa, por una parte la idea de ir en alianza con el PAN, simplemente es inaceptable y convencer a los militantes perredistas y simpatizantes será una labor titánica y deberán ofrecer algo más que buenos deseos. Mientras que los panistas, a pesar de las encuestas, brillan por su ausencia, están tan escondidos que esperan que ocurra un milagro como el 2000, de obtener la victoria por pura casualidad, quieren abanderar la alianza, pero será difícil que los perredistas cedan ese espacio de representación, ya que sería su tumba electoral Rumbo al 2018.

Por consiguiente, la batalla en el Estado de México será en las calles, entre las estructuras electorales del PRI contra morena, unos acostumbrados a los apoyos, mientras que los otros pondrán a prueba su dignidad, sus valores y el deseo de Transformar con Cambio Verdadero a la entidad mexiquense.

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