La discriminación en los programas sociales
Cuando el río suena es que algo
trae dice el refrán, y el malestar por el reparto de las despensas del Programa
de Canasta Básica con la entrega de 65 mil 550 despensas, es en estos
momentos la manzana de la discordia.
En conformidad al pronunciamiento
de un gran número de vecinos que han denunciado que las canastas básicas están orientadas
a apoyar a la gente que se encuentra estrechamente ligada con el PRI o
pretenden condicionar su participación en dicho partido político si desean obtener
la despensa.
Ante tal hecho, solicitan una
revisión clara sobre a quienes se les esta apoyando y que exista Transparencia
total en la distribución de dichos apoyos.
De acuerdo a las cifras del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el índice de
marginación en Ecatepec asciende al 6 por ciento.
Indalecio
Ríos Velázquez, presidente municipal, ha señalado que el Programa de Canasta
Básica se enfoca a la población más vulnerable, principalmente madres solteras,
personas con discapacidad y adultos mayores, por lo que las despensas contienen
productos que aportan una alimentación balanceada y que las mismas despensas
se distribuirán en las colonias que las propias autoridades municipales han
detectado con carencia alimentaria; con el fin, de fortalecer la nutrición
de las familias y con ello sumarse al programa nacional Cruzada Contra el
Hambrel.
Con base a la información que se
dispone, las despensas serán repartidas a población de colonias de tres
polígonos prioritarios -Norte, Centro y Sierra-, que concentran
parte de la población de Ciudad Cuauhtémoc, Vista Hermosa, Tierra Blanca
Fovissste, y San Andrés de la Cañada,
entre otras.
Detalló
que de las 65 mil 500 despensas, el 90 por ciento fueron destinadas a mujeres
lo que representa el 90 por ciento del total, mientras que el 5 por ciento (3 275)
se destinan a personas con discapacidad y enfermos crónicos, mientras que
las restantes 3 mil 275 despensas para adultos mayores.
Sin embargo, se puede apreciar
que la distribución se realiza con un alto grado de discriminación hacia los
hombres, lo cual preocupa enormemente, ya que en situación de marginación y
pobreza no solamente se encuentra la mujer, sino que existe un gran número de
hombres que padece esta problemática y no solamente es en torno a este tipo de
programa sino que de igual forma se presenta en programas como LICONSA en donde
los hombres son ignorados y los beneficios se obtienen en conformidad a edad,
siendo las mujeres las más beneficiadas en la materia.
Partiendo del principio de equidad
y no discriminación, el PND 2013 – 2018 asumió el compromiso de impulsar la
igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, como parte de su estrategia
para que México alcance su máximo potencial. Con el objetivo de que sea posible
alcanzar las cinco metas nacionales que el Gobierno de la República se propuesto:
la de un México en Paz, un México Incluyente, un México con Educación de Calidad,
un México Próspero y un México con Responsabilidad Global. Para ello, la
contribución de las mujeres en todos los ámbitos, sin discriminación y
bajo el eje rector de la igualdad sustantiva, es indispensable.
En el PND se establece que: "Es
inconcebible aspirar a llevar a México hacia su máximo potencial cuando más de la
mitad de su población se enfrenta a brechas de género en todos los ámbitos.
El Plan Nacional de
Desarrollo incorpora una perspectiva de género como principio esencial. Es
decir, que contempla la necesidad de realizar acciones especiales
orientadas a garantizar los derechos de las mujeres y evitar que las
diferencias de género sean causa de desigualdad, exclusión o discriminación.
El PROIGUALDAD obedece a la
obligación señalada en el PND de contar con una estrategia transversal de
perspectiva de género en todos los programas, acciones y políticas de gobierno; esto
significa que en los programas sectoriales, especiales, institucionales y
regionales que elaboren las dependencias de la Administración Pública
Federal estarán explícitas la perspectiva de género y las acciones afirmativas (concebidas
como medidas efectivas, caracterizadas por su dimensión temporal que inciden en
la reducción de las desigualdades) que permitan reducir las brechas de
desigualdad entre mujeres y hombres. Es la estrategia que le permitirá al
gobierno federal incorporar en la planeación y programación nacional las
necesidades de las mujeres y las acciones que permitan el ejercicio de sus
derechos; derechos que tienen un rango constitucional y que se encuentran
explícitos en: la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, la Ley
General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la Ley General para Prevenir,
Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para
la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, la Ley Federal
para Prevenir y Eliminar la Discriminación, la Ley General de Acceso de las Mujeres
a una Vida Libre de Violencia y la Ley General de Víctimas, entre otras.
El PROIGUALDAD también responde a
los compromisos suscritos por el Estado Mexicano en el marco de las
convenciones y los tratados internacionales: particularmente, la Convención
para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém Do Pará).
El propósito del PROIGUALDAD es
alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, en un marco de
respeto irrestricto a los derechos humanos de las mujeres y las niñas, y en un
contexto de democracia participativa, utilizando para ello la planeación,
programación y presupuesto con perspectiva de género, con el fin de contar
con políticas públicas centradas en reducir las brechas de desigualdad que
actualmente se observan entre mujeres y hombres.
Sin embargo, esa igualdad entre
los derechos y los hombres se rompe cuando no existe equidad, cuando los apoyos
en condiciones de pobreza y marginación se destinan a una parte de la
población, cuando se rompe la armonía de equilibrio.
Esto es precisamente lo que pasa
en materia de combate a la pobreza, los principales afectados son
indudablemente mujeres y hombres por igual, no hay distinción de sexo, pero a
pesar de ese hecho claro y contundente, en los criterios de brindar los apoyos
a la ciudadanía más necesitada nos topamos con una falta percepción por parte
de las autoridades que en un animo discriminatorio, canalizan apoyos sólo al
género femenino, suponiendo falazmente que el género masculino no padece de
necesidad alimentaria, pobreza o marginación, grave error de percepción.
Y al valorar la información y
observar sobre el reparto de los apoyos del Programa de Canasta Básica, nos
damos cuenta que el 90 por ciento se dirige de manera exclusiva a las mujeres a
esto se le llama discriminación.
Es por lo anterior, que es indispensable
que los responsables de los programas sociales a nivel municipal trasparenten
de manera clara y abierta información necesaria que permita conocer de manera
veraz y oportuna las regiones y el número de beneficiarios que a cada región se
destino, las colonias beneficiadas y las secciones en donde surgieron las
beneficiadas, cuantos hombres y cuantas mujeres resultaron con los apoyos y que
mecanismos socioeconómico se sustentaron para determinar quienes serían los
beneficiarios de los apoyos, ya que existe el descontento de que fue a través
de criterios particulares más no socioeconómicos.
Es así que el Gobierno Municipal
si pretende arribar rápidamente a un Gobierno Abierto en torno a la apertura de
la información que dispone, canalice sus esfuerzos para que los diversos
programas que se instrumentan en el Ayuntamiento y se distribuyen a los más
marginados de Ecatepec se realice con reglas claras, transparencia y rendición
de cuentas y sobre todo que exista igualdad de oportunidades para todos.
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