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La campaña publicitaria mediática denomina El Buen Fin, el cual se
puso en marcha por primera vez en el 2011, se presenta por segunda ocasión con
la firme intensión de favorecer la venta de empresas participantes a costa del
endeudamiento de los asalariados o el gasto prematuro del aguinaldo a través
del espejismo de obtener estupendas ofertas de los productos que se ofrecen en
esta campaña.
Entre las principales empresas que se encuentran dentro de este
programa publicitario que incita la conciencia consumista de los trabajadores,
amas de casa y de los jóvenes y niños, se encuentran zapaterías, tiendas de
ropa, ópticas, mueblerías, joyerías, establecimientos de electrónica y agencias
de autos nuevos; así como restaurantes, bares, hoteles y centros de
entretenimiento que esperan que buena parte de los aguinaldos que serán
adelantados a la clase trabajadora ingresen a sus finanzas mediante el ofrecimiento
atractivos de descuentos y ofertas.
Las supuestas ofertas que un gran número de empresas proporcionan
en El Buen Fin no corresponden a descuentos en el precio, sino a facilidades de
pago a meses sin intereses.de los productos, según los anuncios que hasta ahora
han hecho los consorcios que participarán en la segunda edición de la
iniciativa.
Se
advierte que el adelanto de aguinaldos promovido desde el gobierno provocará
que los trabajadores adquieran deudas que deberán pagar en los próximos meses,
por lo que se invita a los consumidores a comparar precios previamente para
detectar verdaderas rebajas y a hacer listas de prioridades. En razón de que
sería muy factible que los trabajadores padezcan El Mal Fin … de Año, por no preveer,
ahorrar y saber en que invierten sus escasos recursos en estas fiestas
decembrinas.
Y
debe señalarse, que a diferencia de lo que ocurre en países como Estados
Unidos, donde durante el llamado viernes negro (como se conoce
al día que se inaugura la temporada de compras navideñas), en esos países realmente
se ofrecen descuentos significativos, que benefician al consumidor; mientras
que en México, los únicos beneficiados son las empresas participantes ya que
promueven una campaña mediática enfocada a incrementar las ventas de las
empresas.
Lo lamentable de todo esto, es la participación activa que tiene el propio gobierno federal, al adelantar parte de los aguinaldos de los servidores públicos para que puedan tener liquidez durante ese período de ventas. El Gobierno Federal promueve el consumismo y coadyuva a que los empleados públicos acudan a los centros comerciales para aprovechar las ofertas y descuentos que se ponen a su consideración. Cuando lo que realmente debería impulsar es una política de concientización sobre la importancia del ahorro y de inversión que represente beneficios reales a la clase trabajadora. Así como exigir a las empresas participantes en El Buen Fin que sus ofertas y descuentos realmente sean significativos y coadyuven a beneficios concretos del consumidor.
Y
lo peor que esta ocurriendo es que diversos Gobiernos Estatales, también,
participan como promotores del EL Buen Fin, entre los que destacan: el Estado
de México, Morelos, Sinaloa, Veracruz, Nayarit, Zacatecas, Puebla, Tlaxcala,
Yucatán, Chihuahua y Campeche y los municipios de Saltillo, Toluca, Mérida y
Culiacán, los cuales otorgarán el pago anticipado de aguinaldos,
gratificaciones de fin de año, quincenas, primas vacacionales, inversión en
publicidad o facilidades diversas, para impulsar el programa.
El
Buen Fin para empresarios… puede convertirse en El Mal Fin de Año para los
trabajadores. Sin olvidar, que la cuesta de enero podría tener un pendiente más
pronunciada para un gran número de empleados públicos y trabajadores.
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